capítulo 25

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Christina se acercó a Arthur tomándolo del brazo para llevarlo a otra parte del apartamento ; miré a Tristan que tenía sus ojos ligeramente rojos.

—  ¿Está Nate? —  pregunté aún cuando sabía que tal vez él no podía contestarme debido a lo intoxicado que se encontraba.

—  duh ; oh ; oh —  hizo un ruido con su garganta mientras movía su cuerpo de un lado a otro al ritmo de la canción que podía escucharse e hizo con sus manos un gesto como si sostuviera un arma ; luego apartó sus rizos de su algo sudado rostro pero sin dejar de moverse.

—  ¿de verdad Tristán? — moví mi pie algo irritada con lo estúpido que era —  ya estás drogado.

Observó al techo como si fuera lo más entretenido que él vio en toda su vida y agitó sus brazos en el aire de forma rápida.

—  sabes que así no podrá responderte nada ; preciosa — susurró una voz masculina conocida detrás de mi ; su cuerpo tan junto al mío que no quedó ningún espacio entre ambos.

Tuve el impulso de apartarme pero no lo hice — entonces supongo que debo hablar contigo.

—  supones bien ; de hecho creo que estás aquí por mi ¿no es así? — preguntó aún cuando sabía la respuesta ; estaba tan cerca de mi que su pecho se pegaba a mi espalda y el olor a su perfume me envolvía por completo.

Puso su mano en mi espalda baja para que comenzáramos a caminar hasta unos de los sofas blancos que estaba situado en el balcón ; este era iluminando por unas tenues luces azules y se podía apreciar una muy bonita vista del centro de Londres.

Tomé asiento a lo que Ryan también lo hizo ; a mi lado ; su pierna tocando la mía y su brazo en la parte de atrás de mi cuerpo ; con la poca luz del lugar vi que vestía unos jeans negros ; una camisa de cuadros rojas y sobre ella una chaqueta de cuero.

—  bien — crucé mis piernas — vamos directo al grano ¿de qué secreto hablaste ese día en la piscina?

Una sonrisa de lado se abrió paso en sus labios — me gusta como te queda este vestido — pasó una de sus grandes manos por mi cintura para luego bajar y ponerla en mi muslo subiendo algo del vestido.

— ¿te he dado permiso para tocarme Ryan? — alcé una de mis cejas.

Él no dejó de sonreír de la misma manera arrogante — oh ; pero me la tienes que dar porque sé tu secreto y si tú no se lo dejas saber a nadie es porque quieres que siga siendo uno ¿no es así? — quitó su mano de mi pierna y tomó en su puño mi coleta para así inclinar mi cabeza hacia atrás y dejar mi cuello expuesto ; luego sólo sentí como besó esa parte de mi cuerpo un par de veces de forma bastante delicada.

— ¿y cuál es ese secreto que tú dices saber Ryan? — suspiré no quitándome de su agarre.

Paró con sus acciones en mi cuello — sé que dejas que Adam jhonson te folle —  murmuró con voz ronca en mi oído — sé que estás sorprendida ; ya que no fueron tan cuidadosos como pensaban que lo eran ; no fueron tan cuidadosos y vi como ambos entraron al baño y también escuché como ambos gemían cada vez que él entraba a tu estrecho coño que debería ser mío — añadió escuchándose ahora algo molesto y tirando de mi coleta más fuerte.

¿Este chico en verdad creía que podía asustarme y jugar conmigo? Lo que no sabía era que yo no sólo era una cara bonita sino alguien que podía manipularlo bajo el mismo juego que el impuso.

Dejarlo pensar que me tenía donde él quería para luego de sorpresa derivarlo.

— dime el motivo porque haces esto Porque tiene que haber uno ya que te decidiste por callar y obviamente chantajearme ¿no es así?

Cry baby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora