Capitulo 26

396 21 0
                                    

SAMUEL P.O.V

Entre estar pasando tiempo en empresa, mi inicio de estudios de derecho y el tiempo libre que paso junto a Carla... estaba demasiado cansado para cualquier otra cosa.

Por eso anoche estaba tan cansado que ni siquiera hicimos el amor, pero sentí lastima por su esfuerzo para hacer la cena.

Hoy era domingo y eso significa que voy a poder quedar a casa todo el día, así lo hacía cuando iría a colegio, pero ahora es muy diferente, vendería mi alma al diablo si así pudiera estar de su lado siempre.

Carla acaricia mi pecho, se removía en cama, ya estaba despierta.

-Buenos días, preciosa – susurre al besar su cabeza

-Es raro que te hayas despertado tan temprano... - decía

Sentí enojo en su voz, va ser que pensó que no tenía ganas de hacer el amor con ella, pero no se trata de eso.

-¿Cómo?

Se levanto y hace mueca de desagrado, sabía que iba enojarse.

-Estaba muy cansado – lo explique de nuevo

-¿Cansado? – se ríe

-Aunque te cuesta entender, cuando estoy bastante cansado no tengo ganas de nada...

Se hace la dura, pero en el fondo esta rogando para que la bese.

-Tú siempre tienes ganas de sexo, Samuel... - susurra

Me acerque a ella, le beso en labios, me incline sobre ella y sigo besándola.

-No siempre, pero estoy seguro que puedas entenderlo y seguir fingiendo que sabes como resistirte a mis encantos – susurre a su oído

Carla gime, bese su cuello apasionadamente al sentir sus manos acariciar mi pecho, los sentimientos nos hacen débil pero no me importa. Jamás pensé que iba ser capaz de cambiar por una mujer, ahora estaba cambiando y sabía que hay momentos cuando Carla se hace la dura y fría, aunque es todo al revés.

-No tienes idea de cuánto te amo... - dije al mirarla en el rostro

Ella me mira con miedo, tenía miedo a los sentimientos, yo también...

-Igual tienes razón, no tengo ni idea, pero si se que lo que yo estoy sintiendo es para siempre, no se apagara nunca – decía

Nos entregamos en otro beso y empezamos hacer al amor de manera muy lenta, jamás lo había hecho así, debe ser que hacer el amor es diferente de follar. Eso lo sabía, pero nunca tuve experiencia similar, era como soñar los sueños más dulces.

Mi amor con Carla era como estar tres metros sobre el cielo, no hubo fin, no quería que terminara y soy capaz de cualquier cosa si alguien trata de separarnos.

Al terminar de hacer al amor seguimos acostados muy agotados, mirando el techo y tratando buscar palabras para describir ese sentimiento de hacer el amor con una persona que amas, es diferente y mágico.

-Un día durante educación física durante nuestros años en secundaria, estábamos solos los dos, esperando a todos los demás. Tú no te acuerdas de ese día, pero yo a veces doy vueltas y lo recuerdo con mucho gusto. Te vi en ropa de deporte, tus piernas, tu figura perfecta, incluso llevabas maquillaje, lo primero que pensé es que sea imposible que una chica como tú se levanta muy temprano y hace maquillaje antes de clase de deporte – me reí al recordar

Carla me mira y escucha con mucha atención.

-Soltaste el pelo que te caía sobre espaldas y no deje de mirarte, te estaba mirando esos cinco minutos y te juro que no pude parar – explique con mucha emoción

Un matrimonio sin amor - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora