Capitulo 47

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SAMUEL P.O.V

Un día de estos estaba lloviendo tanto que creí que íbamos terminar aquí para siempre, aunque no me quejaría.

-Bueno, parece que estamos atrapados con la lluvia - comenta Carla

-Hay muchas cosas interesantes que se podrían hacer adentro también - menciona

Con mi mirada coquetea y mi sonrisa de un conquistador, Carla entiende bien a lo que me refiero.

-Siempre pensando en eso, ¿no? - decía

-Ven, vamos a ver alguna película y disfrutar del día.

Dije al tomarla por la mano, ella se negaba un poco, pero al fin termina abrazándome, entierra su cara en mi cuello.

Me dejé llevar, estaba haciendo lo mismo ella, enterrando mi cara en su cuello, de repente empiezo besar su cuello, llegando hacia el lóbulo de su oreja.

-Dios... estar cerca de ti y tener el autocontrol es imposible - susurré en su oído

Le bese en labios, nos seguimos besando mientras caminamos hacia la mesa donde Carla sienta y separa sus piernas mientras seguimos con los besos.

Cada día esta relación se ha vuelto más y más pasional, no me importaba llevar relación física tanto como lo sentimental, me estoy volviendo más loco por ella y sé que este matrimonio es y siempre será lleno de mucho amor.

CARLA  P.O.V

Samuel empieza besar mis rodillas, primero parecía ser un simple beso, no hubo nada erótico sobre eso, pero luego en su modo de siempre todo el ambiente se vuelve más tenso y más sensual.

Todo es jodidamente sexi.

-Samuel... - gime

Él levanta cabeza y sus ojos se encuentran con los míos.

-Dime...

-Sigue...

-¿Quieres que pare? - se ríe

Lo hacía a propósito.

Sin embargo, Samuel sigue besando mis rodillas, cierre los ojos y pude sentir como sus manos se meten por debajo y él logra quitar mis bragas.

Entonces de verdad perdí autocontrol, puse mano sobre su camiseta, acercándole hacia mí, quitándole esa maldita camiseta de un golpe.

Mis manos acarician su cuerpo, de sus músculos hacia su espalda mientras él mete su lengua en mi boca, besándome con mucha prisa.

-Cálmate, guapo... que no tenemos ninguna prisa - dije al detenerme un poco

Estaba acariciando su barbilla con mi mano, ahora era yo quien lo estaba provocando.

-Siempre serás mía, Carla - susurra antes de volver besarme y hacerme el amor casi todo el día


Un matrimonio sin amor - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora