Soy una basura

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[Apartamento de Edgar]

Edgar ya había llegado y lo primero que hizo fue tomar un baño, uno que a decir verdad fue demasiado largo, el joven aún tenía muchos pensamientos referente a lo que pasó con la mujer de mirada diabólica, en pocas palabras “Piper”.

Es cualquier persona pasaría lo mismo, Piper era de esas mujeres que nunca pensó conocer de esa manera, el estaba muy agradecido pero por dentro se sentía terrible, era difícil de explicar pero de alguna manera estaba dentro de sí ese sentimiento de malestar y lo peor era el regaño que Amber le dió fue lo que peor le dolía, el recordaba a Amber distinta a lo que es ahora.

Edgar normalmente no le daría tantas vueltas asuntos pero esto era más que uno normal, ahora tenía en mente su primera vez, la cara triste de Colette y que hacer con ella. El chico salió del baño y fue a su habitación y grande fue su sorpresa al ver un increíble desorden, ropa tirada por todos lados, su closet abierto y toda su ropa desordenada o mal acomodado, Edgar sintió una terrible ira al pensar que fue Colette o un ladrón, así que fue a buscar donde tenía sus ahorros y vió que estaban allí sin ningún problema o algo fuera de su lugar.

—Ahora no sé si debo matar a esa loca o disculparme. —Edgar apretaba sus manos con furia y de la forma más pacífica dejó todo esos pensamientos a un lado y recordó lo que Amber le había dicho.

Intentó acomodar todo pero le era imposible, ya que el tiempo estaba en su contra, así que buscó su ropa, se vistió y de un silbido llamó a su bufanda, la cual cayó de su techo y ella sola se amarró a su cuello.

Edgar iba a salir pero antes de tocar la perilla de la puerta recordó algo muy importante.

—Oh si, no me he cepillado los dientes. —Edgar dió media vuelta y corrió hasta llegar al baño, agarró su cepillo y le aplicó pasta dentífrica y se empezó, al instante de meterlo en su boca sintió un escalofrío recorrer su espalda—. ¿Qué demonios?

Edgar no le puso mente y siguió en su labor, ya terminado dejó su cepillo y prosiguió a su camino hacia la tienda.

Edgar abrió la puerta y vió detrás de él, notó lo amplia y vacía que era ese apartamento, además recordó como lo consiguió y sonrió levemente pues fue algo chistoso. Cerró la puerta y le puso llave para así ir a la tienda de regalos para arreglar las cosas con Colette.

(***)

[Floristería y jardín botánico de Rosa]

Eran las 6:39 am, en el gran y variado jardín botánico de la investigadora en botánica más famosa de la ciudad, hablamos de la boxeadora Rosa, ella siempre a sido conocida por ser una gran amazona pero con actitud de dama muy respetuosa y amable, ella misma se encontraba acompañada por su asistente robot-Planta, Sprout, quién regaba una flores y también aprovechaba y él se regaba así mismo.

Rosa vestía un short corto que estaba pegado a su cuerpo, también usaba una camiseta sin mangas que dejaba ver sus fornidos brazos y hombros anchos y esbelto cuerpo, era una ropa que le podía dar la sensación de sensualidad a cualquier hombre, pero para Rosa solo era algo cómodo.

Rosa lo veía de reojo y solamente se reía suavemente ya que en parte se veía tierno y gracioso. Rosa no solo tenía a Sprout de asistente, ella contaba con otro asistente más, era una chica de muy baja estatura que recién había salido de la universidad, ahora mismo estaba haciendo pasantía y a la vez aprendía más sobre la vida, teniendo una gran maestra como Rosa era muy beneficioso para cualquiera que quiera aprender.

La chica tenía por nombre Beatrice, pero de cariño siempre le dicen Bea, ella es una chica de 19 años de 1.56m de altura, Bea tiene el cabello de color naranja pero siempre se le ve un casco de abeja de color morado y amarillo al igual que su traje, Bea siempre a tenido problemas de autoestima debido a que siempre la confunden con una niña y es por eso que Rosa la aceptó como alumno, ella creyó que era una niña en busca de conocimiento (aunque en si eso es) pero al principio Rosa la trataba de bebé o de niña y eso hizo que Bea estuviera en depresión por un buen tiempo.

Solo son negocios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora