♡ 10. Confesión estando borracho

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Esa noche sale Tanjiro con sus amigos a beber y platicar un poco más sobre cómo les ha ido ahora que han terminado sus carreras. Le había dicho a Giyuu que lo acompañara, pero la jefa Kocho le ha dejado muchos pendientes.

Le hubiera encantado que fuera para presentarlo con sus compañeros y amigos de la universidad.

—Es un gusto que estés aquí, no te había visto desde que sales con un chico —se sienta a su lado una joven de cabello oscuro y ojos rosados.

—También me tuvo ocupado los últimos proyectos escolares y entré a trabajar —contesta Tanjiro con una sonrisa.

—Cierto, es bueno que hayas encontrado trabajo muy rápido —agrega la joven.

—Fue suerte, donde estuvo haciendo sus prácticas laborales lo contrataron —contesta Zenitsu haciendo una mueca.

—¿Aún sigues trabajando en esa cafetería? —pregunta Kanao.

—No puedo dejarla sin tener trabajo —contesta Zenitsu molesto.

—Lamento eso, espero que consigas pronto.

—Por ahora no me quiero preocupar. Quiero beber hasta perder la razón —Zenitsu toma una botella de cerveza y la bebe.

Tanjiro sonríe algo nervioso. Poco a poco, todos comienzan a sentirse mareados por haber estado bebiendo mucho y dejando que la noche fluya.

Kanao recarga su cabeza sobre el hombro de Tanjiro, sintiendo que se está quedando totalmente dormida.

—Me hubiera gustado conocer al hombre que me quitó la oportunidad de estar con Tanjiro —confiesa mientras se rasca el ojo.

Tanjiro sabía de los sentimientos de Kanao, pero nunca le correspondió ya que la ve como una amiga.

—Al menos... ¿podría besarte? Para conocer el sabor de los labios de Tanjiro —se levanta la joven para tratar de tomar a Tanjiro de las mejillas.

—Estaré muy ebrio, pero no lo suficiente para aprovecharme —dice Tanjiro tomándola de las muñecas.

—¿Ni de despedida?

Tanjiro busca con la mirada a ver quién lo puede auxiliar, pero Zenitsu está dormido. Aoi e Inosuke están besándose y pareciera que su amigo quiere ir más allá. Genya está perdido en su celular y no se da cuenta de lo que está pasando.

—Kanao, por favor...

—Será mejor que nos vayamos —se levanta Aoi Kanzaki de su asiento para tomar a su amiga—. Lamento esto, Tanjiro.

—Esta bien, todo está bien —sonríe Tanjiro.

Las chicas se van, dejando a los otros ahí. Inosuke se enoja con Tanjiro por haber arruinado su noche y se retira del lugar cargando con Zenitsu y Genya los acompaña.

Se queda solo mientras termina su última cerveza. Tanjiro mira esa botella que yace sobre la mesa y comienza a fantasear por cómo sería su vida ahora que es adulto y tiene un trabajo sólido. ¿Estará Giyuu con él siempre?

Le encantaría pasar cada momento con él, disfrutar más salidas, citas, tener experiencias nuevas. Cada vez que piensa en él, mira sus ojos o escucha su voz, siente su corazón latir con fuerza. Está en su mente en cada momento, incluso mientras ve la televisión y hablan de algún viaje, Tanjiro piensa que podría hacer eso con Giyuu.

Pareciera que está planeando toda una vida con él. ¿Eso es lo que quiere? Si, le encantaría todo eso porque está totalmente enamorado de Giyuu. No se imagina su vida a lado de él, es como si estuviera totalmente dentro de la relación y que ya no exista una posibilidad de salir a menos de que Giyuu se lo pida.

Paga la cuenta y camina por la calle, tambaleándose y tropezando en algunas ocasiones sin tener que caer sobre el suelo.

Va caminando con una dirección que lo llevará a casa de su novio. Al llegar al departamento, no lo encuentra, seguro sigue trabajando. Se sienta en la entrada y recarga su cabeza sobre sus rodillas, esperando que así deje de sentirse mareado.

Giyuu baja del taxi estando totalmente cansado, bosteza mientras busca las llaves dentro de su saco y se sorprende al encontrarse con su novio dormido en la entrada de su puerta

—¿Tanjiro? —se acerca Giyuu a su novio—. Creí que estabas con tus amigos.

—Hola, Giyuu —levanta su cabeza para mirar a su novio—. Algo así, pero debía decirte algo.

Por el olor, de inmediato se da cuenta que ha bebido demasiado y por supuesto que no lo puede dejar así. Abre la puerta del lugar y ayuda a que el menor entre con él.

—¿Tanjiro? ¿Estás bien? —dice mientras lo deja sobre la cama.

—Si, estoy bien, estuve bebiendo ... Solo quiero decirte algo importante —Tanjiro arrastra las palabras mientras toma de las manos a Giyuu.

—¿No necesitas algo?

—Nooo, necesito que me escuches con atención —dice el menor mirando seriamente a los ojos de Giyuu—. Te amo, te amo como nunca antes lo había hecho y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.

Giyuu se sorprende muchísimo por lo que acaba de decir su pareja. Bien dicen que los borrachos dicen la verdad, pero no quisiera que lo olvidara.

—Te amo, Giyuu —se abalanza Tanjiro a él.

—Yo también, Tanjiro. Aunque me gustaría que esta conversación continúe mañana que estés más sobrio. Ahora deberíamos ir a que tomes un baño porque apestas a alcohol.

Como puede, lo levanta y lo arrastra al cuarto del baño. Por fortuna, Tanjiro vomita dentro del escusado y no tiene nada que limpiar el oficinista. Dentro de la regadera, Giyuu logra quitarle la ropa y la mete a lavar porque es lo único sucio.

Lo viste y lo acomoda en un futón, ya que su cama es muy pequeña y no caben los dos, además de que si Tanjiro necesita volver el estómago, lo hará cerca de un bote de basura con bolsa que le ha dejado a un lado.

Al día siguiente, Tanjiro despierta al oler la deliciosa comida que Giyuu está preparando. Empieza a darse cuenta de toda la escena que hizo anoche, recordando cada palabra que dijo.

—Despertaste. Hice un poco de café y te dejé un par de aspirinas por si necesitas —Giyuu señala la mesa.

Tanjiro no dice nada. Se levanta al baño, para ver que tan mal está tras la borrachera. Al regresar al comedor, ve a Giyuu sirviendo la comida.

—¿Dije algo vergonzoso? —pregunta, tratando de fingir demencia.

—Dijiste muchas cosas —contesta Giyuu.

—Culpo al alcohol —Tanjiro se sienta en la silla—. ¿Qué tanto dije?

—Dijiste que querías ponerme el uniforme de deportes y darme una nalgada. ¿Fue Tanjiro o el borracho?

—Ahm... el borracho —Tanjiro se sonroja.

—También dijiste que querías que usará un disfraz de conejita con medias de red —Giyuu se sienta delante de él.

—El borracho.

Giyuu ríe y mira a su novio a los ojos, viendo como se ruboriza.

—También dijiste que me amas.

Tanjiro sonríe y toma la mano de Giyuu.

—Ese fue Tanjiro, con la ayuda del borracho.

El azabache sonríe y se acerca más para besar a su novio con ternura en sus labios.

—Te amo —dice Tanjiro dejando su mano sobre la mejilla.

—Te amo —Giyuu le dedica la más hermosa sonrisa que el otro ha visto.

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