You Are My Universe

♡ Día 28. Champagna o cualquier bebida.

Tienen planeado irse de su boda directo al aeropuerto, para irse a su luna de miel.

Acercándose cada vez al momento final de la boda, empiezan a servir la deliciosa bebida espumosa en las copas de los novios para iniciar un brindis.

Tsutako es la primera en tomar el micrófono, agradeciendo a todos por haber ido a la boda de su hermano y cuñado, esperando que les haya gustado.

—Me gustaría hacer este brindis para los novios, sobre todo para agradecer a Tanjiro, quien le ha traído luz en la vida de mi hermano —Tsutako levanta la copa, mirando a los novios—. Tanjiro, Giyuu, deseo que sean muy felices y que su matrimonio sea para siempre.

Los mencionados sonríen, sintiéndose un poco inquietos por ser el centro de atención. También los amigos de Tanjiro suben a la tarima para desearles un gran matrimonio, hablando de ese cambio tan repentino que el chico de la cafetería tuvo cuando conoció a Giyuu Tomioka. También Nezuko no quiere quedarse atrás.

—Mi hermano siempre ha sido un sol, un gran hermano mayor y la verdad es que me dolió cuando se fue de casa. Pero me alegra más que él haya encontrado su propio sol —dice la joven azabache con una enorme sonrisa.

Tanjiro sonríe enormemente y nota que Giyuu se ha quedado un poco helado al escuchar las palabras de Nezuko.

—En realidad, tu eres mi sol —susurra Giyuu.

—Ella dijo la verdad, tu eres mi sol, la persona que ilumina mis días —Tanjiro deja caer su cabeza sobre su hombro.

Llega el momento de los discursos de sus mamás, esperando y rezando que no digan algo vergonzoso.

—Agradezco a Kye y Tanjuro Kamado por traer a un hijo muy bondadoso y generoso a la vida de nuestro Giyuu —la madre de Giyuu se pone algo sentimental, pero no deja de sonreír—. Es un honor que Tanjiro sea parte de nuestra familia.

Giyuu sonríe al escuchar esas palabras y al girar para ver a su esposo, nota que Tanjiro está llorando. Se alarma demasiado y le limpia las lágrimas con una servilleta.

—Estoy bien —sonríe Tanjiro—. Esas palabras me hacen muy feliz.

Giyuu recarga su cabeza sobre el hombro de Tanjiro, quien besa su mano y continúan escuchando las palabras que les dedican y los buenos deseos.

—Cuando Tanjiro llegó a casa a decirme que encontró a la persona correcta, pensé: "¿quién sería esa mujer?", pero él me corrigió al decirme que es un hombre. Sé que son tiempos diferentes y mi hijo pidió que acepte su relación —Kye Kamado sonríe de forma maternal, mirando a ambos jóvenes—. Aceptaré al chico que le ha dado un motivo más para sonreír y hoy puedo decirte, Giyuu Tomioka, que eres como un hijo en mi familia.

Las lágrimas no dejan de caer de los ojos de ambos chicos, sintiendo como son queridos por su familia. Tanjiro se pone algo nervioso al ver que se acerca su padre para dedicarles un discurso.

—Solo espero que jamas termine su relación, no quisiera ver a Tanjiro triste... si no, recuerda, el oso y mi hacha hablaran —ríe Tanjuro—. Deseo lo mejor para los dos.

Tanjiro se lleva la mano al rostro, sintiendo pena ajena por recordar esa anécdota. Él era el único que estaba en esa ocasión y vió el enfrentamiento con el oso, pero la verdadera historia no es como su padre suele contar con orgullo.

Ahora es Giyuu quien se pone nervioso al ver a su padre subir, deseando que no diga algo similar que el padre de Tanjiro.

—Mi hijo nunca tuvo amigos cercanos, me sentía muy triste al ver cómo pasaba sus veranos encerrado en su habitación mirando a los demás niños del vecindario jugar. Deseaba con el corazón que tuviera alguien con quien platicar. Cuando se fue de casa y empezó a trabajar, solía hablarme del amigo de la oficina que hizo, pero el que lo hizo cambiar por completo fue Tanjiro —el señor Tomioka toma la copa y la alzan—. Agradezco que se hayan conocido y que ahora mi hijo no estará solo.

Giyuu sonríe con esas palabras y alcanza a ver como su papá le dice entre labios "te amo".

Cada vez más los discursos son muy emotivos entre los amigos y conocidos, poniendo sentimental a la pareja. Kyojuro Rengoku también toma el micrófono para dejar sus buenos deseos, algo que sorprende a Giyuu.

—Tomioka no suele ser de esos compañeros que les guste convivir, pero cuando me dijo que conoció a un chico, el cambio en su vida se hizo notorio. Me gusta que el joven Kamado haya llegado a encender su corazón.

Todos aplauden y antes de que terminen el brindis, Giyuu se levanta de la mesa para pedir el micrófono, dejando a todos sorprendidos, pues no es de las personas que hablen de sus sentimientos con facilidad.

—Todos hablan del cambio que hizo Tanjiro al llegar a mi vida, pero nadie sabe lo que es conocer una persona como él. Básicamente se volvió como mi motor, el encontrarme con él en las mañanas era un enorme motivo para levantarme de mi cama e ir a trabajar, el deseo de superarme para ser alguien digno para Tanjiro era muy grande.

El menor sonríe mientras que todos aplauden. Alguien le acerca otro micrófono para contestar esas palabras.

—Giyuu Tomioka es alguien digno para mí, porque es una razón importante para vivir: El amor de mi vida. Agradezco que en ese tren nos hayamos encontrado.

La pareja se abraza en medio de la pista, recibiendo aplausos muy emotivos. Alzan las copas con ese delicioso champagna y lo beben, para finalizar ese brindis.