Cuando Lan Qi Ren recibió una carta mariposa —una en particular que sólo la familia principal del Clan Jin sabían usar, y que por obviedad, pocos conocían la forma de hacer uso de ella— le llegó, sintió que su cuerpo se estremecía.
La última vez que había visto la pequeña mariposa echa de energía espiritual fue cuando su esposo le había escrito una noche que ambos estaban distanciados por sus deberes y él se sentía aburrido, Lan Hong solía jugar con eso muy a menudo desde que se casaron, escribiendole poemas o canciones y enviandoselas a través de ellas. Ese hombre gustaba de gastar su tiempo en cosas irrelevantemente románticas.
Los que conocían la forma de hacer estas cartas fuera de los Jin, eran su familia, los Wei y el anterior líder de Secta Nie. Los Nie no podían haberla enviado por obvias razones, sus sobrinos tampoco, pues solían usarlas para mensajes importantes y eso ocurría rara vez, así que solo quedaban los Wei.
Tuvo que reprimir un pequeño grito de exasperación que quiso escaparse de sus labios cuando cayó en cuenta de quien podría haberle escrito.
Abrió la carta mariposa haciendo uso de un poco de energía y leyó lo que tenía escrito dentro, su expresión variando entre molestia y preocupación.
No explicaba mucho pero la ansiedad y el pánico estaba impregnado en todas las palabras. Por lo mismo se movió para ir a buscar a la familia de la doncella.
No era normal que Cangse Sanren le escribiera, mucho menos que sus palabras desbordaran emociones negativas. La última vez que ocurrió, la pareja sufrió un desagradable destino y aún recordaba a su esposo buscando al pequeño Wei Ying completamente preocupado, llegando incluso a pedirle ayuda a su hermano para buscar al pequeño hijo de sus hermanos jurados.
Ver como la tristeza y el fracaso se asentaba en el rostro de su esposo cada día que pasaba y no encontraba a Wei Ying fue doloroso. Y ahora que lo pensaba también era sospechoso. El matrimonio Wei había dejado en claro en donde se estaban quedando por si querían visitarlos, y cuando fueron en busca de Wei Ying una vez se enteraron (o mejor dicho, una vez Lan Hong sintió que era sospechoso la falta de noticias) de lo ocurrido con el matrimonio, el niño no estaba ahí, esa noche revisaron todo el lugar pero a Wei Ying nunca lo encontraron.
Fue desconcertante.
Saliendo de sus pensamientos y luego de hacer los arreglos correspondientes, se apresuró a decirles a sus sobrinos sobre su viaje y así poder partir rumbo a Yummeng sin más problemas.
El viaje solo duró 3 días, pero fueron días pesados. Por alguna razón se sentía nervioso, el corazón le latía desbocado y sus manos sudaban.
Cuando llegó al Muelle, dos discípulos se encontraban parados, esperando posiblemente. No necesitó decirles nada, estos dieron una reverencia y pronto lo dirigieron hacia donde estaban sus antiguos compañeros de clase y hermanos jurados de su hermano.
La delgada espalda de Cangse fue lo primero que vio, sus túnicas blancas con arreglos en negro eran llamativos entre montones de uniformes morados. Ella estaba parada enfrente de una puerta, luciendo algo sorprendida y enojada a su vez.
— Cangse-... — ni si quiera pudo terminar sus palabras antes de que estaba alzará la vista de forma abrupta, dirigiéndola en su dirección.
Tanto los discípulos como Qi Ren se tensaron, algo asustados aunque en caso del Lan, jamás lo admitiría. La doncella se acercó, silenciosa pero firme.
— Madam Cangse. — saludaron ambos jóvenes, quienes apenas tuvieron oportunidad, huyeron, dejando así, a Lan Qi Ren enfrentando a la mujer.
— Antes de explicarte lo que pasó, necesito advertirte: que no haga movimientos bruscos, ni demasiado ruido. Ya está mejor, aunque despertó hace poco y a estado preguntando por ti — declaró — llegaste en el momento adecuado, estará feliz.
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¡Ya no más! [ Mo Dao Zu Shi ]
Fiksi PenggemarEn donde los padres de Wei Wuxian viajan accidentalmente al futuro y se encuentran con la noticia de que el Clan Wen se está pasando de la raya y también con el hecho de que ellos 'deberían estar muertos'. Por supuesto, Wei ChangZe pone manos a la o...