Capítulo 3

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— Pareciera que hablas mucho más con Thomas estos días que conmigo —la preadolescente castaña hace un puchero.

Resulta que ha sido muy poco el tiempo que nos hemos visto y apenas ha tenido tiempo de hablarme sobre asuntos personales.

— Bueno, tal vez eso sea porque Thomas pasa más tiempo en casa —doy una risita. — Desde hace varias semanas que prefieres estar en lo de Francine —desvía su vista.

— Entonces dejaré de ver a Francine —se cruza de brazos, decidida, lo que me resulta gracioso porque estoy conduciendo directo a casa de la pelirroja.

— Claro que no, es tu mejor amiga.

— Si eso hace que mi reemplazo sea Thomas no lo será más. —suelto una carcajada.

— Cass, necesito estar para ambos, soy su niñera y ese es mi trabajo. Puedes llamarme cuando esté en el hospital siempre que lo necesites, no importa el horario que me asignen.

— De acuerdo, Lex —da una sonrisa ladina.

— Bien, ya quedamos. Tu hermano no tendrá ese privilegio.

Conduzco un par de minutos en medio del silencio, lo cual es extraño porque Cassie acostumbra a hablar hasta por los codos.

— ¿Pasa algo? Además de tus celos —observo por el retrovisor que se queda pensativa.

— Es solo que no había pensado en algo antes y me da un poco de temor preguntar aún ahora. —la veo juguetear con su cabello, una clara señal de que está nerviosa.

— ¿De qué se trata?

— Mmm —titubea. — ¿Qué sucedió con Peter, Lex?

Es cierto que nunca toqué el tema con los niños, pero no es como que tuviera relevancia en sus vidas y para ser honesta no creí que les incumbiera.

— Nada malo...

— ¿Segura? —asiento.

— Muy segura, Cass. —me mantengo con la vista al frente. — A veces los adultos deben tomar caminos distintos y eso fue lo que sucedió. —alza una ceja.

— ¿Tu camino fue quedarte aquí y el de él fue... ser novio de Camila?

— Estoy bastante segura de que tenía otros proyectos además de ese. —suelto una risa.

Aparco frente a la casa de su amiga Francine, esperando a que Cassie corra hacia adentro con la pelirroja, pero parece decidida a continuar con la conversación.

— Entonces ¿tú dirías que no terminaron en malos términos?

— ¿Terminar? —niego. — Peter y yo solo éramos amigos. —la menor frunce su entrecejo.

— Pues que extraños amigos. —conserva su seriedad. — Supongo entonces que no te molestará que vaya a un concierto suyo mañana.

— En lo absoluto.

— Ya sabes que Madeline es fanática de él y que cumplirá 14 la próxima semana, así que Francine compró algunos boletos durante el otoño y estuve tratando de decirte, pero no encontraba muy bien las palabras.

— Cassie, jamás me molestaría por eso —me giro para verla. — Diviértete mañana.

— Gracias, Lexie. —se desabrocha el cinturón rápido para intentar darme un abrazo y luego la veo correr hasta la acera, donde Francine ya aguarda por ella.

Después de ver que ambas entran a la casa, lo siguiente que hago es dirigirme hasta el hospital, lo cual no me lleva más tiempo de lo normal a pesar de que ha comenzado una leve llovizna.

Au Pair : No me sueltes || Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora