Capítulo 72: Una luz más

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Parte Sur, en las afueras de Ciudad Goldenrod. Región de Johto. 11:54 P.M

Al intenso ritmo de la música rock qué se reproducía a través de sus audífonos inalámbricos, Gold no pudo evitar mover ligeramente su cabeza de izquierda a derecha encima de la almohada, fijando al mismo tiempo su perdida mirada sobre el techo de la ahora oscura alcoba para invitados en la qué le tocaba dormir tras su llegada a la guardería de los abuelos de Crystal.

En ese preciso instante, el de New Bark, quien estaba vestido con un viejo suéter color rojo qué servia de pijama en conjunto con unos shorts lisos en negro con rayas en blanco a los lados, yacía tranquilamente acostado boca arriba sobre la acogedora y algo desarreglada cama, localizada en la esquina izquierda del lugar, pero sus pensamientos estaban revueltos a más no poder hasta el punto de hacerle suspirar exageradamente entre el corto intervalo al finalizar una cancion antes de qué empezara la siguiente.

-Parece ser que ya casi es hora.- Comenta Gold mentalmente, mirando ahora de reojo su Pokegear el cual permanecía sobre la mesa de noche a un costado de la cama directamente a su derecha. -Hmmm... Pero me preguntó qué es lo qué querrá hablar Crystal conmigo cómo para qué amerite tanto secretismo. Aquí se me hace qué hay Meowth encerrado.-

Teorías y descabelladas situaciones iban y venían al azotar la atareada mente del prodigioso entrenador de New Bark. -Todo esto me da muy mala espina.- Vuelve a comentar Gold para sí mismo con resignación, separando luego su espalda de encima de la cama para entonces sentarse al borde de la misma. -Solo espero estar equivocado y qué Crystal desee hacer las paces o algo por el estilo.-

Al levantarse finalmente de la cama, Gold retira sus audífonos de encima de sus orejas con extremo cuidado, apagando estos antes de colocarlos sobre de la mesita de noche junto con el reproductor de música qué lo controlaba y su Pokegear. Luego de hacer esto, Gold nota casi de inmediato lo silencioso y tranquilo qué todo estaba. Ningún sonido se podía escuchar en las inmediaciones de la guardería, ya sea dentro o fuera de ésta, presentando al mismo tiempo una enervante atmósfera cargada de misterio y oscuridad qué terminó por darle ligeros escalofríos en sus extremidades.

-Bien... Supongo qué Zuki y Kelly ya deben de estar dormidas o al menos en su habitacion.- Teorizó Gold antes de proceder a exhalar otra exagerada bocanada de aire, mientras qué dentro de su mente todos los sucesos de la semana se reproducen uno a uno, muy al estilo de un viejo filme sin sonido y en blanco y negro. -Ahora ya no hay marcha atrás con esto.-

Posteriormente a darle un último y breve vistazo a la oscura habitación qué lo albergaba, Gold se da media vuelta al dirigirse a la puerta qué conectaba con el pasillo antes de salir. Una vez afuera, el de New Bark procede a cerrar cuidadosamente dicha puerta de madera a su espalda, notando no solo cómo el pasillo y la sala de estar contigua estaban igualmente a oscuras, sino qué también él se mantuvo estático, por breves instantes, frente a su habitación cómo sí su destino entero dependiera de esto, en nerviosa espera de qué algo inesperado llegase a suceder al haber salido ahora de esa manera.

Pero, para su momentánea tranquilidad, nada llegó a ocurrir. Aquí, otra serie de irrisorias teorías y pensamientos volvieron a atacar su subconsciente, provocando más escalofríos esta vez en toda su espalda baja, más Gold solo se limitó a sacudir ligeramente su cabeza antes de lenta y silenciosamente dirigirse a la habitación de Crystal, misma qué estaba más adelante al final del pasillo a varios metros de su actual posición.

Dos fueron los efímeros toques realizados por Gold a la puerta con ayuda de los nudillos de su mano izquierda, poco después de colocarse frente a la habitación de su compañera. No obstante, nada terminó por suceder en un principio y nuevamente el silencio siguió imperando en el interior de la opaca y tranquila guardería. Frente a esto, el corazón del de New Bark respondió al latir a mil por segundo ante la expectativa por toda la situación, y no fue sino hasta transcurridos varios otros segundos cuando la puerta de la habitación de Crystal se comenzó a abrir lentamente, revelando después a la futura profesora vestida con una holgada y algo desteñida pijama de dos piezas en color celeste, además de qué está tenía el cabello suelto.

Johto: Gold, Silver y CrystalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora