Capitulo 9

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SAMUEL  P.O.V

La bese y nadie puede culparme, me lleva provocando por mucho tiempo, el interés de imbécil de Christian en Carla solamente hico apurar mi decisión de besarla. Es cursi, lo sé y sé que a Carla no le gusta ese tipo de cosas.

Todo lo que hago es algo que no tengo planeado, no tuve el plan de besarla bajo la lluvia, tampoco quise acostarme con ella, pero por algo paso, ¿no?

Entramos en casa besándonos sin control, la tengo sostenida por cintura de manera dura, no pienso soltarla, ahora no va dejarme sin ganas. Debo reconocer que estar con Carla es como si estuviera con una amiga, el hecho de que no nos soportamos tanto nos hico estar distanciados.

Beso su cuello, me estaba drogando con su olor, olor de perfume, olor de piel, esa piel tan dulce, tan caliente, tan... ¡joder!

Carla quita su abrigo, me atrae hacia ella y me besa en labios, ahogándome con su lengua que solamente pude soltar gemidos sensuales.

De repente toma el control de manera rápida, cambiamos posiciones, me empuja para quedar quieto sobre la pared, quita mi camiseta y empieza besarme, sus labios bajan por mi barbilla, cuello, cuerpo.

-Joder... - susurre

Se levanta y me besa una vez más, entonces me empuja y me confundí por un segundo, no entendí nada, pensé que iba mandarme a la mierda, pero no... me mira con sonrisa seductora y sube por escaleras sin dejar de mirarme.

La seguí, seguí esos pasos confundidos que me llevaban hacia mi habitación. Parece que vamos a tener ese costumbre raro de follar en mi habitación, es una hija de puta que me está calentando de manera rápida, uff.

Entre y me acerque a ella, le estaba mirando muy serio porque jamás tuve relaciones con una mujer tan sexi, tan caliente, tan... joder, me pone mucho.

Le bese en labios, caemos sobre mi cama mientras bese su cuello, le muerdo, sentí sus manos en mi espalda, sus uñas... joder, me dolía pero me encanto.

No sé como paso, ni recuerdo... pero ya estábamos completamente desnudos, estaba entrando en ella suavemente. Joder, esto parecía mas como hacer el amor que tener sexo, tenía que hacer algo, retomar el puto control.

Empiece embestirla de manera más rápida, oyendo esos gemidos me hico estar más cachondo.

¿Cómo es posible ser más cachondo de lo que era?

-Me estoy volviendo loco – susurre en su oído

No sé que me estaba pasando, tenía un efecto grande en mí, debe ser que me falta una follaamiga, nada más.

CARLA  P.O.V

Pase la noche con Samuel de nuevo, es raro estar aquí con él, muy raro.

Jamás pensé que todo esto podría salir del control, no quise tenerlo ni como amigo ni como follaamigo y ahora eso se esa convirtiendo a puta realidad.

Me desperté temprano, es una locura pero el sexo con Samuel me dejo dormida por más de ocho horas, nunca pensé en eso.

Samuel estaba dormido, tuve que mover su mano que se encuentra sobre mi cintura, lo moví con dificultad y me levante para irme al baño de su habitación.

Me estaba mirando en el espejo, me fije en mi cuello, me dejo varias mordidas.

-Mierda...

Samuel abre las puertas y me fije en el atreves el espejo.

¿Qué estaba pasando?

¿Somos amigos o qué?

No podemos ser amigos porque lo único que llevamos haciendo es pelear... y follar.

¿Somos follaamigos?

No, no tengo tiempo para tener un follaamigo, no...

-¿Qué miras? – pregunte

El sonríe, se acerca a mí por detrás, pone ambas manos sobre mi cintura, empieza besar mi cuello.

-¿Qué... que haces? – dije al empujarlo

-Necesito despertarme de alguna manera, ¿no crees? – susurra

-Existen otras formas de despertar.

Vuelve acercarse a mí, me mira en los ojos de manera más rara, tan solo mirarlo en los ojos veo una oscuridad, unos ojos tan oscuros que no me dejan voltear, simplemente quiero seguir mirándolo en los ojos.

-No sé porque tienes miedo, siempre podemos ser amigos que follan a veces... - decía al pasar con la lengua sobre sus labios

-¿Amigos? ¿Desde cuándo somos amigos?

-Hemos ido juntos al teatro, ¿no?

Lo que Samuel no entiende es que yo siempre tengo el control, a mi no me puede tratar de la misma manera que a las demás, eso jamás.

-No me gustas... - dije claramente

-Bien – dice sonriente

Le empuje de nuevo, me queda mirando como un idiota, con boca abierta y ceño fruncido.

-Y una cosa más... - dije al acariciar su torso - ... sexo nunca tendrá ningún efecto en nuestra nueva amistad o lo que sea que es.

Samuel sonríe, yo rodea las piernas sobre su cintura atrayéndolo, besándolo en labios, el empieza besar mi cuello, yo meto las manos en su pelo y suelto un gemido fuerte.

Un matrimonio sin amor - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora