Era la mañana del miércoles. Acababa de despertar y buscaba a la persona que duerme todos los días a su lado, pero no estaba por ninguna parte. Suspiró derrotado y abrió los ojos con flojera. -Kura... Amor... ¿Dónde estás?-
-Estoy en el baño amor.-
-¿Por qué no me despertaste?-
-Te veías lindo durmiendo y no tienes clases hasta las diez.- Salió del baño ya vestido y con el pelo completamente mojado.
-Pero tu tampoco tienes clases...-
-Ya lo sé. Voy a comprar un regalo para Gon. Esta de cumpleaños el sábado y no le tengo nada.-
Killua sonrió con soberbia, él ya le había comprado un regalo al moreno. Más bien varios regalos.
-¿Ya le compraste un regalo o vas conmigo?-
-Ya le compré un regalo...-
-Entonces ya me voy.- Se acercó a su novio para darle un beso en la boca, pero este lo tomó con fuerza del brazo.
-¿Por qué no te quedas un rato conmigo? Hace mucho no me das tiempo...- Susurró en su oreja haciendo un puchero travieso. -Quedate conmigo un ratito.-
-No puedo Killua, lo siento.- Besó su frente rápidamente y se soltó de su agarre para desaparecer por la puerta.
Una vez Kurapika salió del cuarto, Killua se dirigió a la ducha, se bañó, se vistió y caminó con las manos en los bolsillos hasta el cuarto de Gon. Ayer habían quedado en verse.
-Toc toc...- Llamó a la puerta.
-¡Pasa Killua!-
-¡GOON!- Se escuchó una chica enfurecida gritando del otro lado de la puerta.
-¡Oh no Killua! ¡No pases aún!-
Espero hasta que le dieran autorización y sintió cómo se abría la puerta. Una chica salió con el pelo mojado molesta de la habitación y lo miró con cara de pocos amigos.
-Me haces el favor de salir de la puerta, no puedo salir si estás ahí.-
-Ah claro.- La dejó pasar y entró a la habitación de Gon.
-Lo siento por lo de antes, Fer se estaba cambiando y hubiera sido incómodo que entraras.-
Killua analizó al moreno de pies a cabeza. Estaba en calcetas, tenía un short y una camisa verde, su cabello estaba desordenado y tenía la marca del colchón tatuada en la cara.
-Se supone que ibas a estar listo.- Habló fingiendo molestía con los brazos cruzados.
-Perdón... Es que Fer me ganó el baño. Ya entro a ducharme.-
Killua se tiró en la cama que supuso que era de Gon porque olía a él y observó con la confianza que el otro se sacaba la ropa. Primero se deshizo de la camisa, tenía una espalda grande y trabajada, luego siguió con sus pantalones. El albino no pudo más de la incomodidad y miró hacía otro lado.
-Que lindo techo.-
-Todos los techos son iguales Killua.-
Cuando notó que había hablado en voz alta se avergonzó. -Pero el tuyo está más limpio.-
-Cómo digas.-
Escuchó la puerta del baño cerrarse y se acomodó mejor en la cama. A lo lejos, pagadas en la pared, vió fotos de Gon.
La curiosidad le ganó y se paró a analizarlas. Ese chico era realmente adorable. Supuso que las de las fotos eran Mito y Bea, la anciana debía ser Abe. También tenía una foto con su compañera de cuarto y otra con Kurapika, se molestó un poco al ver que no tenía una foto con él. Pero vamos, se llevaban bien hace solo una semana.
-Andamos de curiosos.- La voz de Gon en su espalda lo hizo saltar. Se volteó a ver al moreno y se sorprendió al ver que ya estaba listo.
-¿Qué quieres desayunar Gon?-
-Ehmmm... Vi un puesto de churros cerca de la veterinaria que estaba cerca del edificio grande.-
-Comprendo, comprendo... Hace mucho no como churros.-
Salieron del cuarto de Gon directo a desayunar. Habían acordado verse para ir a comprarle ropa a Killua para la pedida de mano en el concierto. Debía ser linda, pero casual y cómoda. Así que Gon lo ayudaría con eso.
-Quiero un churro relleno por favor.- El moreno pagaría esta vez.
-Yo también quiero uno relleno.- Agregó el albino.
Se sentaron en una mesa que ofrecía el local y comenzaron a comer con unas enormes sonrisas en el rostro.
-Sabes Gon... Esa vez que me regañaste me sentí mal.-
-Ay Killua en serio lo siento.- En ese momento el moreno no lo notó, pero había escupido un poco de churro en la cara del albino.
-Idiotaaa.- Una camarera iba pasando con un pastel. En un abrir y cerrar de ojos Killua lo tomó y se lo aventó en la cara a Gon cómo venganza.
La gente del local estaba indignada, los hicieron pagar todo y los vetaron para siempre de ahí. Pero ellos solo salieron riendo y llenos de crema, ya que Gon había llenado a Killua con la que tenía en su cara. -Te ves dulce Killua.- Agregó divertido.
-Que gracioso.- En realidad si fue divertido, pero no lo iba a admitir. -Ahora no nos van a dejar entrar a la tienda de ropa.-
-Pero pasamos a un baño y nos limpiamos.- Era simple según el punto de vista del moreno.
Dicho y hecho, encontraron un baño dentro de un centro comercial y comenzaron a jugar con el agua quedando completamente empapados.
-Me gusta mucho estar contigo Killua.- Soltó el moreno de la nada.
El albino enrojeció e intento atacarlo, pero resbaló y cayó de espaldas al suelo.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJA KILLUA JAJAJAJAJAJAJA-
Risas. Risas fue lo único que escuchó salir de la boca del moreno.
Salieron del centro comercial completamente empapados bajo las miradas de desaprobación de la gente pero no les importó.
Mientras estaban sentados en el césped esperando que sus ropas se secaran llegaron a la misma conclusión.
Amaban pasar tiempo juntos, pero el otro no debía enterarse de eso.
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Estragos De Amor
FanfictionTe quiero, en realidad lo hago... Pero en estos instantes me gustaría que fueras otra persona...