"¿Dónde está mi ángel?
Al final del día
Que alguien venga a salvarme, por favor."
Un reencuentro puede traer consigo nuevas experiencias y nuevos problemas.
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━━Hice cosas de las que me arrepiento, pero entre ellas no está el haber...
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Omnisciente.
Los humanos son egoístas por naturaleza.
Aún si se preocupan de aquellos que son cercanos a ellos, siempre habrá un momento en el que querrán que las cosas o situaciones se pongan a su favor.
Un pelirrubio de baja estatura se encontraba observando el amanecer desde su motocicleta. Hace días que no podía dormir como lo hacía, ni comer como quisiera.
Manjiro estaba mal, ni siquiera Draken había podido hacerlo entrar en razón. La mayoría intentaba ayudarlo a despejarse, pero al final él siempre les pedía que lo dejaran solo.
Los fundadores de la Tokyo Manji se habían sorprendido al inicio cuando Manjiro les dijo que Nimari se había marchado.
¿Por qué lo haría? Fue lo que pensaron al recibir la noticia.
Ellos sabían de antemano que la muerte de Baji no era cualquier cosa, pero ellos también esperaban que Nimari recurriera a ellos en tan difícil situación.
Nadie tenía idea de a donde se pudo haber marchado, ni siquiera la señora Baji tenía idea de su paradero
Todos estaban mal, pero sobre todo, dos rubios tenían miedo y angustia.
Uno, por haber perdido a la única persona que le había regresado algo de cordura a su vida. La única que había sido capaz de haber sido su debilidad.
Otro, por conocer las consecuencias tras su partida.
Hanagaki Takemichi no sabia que hacer, había fallado en la misión de salvar a costa de todo a Baji Keisuke y ahora el futuro era controlado por Baji Nimari... No, Lim Nimari, líder de un clan yakuza poderoso.
Líder del bajo mundo de japón junto a Sano Manjiro.
Claro que Takemichi estaba poniendo todo su esfuerzo en buscarla, pero, ¿en verdad seguirían en Japón? Según él sabía, Nimari había vivido durante unos años en Estados Unidos.
¿Habría regresado?
Había muchas cosas en las cuales pensar, pero Manjiro no quería saber nada que no fuera sobre el paradero de su Nimari.
Se culpaba, porque él debió apoyarla en aquella perdida qué se derivó por su culpa. Como líder de la Toman, su deber era proteger a los miembros de su pandilla, pero no había sido lo suficientemente fuerte para proteger a la que siempre sería la persona favorita de su novia.
