Estragos De Amor

XXIV

Gon guardaba sus cosas con una sonrisa en el rostro mientras Killua ocupaba su teléfono para hablar con Alluka, la chica estaba muy molesta porque nadie le comunicó que habían encontrado a Killua.

-Alluka... Sí... Lo siento.- Se veía adorable ante los ojos del moreno, parecía que su hermana lo estaba castigando.

Siguió guardando sus cosas en su bolso y se preguntó si sería prudente llevarse el cuadro que le regaló Kurapika en su cumpleaños. Miró a Killua como buscando su aprobación y este asintió.

Luego de aproximadamente una hora todas sus cosas estaban guardadas, solo debía esperar a Fernanda para despedirse de ella. Aunque no era como que no la iba a ver nunca más, solo ya no serían compañeros de cuarto.

Estaba acurrucado en el pecho de Killua disfrutando de las caricias que este le propiciaba en el cabello cuando se abrió la puerta.

-Gon....-

La chica sonrió con un poco de melancolía al ver los bolsos de Gon sobre su cama, esta noche dormiría sola. Y todas las siguientes también.

-Fer... Me voy.-

Cerró la puerta a sus espaldas y fue a abrazar al moreno con fuerza. -Te voy a extrañar... Pero solo un poco.-

-Yo igual te voy a extrañar.-

-Mentiroso.- La chica miró a Killua y este estaba en el celular de Gon chusmeando mientras ellos se despedían. -Pero no me importa.- Bajo el tono y susurró en su oído. -Que seas muy feliz Gon.-

-Gracias fer.-

Cuando salieron de la habitación, la chica se sintió vacía. Ahora el cuarto se sentía sin vida. Suspiró y se tiró en la cama de Gon para pensar en esa nueva etapa que se venía. No era como que no fuera a ver a su mejor amigo nunca, aún lo vería todos los días, pero ya no sería lo mismo. Fue lindo mientras duró.

Y mientras ese lugar perdía su esencia buscando una nueva, el departamento que arrendó Killua se comenzaba a sentir como un hogar.

Acomodaron todas las cosas escuchando música, casi rompieron la cafetera pero no paso a mayores así que solo se tiraron al suelo a reír por mucho tiempo. Los dos juntos eran un desastre y eso era muy divertido.

Después de darse besos subidos de tono en la cocina decidieron ir al supermercado, no querían avanzar más rápido de lo que ya iban.

Cuando llegaron, comenzaron a leer la lista que Killua hizo y fueron pasillo por pasillo buscando cada elemento de ella, aprovechando cuando nadie los veía para correr con el carro por los pasillos.

-Killua no tienes sal, tampoco la anotaste en la lista.- Dijo analizando la lista que tenía en la mano.

-La hubiese anotado si alguien no hubiera empezado a darme besos en el cuello.- Killua le quitó la lista y con el lápiz que le regaló Gon anotó "Sal" -Listo ahí está y es no "tenemos" sal, es de los dos el departamento.- Killua tomó a Gon de la cintura y lo besó haciéndolo sonrojar.

-Es que aún no me acostumbro...- El moreno tomó a Killua del cuello de su camisa para seguir besándolo. Esa boca era su nueva droga. Mucho mejor que en sus sueños.

-¡Felicitaciones!-

Una voz conocida para ambos los hizo separarse de golpe y mirarse con terror.

-Que linda pareja hacen.- Se notaba la ironía en su voz. -¿Desde cuándo están saliendo? ¿Desde ayer? O... ¿Quizás desde antes de que terminara contigo?- Miró a Killua con aparente tristeza y rabia en sus ojos.

Kurapika se veía mal, realmente afectado.

-K...Kurapika...- Gon fue el primero en intentar decir algo, pero Killua lo interrumpió.