Capítulo 66: Iridiscente

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El ambiente era extremadamente vibrante a más no poder, tanto en los predios del estadio cómo también dentro del mismo. En ese sentido, varios miles de emocionados espectadores dentro del estadio empezaron a corear con aún más ánimos el nombre de los finalistas de esta la gran final del torneo de la liga Pokémon de las hermanas regiones de Johto y Kanto.

Un animado sector coreaba rítmicamente el nombre de Kelly Taylor, mientras que el otro no se quería quedar atrás y volvió a corear con más energía el nombre de Gold Ethan Tsubasa, mejor conocido ahora cómo Gold del fuego azul, luego de que su tan afamado Mega Scizor fuera derrotado a manos del Empoleon de la rubia. El combate ahora estaba entrando a su recta final y a cada entrenador le restaba un solo pokémon.

-¡Scizor no puede continuar con el combate!- Exclamó enérgicamente el árbitro del encuentro luego de que este alzara, desde fuera del campo de batalla, una de las pequeñas banderas que sostenía en dirección a Gold y su pokémon.

-Tch... Nada mal, Kelly. Para nada mal- Advirtió reaciamente el de New Bark, quien yacía tranquilamente parado al extremo contrario de la rubia en el campo de batalla, poco después de observar con sorpresa y molestia cómo Scizor caía inconsciente sobre el suelo al perder su mega evolución. -No me esperaba que tuvieras una estrategia tan efectiva y bien planeada para contrarrestar a Scizor. Pero supongo que este es mi error por subestimarte inconscientemente. Igual te felicito.-

-¡Desde hace mucho dejé de ser la niñita miedosa, mimada e impulsiva que siempre dependía de ti, Gold!- Exclamó en agresiva respuesta la rubia, ajustando sus anteojos en el proceso. -Yo deseo ganar este combate tanto o incluso más que tu. Es así de simple. Siempre fue así de simple porque yo no llegué hasta aquí solo para perder contra ti. Sea quien sea que se ponga frente a mi, ten la plena seguridad de que lo derrotare de una manera u otra. Eso lo juro en nombre de mi honor cómo entrenadora.-

De un momento a otro, y posterior a lo dicho por Kelly, la tensión en todo el estadio escaló hasta el punto que los miles de espectadores súbitamente hicieron silencio todos a la vez. Todo esto, mientras que Gold regresaba también en silencio a Scizor para que descansara dentro de su pokebola.

-No tengo quejas, amigo mio. Realmente hiciste un buen trabajo y me llenas de orgullo.- Comentó Gold en voz baja para con la pokebola de Scizor, luego de que esté ajustará su tan preciada gorra de la suerte sobre su cabeza. -Pero supongo que ya es momento de dejar de jugar. Mi sueño depende de esto. Ya llego la hora de escribir con mis propias manos la historia.-

Acto seguido, Gold cambió por completo el semblante de su rostro a uno mucho más rígido, calculador y frío, exhalando recatada y silenciosamente luego de esto para después arrojar al campo de batalla la pokebola de Typhlosion, misma que, luego de la aparición del pokémon de tipo fuego, inmediatamente regresó a las manos del de oscura cabellera cómo una especie de boomerang.

Kelly, en respuesta, apretó con más qué rudeza sus labios, prácticamente al mismo tiempo en que su Empoleon se colocaba en una más que evidente pose ofensiva en espera de qué es lo que haría el pokémon de Gold.

-¡Typhlosion, Ignis!- Ordenó de manera enérgica y sorpresiva el de New Bark, apuntando a la vez, con el dedo índice de su mano derecha, a su pokemon. -¡Enciende a toda potencia tu fuego!-

Con un estridente y amenazador rugido fue cómo todo prosiguió. Typhlosion, en menos de lo que dura un parpadeo, rápidamente encendió las llamas de sus espalda, mismas que adoptaron la tan conocida coloración azul fosforescente por la cual su entrenador era ahora tan famoso.

Sin titubear, todos los espectadores explotaron en silbidos y aplausos posterior a la aparición de las llamas azules de Typhlosion. Nuevamente varios miles corearon al unísono el nombre de Gold, provocando luego la respuesta de otros miles quienes volvieron a corear el nombre de Kelly.

Johto: Gold, Silver y CrystalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora