En otra vida(...)
El sonido de los pájaros hacían su aparición por las mañanas, mientras estudiantes recién ingresados a la academia Mizo llegaban.Habían grupos formados ya, amigos incluso de la infancia se reencontraban y contaban lo que había sido de su vida.
Mientras tanto, un rubio de cabellos largos y estatura baja corría mientras hacía de todo el patio un campo de obstáculos en su mente. Esquivando personas o saltando las jardineras.
Una sonrisa estaba plasmada en su rostro, mientras su corazón latía con rapidez, pues esperaba encontrarse con sus amigos.
Hacía tiempo que no los veía, pues había viajado con sus hermanos mayores y hermana menor a Filipinas, buscando nuevas aventuras en las que terminaban encontrando piezas de motocicleta en estupendas condiciones.
—Manjiro, si no dejas de correr vas a tropezar. -La suave voz de su mejor amigo lo hizo distraer, y por consecuencia, caer.-
El de mayor estatura lo miraba con una ceja elevada y brazos cruzados.
—Te lo dije.
—Ken, si no me hubieras desconcentrado jamás me habría tropezado.
—Hechale la culpa al diablo.
Mientras ambos rubios discutían, su demás grupo de amigos suspiraban al verlos de manera cansina.
—Dejen de pelear, llegaremos tarde a la ceremonia de inicio. -Grito un pelinegro de melena larga, incluso brillante- Si le dan una queja a mi mamá, los culpare a ustedes de todo.
Y con esas últimas palabras, ambos rubios dejaron de pelear.
No querían problemas con la madre de su amigo Keisuke, esa señora daba miedo cuando quería.Todos se dispusieron a caminar lo que faltaba para llegar al primer gimnasio, había muchos chicos de su edad.
Lo que más resaltaba era las melenas rubias de aquellos que aún se creían pandilleros peligrosos, siendo que en ningún momento se vieron agresivos.
—Amigo, ésto es tonto. -Kazutora veía a todos lados con una sonrisa, aunque la verdad era que estaba molesto por tantas tonterías -
La mayoría ya estaban acostumbrados a los comentarios cargados de veneno del chico, pero aún así mantenían un ojo sobre él para que no causara problemas.
La ceremonia de ingreso había dado inicio, en completo silencio para los nuevos, algo que era relativamente aburrido para los nuevos.
—Así que le damos la palabra a la estudiante de nuevo ingreso que consiguió la mejor nota en el examen de ingreso. Hasaku Nimari -Tras la voz del director, comenzaron a sonar los aplausos de los demás en el gimnasio-
Los demás en el gimnasio no le dieron mucha importancia a la chica, solo era una desconocida.
Pero entre todos ellos, un corazón se apretujo mientras su mirada no se apartaba de la chica sobre aquel escenario.
Su voz endulzando su oído, sus movimientos capturando su atención.Manjiro sentía sus ojos aguarse, sin una razón alguna. Él ni siquiera conocía a la chica, y su discurso era tan aburrido pero sentía necesidad de seguir escuchandola.
Los ojos de aquella pelinegra se movían mientras leía la tarjeta entre sus manos, alentando a los nuevos estudiantes.
Y cuando los aplausos volvieron a sonar en el gimnasio, y la voz de la chica dejaba de sonar, Manjiro lloraba en total silencio. Sin perderse el momento en que la chica bajaba con cuidado los escalones hasta volver a formarse en la fila de chicas de su grupo.
Ken se extrañó una vez vió a su amigo soltando lágrimas, pero no sintió la necesidad de burlarse de él, pues sabía perfectamente que Manjiro no lloraría por cualquier cosa.
Se encargó de cubrir a su amigo de los demás, sabiendo perfectamente que ellos jugarían con ello, no de mala manera, pero era algo que sabía que pasaría.Mientras lo demás se retiraban, Manjiro se calmaba de a poco. Sintiendo esa presión en su pecho irse poco a poco, y las lágrimas finalmente parando.
Aunque a la distancia, una pelinegra veía a ambos rubios al final del gimnasio. Concentrada en el de menor estatura, mientras su corazón latía con rapidez.
Nimari sentía un nudo en su garganta.
¿Por qué? ¿Qué estaba pasándole? ¿Estaba asustada? ¿Feliz?
No tenía la menor idea, pero mientras venía a ambos salir del gimnasio, ella caminó detrás de ellos. Sintiendo como su pecho estaba a punto de explicar. Y solo cuando estuvo cerca y con solo ellos tres presentes, la chica habló.
—Disculpen -Los llamó, haciéndolos detenerse para girarse a mirarla- ¿Puedo....?
La mirada de ambos rubios la hicieron querer llorar, aún más después de ver los pequeños ojos hinchados del más bajo.
—¿Necesitas algo? -Fue Ken quién se atrevió a hablar-
Nimari tomó aire, mirándolos fijamente y poniéndose firme.
—¿Puedo saber tu nombre? -Su vista estaba en Manjiro, quién la veía con ojos enormes-
Una sonrisa se posó en el rostro del más bajo.
—Soy Manjiro Sano, pero puedes decirme Mikey. Es un gusto verte, Nimari-chan.
Una sonrisa también se posó en los labios de la pelinegra, sintiendo un leve sonrojo en sus mejillas.
—Es un gusto verte, Mikey-Kun
En ésta vida, tal vez si pueda ser tu chica.
Hey!
Hace meses terminé ésta historia, pero alguien me pidió que les diera un extra dónde Nimari y Mikey se volvían a encontrar.Espero que les haya gustado, y estoy feliz del apoyo que la historia sigue recibiendo.
Muchas gracias por sus lindos comentarios ❤️
Espero que se encuentren bien, y recuerden que estoy muy orgulloso de ustedes y su esfuerzo💖
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𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗔𝗡𝗗 𝗚𝗥𝗘𝗬 ━━Sano Manjiro━━
Fanfiction"¿Dónde está mi ángel? Al final del día Que alguien venga a salvarme, por favor." Un reencuentro puede traer consigo nuevas experiencias y nuevos problemas. ══════◄••❀••►══════ ━━Hice cosas de las que me arrepiento, pero entre ellas no está el haber...