XXV

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Todo había pasado tan absolutamente rápido que habían comenzado a sentirse un tanto agobiados y comenzaron a temer.
Había pasado tan solo una semana desde el caótico cumpleaños de Killua y sus cuerpos sentían como si hubiesen pasado meses.

Ahora estaban recostados en la cama haciéndose mimos mientras seguían asimilando todo lo que les había ocurrido. Ni tiempo tuvieron de disfrutar su relación, entre las citaciones con el juez, los exámenes reprobados de ambos y la forma en que la gente los miraba en la universidad, se sentían tan cansados. Cansados de todo lo que les ocurría, pero aún así Killua no se arrepentía de nada porque podía estar así con Gon... Aunque quizás le hubiese gustado que fuera de otra forma.

Mañana llegaría Alluka así que el poco tiempo libre que les quedaba lo invertirían en ella, ya que la chica anhelaba conocer a Gon y Killua hacía todo lo que quisiese su hermana.

-Killua... Te ves cansado, duerme yo ordeno todo.- No le gustaba ver a su chico así, lleno de ojeras y con la mirada perdida. Quizás si no se hubiese entrometido en la relación de él y Kurapika nada de esto estaría pasando, Killua no estaría reprobando una materia, no tendría que haber pasado su cumpleaños en una celda y no tendría que aguantar las feas miradas de la gente en la universidad acusándolo de infiel. Él deseaba hacer feliz a Killua y estaba haciendo todo lo contrario a eso, se sentía un idiota.

-No quiero dormir...- Besó la nariz de Gon y lo miró a los ojos. -Quiero aprovechar el tiempo para estar contigo.- El moreno se sonrojó al escuchar eso y Killua sonrió.

-Te quiero ¿Lo sabes?-

El albino asintió.

-Perdón por todo...- La mirada de Killua cambió al escuchar eso, no entendía el por qué de las disculpas. Gon explicó. -Tu vida es un desastre ahora y es mi culpa.-

Killua entendió y rodó los ojos para separarse de Gon y sentarse frente a él para regañarlo.

-No te lleves tanto crédito Gon.- Le sacó la lengua para molestarlo. -Será un desastre, pero me gusta este desastre. Me gustas tú.- Se sonrojó un poco al decir eso, pero realmente le hacía mal ver a Gon así. Quizás estaba reprobando un curso, siendo el centro del chisme y tenía una citación pendiente con un juez, pero todas esas cosas juntas no eran si quiera comparables con ver a Gon triste, era lo peor que le podía pasar en la vida.

El moreno lo abrazó rápidamente para esconder sus mejillas rojas en el pecho de Killua y este solo le dio caricias en el cabello. -¿Te parece que estudiemos Gon? Hay que aprovechar el tiempo.-

Los dos suspiraron y se dirigieron al comedor con sus cuadernos, pusieron agua hervir para tomar un café y pusieron música clásica para intentar concentrarse. Cada uno se estaba enfocando en lo suyo y tomaban la mano libre del otro de vez en cuando para acariciarla. Pero después de una hora así cualquiera pierde la concentración.

Gon veía con atención como Killua mordía un lápiz intentando entender algo y sentía que se enamoraba cada vez más, no lo podía evitar.

-¿No entiendes algo Gon?- Killua lo miró con ternura, sabía que al moreno le costaba estudiar mucho tiempo seguido.

-¿Cómo puedes ser tan lindo?- Consiguió que las mejillas que tanto le gustaban se volvieran rosadas.

-Idiota... Me refiero a la materia... Quizás puedo ayudarte.-

-Uhm.- Puso su mano en su mentón en forma pensativa. -Creo que quizás necesito un descanso.-

No quería desconcentrar a Killua, se sintió idiota por decir eso. Ahora el albino iba a perder las ganas de estudiar por su culpa.

Estragos De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora