Capítulo 18

143 9 2
                                    

Desperté sola en la cama del hotel. Ya era mi turno de ser abandonada, aunque él tuvo la decencia de dejar una nota


Andrew vino por mí, aún es temprano y el sol ni siquiera ha salido, pero tengo que trabajar:(

Espero regresar a tiempo para desayunar juntos, pero de todas formas te dejo el número de Jake por si necesitas regresar a tu hotel, él irá por ti.

Sigues luciendo igual de tierna cuando duermes, tal y como lo recuerdo <3

— Tu niño tomate


El número del guardaespaldas está al reverso de la nota y lo agendo en mi teléfono de todas formas porque podría ser útil algún día.

— ¿Ya necesitas irte? —me sobresalto al escuchar su pregunta.

— ¿Que no estabas trabajando?

— Ya regresé. —lo veo salir del baño con una sonrisa burlona. — Lexie, son las diez de la mañana y me secuestraron a las cinco.

— Apenas y dormiste. —tomo su mano para tirar de ella y hacer que vuelva a la cama.

— Lo bueno es que tú dormiste por mí. —ríe.

— Ven aquí. —insisto.

— Mejor vayamos a desayunar. —ahora él tira de mí para que me levante.

— La verdad se me antoja estar recostada contigo y ya.

— Pero tienes que comer. —hace puchero.

Me encantaría salir a desayunar con él, eso es seguro, pero apenas anoche se presentó y las fanáticas deben suponer que sigue aquí.

— ¿No podemos hacer ambas cosas? ¿Cuándo fue la última vez que tomaste el desayuno en la cama? —lo veo librar aire. — Piénsalo, tú y yo, comiendo pancakes mientras nos damos besitos después de cada bocado.

— Me convenciste con lo de los besitos. —sonrío, victoriosa, mientras le permito tomar el teléfono de la habitación para que ordene el desayuno.

Escuchar a Peter adoptar un tono completamente serio mientras ordena, me hace querer soltar una carcajada, pero intento reprimirla a toda costa.

— ¿Qué he dicho? —pregunta en cuanto la llamada ha terminado.

— Nada, solo estaba admirándote.

— Te estabas burlando —frunce el ceño. — ¿Qué he dicho mal?

— Nada.

— Alexandra. —me mira, insistente.

— No estoy acostumbrada a verte tan serio, lo siento.

— No iba a pedirnos el desayuno riendo a carcajadas.

— Ya lo sé. —recargo mi cabeza en su hombro.

— Me comporto con seriedad la mayor parte de mi día ¿lo sabías?

— Lo suponía, pero no me lo imagino.

— ¿No te lo imaginas? —niego con mi cabeza, una y otra vez. — ¿Tú sí puedes comportarte seria y yo no?

— ¿Me imaginas riendo en un quirófano?

— ¿Y tú me imaginas riendo en una reunión?

— Sí lo hago. Prácticamente Andrew es un amigo más para ti.

— Ya conoces a Andrew comportándose con seriedad ¿crees que me permite reírme en las reuniones?

— Tal vez —me encojo de hombros.

Au Pair : No me sueltes || Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora