Nunca Es Suficiente (Crimen)

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[El siguiente material tiene material maduro, se recomienda discreción]

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Mientras ese amor empezaba a bendecir al trueno ruso y a la bióloga del boxeo.

Dentro del mismo hospital pasaba otra escena de romance, pues Mandy; la reina del dulce. Llegó a visitar a su novio, el bufón de la dulce corte; Chester.

Mandy tuvo la oportunidad de dejar a sus empleados a cargo, puede que haya sido una de la peores decisiones pero teniendo en mente que no había visitado a chester desde hace un buen tiempo, le daba una fuerte tristeza que atrapaba su corazón en un duro momento de debilidad.

Ella estaba un poco nerviosa pues lo poco que sabía sobre el estado de Chester es que Shelly le dio una fuerte paliza. Es por eso que temía que fuera algo muy difícil de ver, ella aunque estaba frente a la habitación donde le habían indicado que estaba Chester.

Mandy miraba fijamente esa puerta, temía que se abriera de pronto y la golpearan con esa puerta, sin embargo en su mente estaba la idea que eso era mil veces mejor que entrar, ella estaba sudando por sobrepasar y la ansiedad que le daba la mínima sensación de inseguridad.

—"Vamos Mandy esto no es nada comparado a vivir con Colette". —Mandy se ayudaba a ganar valor, todo eso lo vivía en su mente.

Más sin embargo no podía moverse, era imposible para ella poder hacer algo y al parecer no iba a pasar. Para su suerte llegó una enfermera que iba a pasar a la habitación, la enfermera la miró allí frente a la puerta y con toda quieta y sin hacer nada, ella tuvo que seguir el protocolo y preguntar.

—Discúlpeme, puede que este siendo una molestia pero ¿esta esperando a alguien? —La enfermera esperaba una respuesta pasiva sin que la morena levantara la voz pues ya tuvo malas experiencias.

Mandy reaccionó sorprendida y miró a ambos lados buscando la dueña de la voz que la sacó en su trance, Mandy giró y miró a la enfermera que era una señora de ascendencia latina. Realmente se veía muy baja de estatura, talvez unos 1.59; cabello liso color negro y una piel muy trigueña.

Mandy la miró fijamente pero de inmediato le contestó.

—Eh, sí... bueno es que tengo a mi novio hospitalizado y ya iba a entrar. —Mandy lucía sospechosa pues tartamudeaba mucho para explicar algo, sin embargo la enfermera le importó poco y le contestó.

—Entonces que hace afuera; vaya, entre y vea a su novio. —La mujer hizo que mandy se moviera de su sitio pues ella iba a entrar.

Mandy se hizo a un lado y aprovechando ese suceso, ella entró.

Miró a todos lados en busca de Chester, pero no miraba su paradero. Habían 6 camas acomodadas de tres y tres, dos estaban ocupadas, dos estaban vacías y dos estaban cubiertas por una cortina.

Ella supuso que estaba en una de esas y solo suspiró aliviada pues en su mente estaba que posiblemente lo hayan pasado a cirugía o algo así; a veces Mandy era muy paranoiaca. Mandy estaba sumamente nerviosa y se acercó a las camas que estaban ocultas por cortinas.

Al llegar a la primera, hizo a un lado la cocina y miró que estaba una enfermera dormida. Mandy se sorprendió pero prefirió tener que ignorar eso, ella (osea Mandy) se acercó a la otra cama y nuevamente hizo a un lado la cortina. Para suerte de ella allí estaba el Bufón, sentado en su cama leyendo un libro.

Mandy se sorprendió al ver el estado de su novio, pues estaba con un brazo derecho enyesado, al igual que su pie derecho; llevaba una venda en su cabeza y en su rostro habían muchos cardinales que se notaban mucho. Tenía el labio roto y un ojo morado...

Solo son negocios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora