capítulo 30

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Nunca me gustó no poder controlar alguna situación ; por lo que siempre debía asegurarme que todo saliera tal y como yo lo deseaba aún cuando eso conlleva bastante trabajo , porque a diferencia de lo que algunas personas pueden pensar ; manipular es no del todo fácil.

Tener que actuar como un titiritero moviendo pacientemente cada hilo de cada persona a las que quieres tener bajo tu pulgar requiere de bastante inteligencia ; de comentarios que parecen agradables pero que sólo son órdenes pero en forma sutil ; sonrisas falsas y una apariencia de alguien tan inocente que jamás podría herirte.

— ¿de verdad no vas a decirme por qué no terminaste ese show? Era el último que te quedaba — preguntó arthur a mi lado en el asiento trasero ; uno de los otro guardaespaldas era el que aye encargaba de conducir la suv.

— porque no quise ; ya te lo he dicho más de tres veces — respondí sintiendo que mi paciencia se iba agotando cada vez más.

Los último tres días las voces parecían ser más persistente al igual que mis pensamientos sobre cómo Adam creía que podía jugar conmigo ; tratarme como una segunda opción y no como prioridad.

¿Por qué era tan difícil para él hacer todo por mi como yo lo haría por él?

El hecho de que ahora que me había dado cuenta de que estaba enamorada de él sólo me había sentir más irritada porque tener sentimientos no es algo que me haga sentir orgullosa ; nunca amé a nadie que no fuera mi papá y eso porque siempre me defendió de Amelia ; no porque yo fuera alguien que no creía en el amor sino porque nunca sentí la empatía suficiente como para pensar que alguien fuera merecedor o necesitara mi amor ; hasta que Adam cambió eso. Desde que lo vi por primera vez lo quise para mi ; quería estar en su cama porque me pareció atractivo y lo deseaba pero al pasar tiempo con él ; las cosas fueron cambiando y el deseo pasó a ser amor.

Al menos eso es lo que creo que es.

Porque ¿cómo explico el dolor que siento en el pecho desde hace tres días?

Aún así no contesté ninguno de los mensajes ni mucho menos las llamadas que dejó desde ese día.

Puede ser que lo amara pero nunca dejaría que ningún hombre me humillara , claro que eso no quería decir que lo dejaría , eso nunca ocurriría ; porque no hay nada en este mundo que me haga dejarlo ir.

Él era mío.

Sólo mío.

Pero en este momento debía poner algunas cosas en su lugar para que así mi hombre entienda aunque sea un poco que yo siempre debo ser una prioridad ; o también podría dejarle en claro a la perra de Alyssa que es mejor hacerse a un lado antes de que yo decida que me está molestando más de lo que debería ; y eso no era nada bueno para ella.

— eso no fue profesional Charlotte ; incluso le gritaste a una de las asistentes.

— le dije que no quería ponerme el estúpido vestido y ella seguí insistiendo ¡una y otra vez! ¡Se lo merecía! — exclamé mirando mis uñas.

— no sé lo mercería Charlotte ; sólo hacia su trabajo — negó — no sé porque los últimos días pareces más irritada que de costumbre ; definitivamente hay algo molestándote y no quieres hablar conmigo , pero no puedes seguir tratando a las personas de la manera en que lo vienes haciendo.

Alcé mis cejas volteándome un poco para así poder verlo mejor — de acuerdo  ¿quieres que sea gentil y amable con todo el mundo? — pregunté con evidente sarcasmo — pues así será — le di la clase de sonrisa donde no trataba de ocultar molestia ; donde no pretendía amabilidad.

— algo ha hecho que actúes de manera ; lo sé — murmuró para que el guardaespaldas no pudiera escucharlo — pero no quieres oírme ; no quieres tomarte tu medicamento y todo se está saliendo de control.

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