XVIII

303 76 12
                                    

El cazador espero que el humano terminara de comer y se durmiera para salir de la habitación, volvío a la sala luego y vio al ángel en el balcón.

—¿Y el humano? —cuestionó este cuando el cazador se paró a su lado.

—Duerme, por fin —respondió.

—Esta bien, es mejor que descanse.

—¿Qué sucede contigo? —cuestionó entonces el cazador mirándolo.

—Es Mikael, ¿cierto? —cuestionó ahora el ángel—. Su padre es Mikael.

—Lo es —respondió el cazador y vio al contrario sonreír.

—Fui su compañero mucho tiempo, incluso presencié muchas de las discusiones que tenía con Alyssa en ese entonces, de hecho las discusiones que tienes con ese humano me recuerdan a ellos —rio—. Pero todavía no puedo creer que se haya enamorado de ella.

—¿De verdad?

—Si, aunque creo que debí haberlo sospechado en algún momento.

—¿Por qué lo dices?

—Cuando deje de ser un guardián y me dedique a ayudar a los humanos, deje de ver a Mikael, pero una noche los vi a ambos salvar a una familia de varios Dimonis, verlos pelear juntos fue increíble, parecían complementarse y cuando terminaron la forma en la que se miraron, fue.... —sonrió—. La verdad es que no hubieras creído que eran un demonio y un ángel en ese momento.

—¿Y entonces?

—No lo sé, después de esa pelea nunca más los volví a ver juntos, nunca —aseguró—. Luego escuche que Mikael abandonó a nuestro padre por una humana y ya nadie supo sobre el.

—Mm —solo pronunció el demonio.

—Conocí a muchos ángeles enamorados de humanos, pero de verdad me cuesta creer que un ángel y más como Mikael se haya enamorado de un demonio.

—¿Y no solo un demonio cierto?

—Aún peor —rio—. Una primogénita de Lucifer.

—Sabemos desde hace mucho tiempo que vivir entre humanos nos afecta de muchas maneras si los dejamos Theo, ¿realmente te sorprende tanto?

—Creo que ahora me sorprende mucho más escucharte decir mi nombre que saber que ese humano es hijo de Mikael y Alyssa —mencionó el ángel riendo.

—Entonces supongo que debo seguir llevándote estu....

—Esta bien —pronunció en voz alta, interrumpiendolo—. Dejémoslo así.

—Muy inteligente de tu parte —afirmó el cazador y sonrió.

—Pero aún no entiendo una cosa —afirmó el ángel—. ¿Por qué Bright nació humano?

—No... no lo sé.

—Supongo que debo creerte —dijo el ángel mirándolo—. Pero necesitas confiar en mi cazador, sabes que solo quiero ayudar.

—Lo sé.

—Entonces esperaré —expresó— . Iré a dormir un rato, no te metas en problemas mientras tanto —rio—. Al menos esta noche déjame dormir en paz.

—Solo esta noche —aseguró sonriendo el demonio.

El ángel fue a su habitación y el cazador permaneció allí afuera, escuchando el corazón del humano latir tranquilo mientras dormía, preguntándose en qué momento empezó a importarle tanto ello y porque lo tranquilizaba también.
La verdad, es que todo eso hacía    que se diera cuenta que el humano tenía razón cuando le dijo que era un cobarde por no sentir, porque despreciaba a los humanos por sus prejuicios y el también tenía los suyos, pero ya ni siquiera podía decir que no confiaba en ese molesto ángel que lo ayudaba, porque no sería cierto, y todo por ese humano que lograba que su corazón golpee tan fuerte su pecho que realmente duela sentirlo. De esa manera paso la noche, siendo atormentado por sus propios pensamientos, por no escontrar las respuestas a las preguntas que el mismo se hacía. La mañana llegó pero el aún seguía sin poder eliminar todas aquellas cosas de su cabeza, distraerse era la única opción que le quedaba, así que despertó al humano para llevarlo a la casa de sus padres cuanto antes.

PuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora