¡Ya no más! [ Mo Dao Zu Shi ]

Capítulo 05:

— Bien, A-Ying. ¿Enserio tú hiciste todo esto? — preguntó entusiasmada.

Wei Wuxian parpadeó, asintiendo. Jiang Cheng los dejó solos a petición de ChangZe.

— Aiya, mi hijo es increíble. Mira que hacer un nuevo método de cultivo — declaró, lejos de lucir disgustada o molesta, lucía fascinada.

La mujer tomó las frías manos de Wei Ying, llevándolo a una zona limpia para sentarse y hablar.

— ¿No crees que está mal...? — preguntó en un murmullo.

Si los adultos no estuvieran prestando atención, quizás no lo abrían escuchado. CangSe lo miro unos segundos antes de negar.

— Entre la energía resentida o la energía espiritual ¿Cuál es la diferencia? Ambos son energías. Uno es Ying, otro es Yang. En este mundo, todo se complementa. ¿Por qué estaría mal? A-Ying... No sé qué fue lo que tuviste que pasar todo este tiempo que no estuvimos presentes en tu vida. Pero ten por seguro que no permitiremos que nada más te lastime, somos tus padres... Si, tal vez no pudimos estar todos estos años a tu lado, pero seguimos siendo tus padres, ahora que llegamos nos vamos a quedar. — declaró.

— Y si alguien te quiere hacer daño, tendrá que pasar por nosotros — complementó ChangZe.

— Les daremos una paliza por ti ¿Bien? No te preocupes por lo que diga la gente. En su mayoría, son idiotas que se creen la gran cosa y al final no son más que un grupo de habladores sin nada mejor que hacer en sus vidas. — desestimó.

— Los cultivadores practican la benevolencia y la rectitud, su cultivo no tiene nada que ver. ¿O es que nunca un Cultivador justo hizo algo mal en su vida? — preguntó el hombre.

— Además... No tienes de otra más que esto ¿Verdad? — comentó su madre.

Wei Ying se tensó.

— No te preocupes, no diremos nada si no quieres, tampoco te forzaremos a contarnos que pasó. Encontraremos una manera de ayudarte de todas formas. — declaró la mujer.

ChangZe asintió.

Wei Ying suspiró.

— Bien, A-Ying. Creo que es hora de volver, debes comer y limpiarte para que puedas descansar — comentó, cepillando los cabellos de su hijo.

Independientemente de la edad, seguiría siendo su bebé por lo que estás muestras de afecto no le eran raras. Wuxian por su parte tampoco se sentía incómodo y simplemente se dejaba hacer.

Se sentía bien el calor que su madre le proporcionaba. El cariño que desbordaba cada una de sus acciones. Las voces en su cabeza dejaban de gritar, era como si algo los mandara lejos para que ya no pudieran molestar.

Se dejó caer dormido simplemente sintiendo a sus padres cerca. Estaba agotado física y mentalmente, por lo que al sentirse seguro y a salvo, su cuerpo cayó.

ChangZe sonrió, sin decir mucho, lo cargó con cuidado y junto a su esposa, salió. Afuera estaban los Jiang, esperando, cuando los vieron, se prepararon para partir.

Se movieron rápido para llegar al campamento de la 'rebelión', ignoraron el hecho de que Wei Ying era cargado como un bebé todo el camino, tampoco es como si los adultos les permitieran decir algo.

Sus miradas llenas de advertencia daban miedo.

Cuando llegaron, Jiang Cheng los guió a una tienda para que pudieran estar juntos y luego se fue.

La pareja se movió en conjunto para buscar agua tibia, trapos y ropa limpia. La pareja limpió con cuidado el cuerpo del cansado adolescente, lo vistieron y luego lo acostaron en la cama con cuidado de no despertarlo. CangSe colocó la flauta a un costado de la cama por si su hijo lo necesitaba.

CangSe se acostó a un lado de Wei Ying y ChangZe al otro lado, ambos abrazaron el delgado cuerpo de su hijo antes de caer dormidos.

Por fin se sentían tranquilos. Por fin tenían otra vez a su pequeño Ying entre sus brazos.

Cuando Wei Wuxian despertó todavía era muy temprano y se vio atrapado entre dos cuerpos, al inicio se asustó, luego recordó que ayer vio a sus padres y se relajó, su tez había mejorado un poco luego de recuperar una noche entera de sueño sin ninguna pesadilla, además, se sentía cómodo. Observó en silencio el rostro de sus padres, recordando lo sucedido la noche anterior, sus palabras y acciones.

Ahora mismo, lo estaban abrazando firmemente, como si temieran soltarlo.

Sentía su pecho cálido, se acomodó mejor, sonriendo ligeramente al verse enredado entre los dos cuerpos.

¿Hace cuanto alguien lo abrazó por última vez?

No lo recordaba pero se sentía bien. Sin problema alguno volvió a quedarse dormido.

Luego de un rato, el que abrió los ojos fue ChangZe, mismo que observó a su esposa e hijo con una sonrisa. Con cuidado salió de la cama, beso la frente de su esposa y acarició la flaca mejilla de su hijo, saliendo rápidamente.

Cuando Cangse despertó, ChangZe se encontraba entrando a la tienda con una olla y tres tazones.

Dejó un besito en la mejilla de su hijo y se levantó con cuidado de no despertarlo.

CangSe tenía muchas preguntas que hacer, pero tampoco quería incomodar al menor, quería que el mismo dijera lo que pasaba en su cabeza.

Por lo que solo quedaba esperar, cuidar del menor y dejar que poco a poco se suelte el solo.