Los nervios de Killua lo estaban carcomiendo vivo. Si Kurapika no llegaba en media hora iban a llegar tarde al concierto y no quería perder su primera fila.
Se miró al espejo una y otra vez, corroborando que estaba guapo. Pero no servía de nada. Sentía que moriría en cualquier momento.
Desde que lo conocía su novio le había fallado pocas veces, así que sabía que llegaría a tiempo. Aparte era una fecha especial, cumplían diez años juntos. Hizo ejercicios de respiración y practicó la pedida de mano frente al espejo unas diez veces más hasta que el teléfono sonó.
-¿Kura? ¿Dónde estás?-
-Killua lo siento... Voy a llegar tarde.-
-No importa amor, te puedo esperar.-
-No quiero que te pierdas el concierto.-
-No me importa el concierto, solo ven ¿Sí?-
-Perdón por hacerte esto está noche, pero si no terminamos ahora el trabajo
vamos a reprobar y mis compañeros
no me van a dejar ir hasta que tengamos más de la mitad listo.--Te puedo esperar...-
-Ay amor, sé lo mucho que querías
ir al concierto. Puedes ir, si quieres
invita a Gon, se moría de ganas por ir.--P... Pero era nuestra noche.-
-Ay amor, es sólo un concierto. Además
estamos todos los días juntos... ¿Te parece hablamos esto cuando llegue?--P... pero es un día especial.-
-Todos los días son especiales contigo...
Además no me gusta mucho Bruno Mars.-
-Cómo digas amor... Te espero.--Te amo.-
-Sí...-
-Disfruta por los dos.-
Killua cortó la llamada con el corazón en la mano. Sentía su cuerpo temblar... No era cualquier noche, no era solo un concierto, era el concierto en el que le pediría estar juntos hasta la eternidad. Le había costado tanto armarse de valor para dar un paso más que nunca pensó que ocurriría un imprevisto.
Siempre supo que para Kurapika las calificaciones eran importantes, porque varias veces lo dejo plantado en el colegio por hacer tareas, pero siempre le avisaba antes así que nunca se enojaba con él.
Pero esta vez era distinto, sentía que poco a poco todo se desmoronaba.
Quizás era un berrinche, pero por Dios que dolía.Se tiró en la cama y cayó la primera lágrima, ya no quería ir al concierto. Esperaría a Kurapika ahí para pasar su aniversario juntos, pero ¿No le había dicho que disfrutara? ¿Y si se enojaba con él por no ir?
Miraba la caja con el anillo en su mano, ya sabía que hacer.
Compraría velas y decoraría la habitación para que cuando Kurapika llegara estuviera con él, así podría pedir su mano con más tranquilidad.Vió las entradas sobre la mesa y recordó lo mucho que Gon quería ir al concierto. Primero iría a regalarle las entradas y después pasaría a comprar las cosas a un supermercado.
Se secó las lágrimas que aún rodaban por su rostro y se dispuso a salir del cuarto en búsqueda de Gon. Fue lo más rápido que pudo, para que el moreno no llegara atrasado.
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Estragos De Amor
Fiksi PenggemarTe quiero, en realidad lo hago... Pero en estos instantes me gustaría que fueras otra persona...