Estragos De Amor

XXXII

El ambiente se sentía tenso, cosa que Killua lamentaba demasiado. No quería insegurizar a Gon.

-Puedes preguntar.-

El moreno alzó una ceja y lo miró de reojo. Luego se sentó con calma sobre la cama desordenada.

-¿Qué quieres que te pregunte?-

El albino suspiró, era obvio.

-Ya lo sabes Gon.-

Pudo ver duda y miedo en esos ojos avellana que tanto amaba. Así que se sentó junto a él y tomó sus manos para acariciarlas con cariño.

-Por... Por qué fuiste con Kurapika a una cafetería.- Gon no quería sonar celoso, controlador o algo por el estilo, pero estaba siendo carcomido por dentro.

-Fuimos a hablar... Y resolver algunas cosas del pasado.- Besó las manos del moreno y luego lo miró a los ojos con sus blancas mejillas tornadas de rojo. -Le dije que estoy enamorado de ti...-

Gon se sonrojó y no pudo evitar soltar una risita. Luego lo besó en la boca.

-¿Sigue enojado conmigo?-

Se recostaron en la cama y comenzaron a hacerse mimos.

-Cada vez lo está menos... Te debe extrañar mucho. Si yo fuera él me moriría de pena al no verte.- Killua abrazó a Gon con fuerza. -Me dijo que era evidente que estaba enamorado de ti... Porque no podía parar de hablar de lo lindo que eras.- Estaba sonrojado hasta las orejas, pero quería que Gon se sintiera seguro y lo había logrado.

-Debería buscarlo para hablar con él...-

-Si quieres...-

-Killua.-

-¿Qué?-

-Algún día me voy a casar contigo.-

El corazón del albino se detuvo por unos segundos. Sabía que el futuro era incierto, pero esas palabras de Gon estaban dichas de cierta forma que nadie dudaría que eso acabaría sucediendo.

Abrazó a Gon con fuerza y ocultó su enorme sonrisa en el pecho del moreno. Era completamente feliz.

-Killua me tengo que ir...-

Lo sujetó con más fuerza.

-Sabes que tengo la entrevista de trabajo.-

Suspiró pesadamente mientras el moreno depositaba millones de besos en su blanca frente.

-¿Por qué mi vida no se puede basar en besarte, abrazarte y hacerte el amor?-

Killua se sonrojó hasta las orejas, se separó de Gon y lo besó en la boca. Luego se levantó de la cama.

-Te voy a llevar a la entrevista de la manito mientras los damos besitos.-

Gon lo miró con atención.

-Y cuando salgas haremos el amor.-

El moreno sonrió completamente de acuerdo con lo que decía su novio y se levantó de la cama para arreglarse.

Killua suspiro de satisfacción y se tiró sobre la cama a ver el techo. -Oye Gon.-

El nombrado asomó su cabeza desde la puerta del baño y lo miró con atención, con la boca llena de espuma por la pasta de dientes que estaba utilizando.

-¿Cuándo me vas a presentar a tu familia?- El albino alzó una ceja como exigiendo que fuera pronto.

-Uhm.- Entró nuevamente al baño, así que Killua asumió que estaba botando la espuma que tenía en la boca.

-Pensaba llevarte este mes.- Dijo cuando volvió a salir del baño mientras se rascaba la cabeza. -Le hablé a Bea a de ti y está emocionada por conocerte.-

El peliblanco sonrió y miró hacia el techo nuevamente. Estaba nervioso, no se llevaba bien con los pequeños, solo con Alluka cuando era menor. Y por lo que le contaba su novio, Bea era un mini Gon.
Solo en pensar en un mini Gon sus ganas de formar una familia con el moreno aumentaban, aunque no pudieran tener hijos de forma natural. Eso lo apenaba un poco, pero siempre podrían adoptar y tener una familia muy linda.

-En qué piensas Killua.- Gon se arrodilló a su lado al costado de la cama y tomó su blanca mano para besarla.

-En que me espera toda una vida contigo.- No notó que lo dijo en voz alta hasta que vio como Gon lo miraba con unos ojos completamente brillantes antes de abalanzarse sobre él.