XVI

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Cuando estuvo en su cuarto solo, por fin pudo darse el tiempo de pensar todo lo que había sucedido.

Aprovechó cada oportunidad que tuvo para abrazar al moreno y no dejó que la vergüenza lo detuviera, se sintió completo, fue feliz. Sin contar la casi escena de celos que le hace por besarse con Peter. Definitivamente todo estaba mal.

¿Pero con quién iba a hablar de cómo se sentía?

No podía decirle a Kurapika los nuevos sentimientos que estaba teniendo hacía Gon y contarle al moreno era algo que no estaba dentro de sus planes. Necesitaba alguien que lo escuchara o iba a colapsar.

Sintió como la puerta de la habitación crujía avisando que entraba Kurapika. Segundos después unos brazos rodearon sus hombros y cálidos besos fueron depositados en su cuello.

-¿Cómo estuvo tu día amor?- Habló suavemente el rubio.

-Ehhh... No me quejo.-

-El mío estuvo agotador... Pero aún tengo energías.- Giró la silla en la que se encontraba Killua para mirarlo de frente y se sentó en sus piernas. -Dentro de dos días es tu cumpleaños, podemos empezar a celebrar desde ahora si quieres.-

¿Cuál era el problema de hacer el amor con Kurapika? Después de todo era atractivo, sexy y era su novio. Le correspondía.

En un intento de sacar a Gon de su cabeza tomó al rubio con sus manos pegándolo a su cuerpo y lo levantó para llevarlo a la cama mientras besaba su boca, pero se detuvo en el instante.

-Kurapika... Yo...- Sentía un nudo en su pecho, le estaba siendo infiel a esos nuevos sentimientos que inundaban su corazón.

La puerta sonó.

-Mierda, quién se atreve a molestar.- Bufó molesto el rubio y un tanto atemorizado por lo que Killua quería decirle.

-Qué quieres decirme Killu...-

-Killua... Dejaste tu celular en mi bolso y esto... Quería devolvertelo.- La voz de Gon se escuchó tras la puerta.

Rápidamente se acomodó la ropa para abrirle la puerta al moreno, pero Kurapika lo tomó de la muñeca.
-Killua.- Lo miró suplicante.

-Pero es Gon.-

-¿Y?-

-Es Gon.- Se soltó del rubio y caminó hasta la puerta para abrirla y ver al moreno.

-Ooh disculpa si los molesté.- Bajó su mirada apenado al ver a Killua con la ropa desordenada.

-Tú nunca molestas Gon.- Rascó su cabeza con un leve sonrojo, pero cuando notó lo que hacía cambió su postura a una erguida.

-¡En realidad si molestas amigo! ¡Dale el celular y búscanos mañana! ¡Estamos ocupados!-

Las palabras de Kurapika hicieron temblar la mano de Gon provocando que tirara el celular. Killua no tuvo problema en recogerlo, pero no pudo evitar preocuparse al ver a Gon tan desconcentrado y apenado de un momento a otro.

-Gon... ¿Estás bien?-

-Oh sí... Ya me voy.- Rápidamente el moreno se perdió por el pasillo dejando a Killua sumamente preocupado.

-Killua me puedes decir qué mierda te pasa.-

La voz de Kurapika lo trajo de vuelta ya sus manos comenzaron a temblar, no sabía si decirle al rubio la verdad.

-Sí... Es que Gon...-

Kurapika no lo soportaba más.

Estuvo todo el mes de junio ignorando el hecho de que Killua le había dicho que no podía dormir porque estaba pensando en Gon y ahora le venía con esto.

-Gon, Gon, Gon. Siempre es Gon.-

Killua lo miró asustado.

-¡Estoy harto Killua! ¡Siempre sales con lo mismo!- Una lágrima cayó por su rostro.

-Kurapika yo...-

-¡Déjame hablar!-

Obedeció con temor a ser descubierto.

-Desde que te hiciste amigo de Gon estás todo el día preocupado por él... Y yo me siento inseguro.- Más lágrimas comenzaron a caer por su rostro. -Killua mírame.-

Lo diría, iba a decir lo que estaba pensando desde hace unos meses, pero que no quería admitir.

-Killua...¿Te gusta Gon?-

El albino sintió esa pregunta cómo una bofetada. Claramente la respuesta era un no ¿Cierto?

-N...no Kurapika... No entiendo por qué piensas eso.-

-Killua no me mientas.-

El ambiente se había vuelto tenso. Un tema que estaban ignorando desde hace un tiempo por fin había salido a la luz y ninguno estaba listo para enfrentarlo.

-Sólo lo conozco hace tres meses y...-

-Te preocupas más por él que por mí.- Interrumpió. -Te desvelas pensando en por qué se alejó de ti en vez de pensar en por qué ya no sonrío cómo antes.-

-Kurapika yo si pienso en ti.- Intentó tocarlo, pero el rubio lo apartó de un manotazo.

-¿Te gusta si o no?-

Killua tragó duro. -N... No... No lo sé.-

Esa gota derramó el vaso que estaba cuidando Kurapika desde hace semanas.

-¡¿No lo sabes?! ¡Debería ser un no firme! ¡No un no lo sé!-

-Kurapika... Perdón... Yo estoy confundido- Sus manos temblaban, tenía miedo.

-¿¡Perdón!? ¿¡Confundido!?- Las lágrimas no paraban de correr por su rostro mientras el albino permanecía firme y seco.

-L...lo siento, yo no quiero sentirme de esta forma ¡Te lo juro!- Está vez lágrimas empezaron a caer por sus mejillas. Era la primera vez que Kurapika lo veía llorar.

-Dejame sólo Killua.- Señaló hacia la puerta con su mano.

-Pero este también es mi cuarto...-

-¡Que me dejes solo!-

-¡Que esto esté pasando es culpa de los dos!- Killua se tapó la boca, sabía que no debía decir eso.

-¿Q... qué? ¿Culpa de los dos?- Kurapika estaba indignado.

-Si tu fueras más atento conmigo.- Debía terminar lo que empezó. -Yo nunca me hubiera desahogado con Gon... Y esto no estaría pasando.-

-Fue por lo del aniversario cierto...- El rubio se tapó el rostro con las manos y se sentó en la cama.

-Gon realmente se preocupa por mí...-

-Killua... Él te evita todo el tiempo.-

-¡No es así! ¡Gon siempre está para mí!-
No debió alzar la voz y lo supo cuando Kurapika se volvió a enojar.

-No quiero estar con alguien que piensa todo el día con otra persona.-

-Kura... No entiendo a qué quieres llegar con esto...- Realmente si entendía, solamente no quería aceptarlo.

-Estoy terminando contigo Killua.-



















Estragos De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora