Un matrimonio sin amor - CARMUEL

Capitulo 32

SAMUEL P.O.V

Juzgando por su cara de sorpresa no espero verme por acá, va ser que Lu no se comunico con ella porque no quería que ella supiera algo. Lu me está cayendo mejor cada día mas, va convertirse en buena amiga ya que demostró que quiere ayudarme.

A pesar de todo ella me deja pasar, la casa era bonita, nunca ha estado aquí, por lo visto ella pretende quedarse acá por mucho tiempo y yo vine a cambiar su opinión.

-Lu me conto donde estas y no la odias por eso, no me iba dar por vencido hasta que sepa dónde te fuiste – dije

-Yo no te he pedido explicaciones, supongo que no has venido para hablar como viejos amigos.

Sigue fría y dura conmigo, cree que va poder alejarme de su lado tan fácilmente.

-No, yo vine para tomarte por la mano y llevarte conmigo de vuelta – dije

-¿Y crees que con un gesto romántico vas a hacerme cambiar de opinión? – Cuestiona sonriéndose – No soy así, hasta ahora ya me habías conocido lo suficiente, sabes que no algo así no calentara mi corazón – termina de decir

Su sonrisa la delata, por supuesto que con un gesto cursi o romántico pueda hacerle cambiar de opinión.

-Como se ve que mientes, o sea deberías hacer más esfuerzo si quieres que te crea que me quieres lejos – dije al acariciar su mejilla

-No tienes idea de nada, no sabes nada...

-Dímelo entonces, ya que estoy aquí vamos a hablar sinceramente y con la verdad, yo no tengo miedo.

Ella se niega, camina hacia cocina dejándome como un imbécil, pero no va lograr hacerlo.

-¡No me puedes dejar hablando solo!

Le tome por el brazo, si no quiere hablar por las buenas, entonces va tener por las malas.

-¿Tanto te cuesta aceptar que esto se termino? ¿Tan obsesionado estas? – decía al mirar mis labios

Va decir cualquier cosa solamente para hacerme creer que no me ama, pero yo sé cómo era cuando estaba conmigo, se como es y eso no cambiara.

-Yo no me voy a mover de aquí, que te queda claro – dije al sonreír y hacerle entender que no será tan fácil deshacerse de mí

-Te vas ahora mismo, no hagas que te ruega...

-Hazlo, entre tu rogándome que me vaya y yo pidiéndote que me queda vas a terminar cediendo - susurro con mucha seguridad

Baja cabeza, de seguro está pensando en que decir para que me vaya, diga lo que diga no voy a creerle.

-Esto no funciona, mucho menos ahora – dice después de un momento

-Carla, no puedes renunciar a nosotros...

Convencerla será una tarea imposible, no me quiere escuchar.

-Vete – dijo

-Carla...

-Vete de aquí, te lo estoy pidiendo, no quiero tener que echarte de mi casa – dijo muy seria

No podía creer que podría llegar a hacer algo así, echarme de aquí como si fuera un tipo que acaba de conocer.

-Te amo y no puedo vivir sin ti – casi quede sin aliento al decirlo

Ella vuelve negar con cabeza, se aleja de mi, cruza los brazos y mira hacia el jardín.

-Te vas a terminar convirtiendo en tu mama, por lo viste... ignorando todo lo que está pasando y siendo infeliz toda la vida.

Me mira muy molesta, se acerco a mí empujándome hacia puertas.

-¡Vete!

-Carla, perdóname...

-Vete y no vuelvas nunca más, yo no te quiero – decía

Salí de esa casa y camina apurado hacia mi coche, al entrar empiece dar golpes sobre ese volante, no pude controlarme.

-A la mierda con todo, estas muy equivocada si crees que me voy tan fácilmente, mi amor...

No pude dormir en coche, dando vueltas y vueltas no sabía qué hacer, pero voy a cambiar su opinión, eso lo juro.

CARLA P.O.V

Samuel se fue y yo quede en esas puertas, llorando como nunca antes, no me importo si alguien me escuchara. Creo que perdí todas oportunidades con él, me va odiar para siempre, rompí su corazón en más de una ocasión y será imposible volver estar entre sus brazos.

Al terminar de llorar me fui al salón a dormir un poco, ya era la noche y no pienso dejar que un hombre como Samuel sigue en mi corazón.

Necesito olvidarme de él, pero no sé por dónde empezar.

Desperté un poco temprano, oí algunos ruidos llegando de afuera, no sé que podía ser, creo que alguien estaba cortando maderas con un hacha.

-Por dios, son las siete por la madrugada – me queje

Me levante y camino hacia venta, lo que veo no me hace ninguna gracia, veo a Samuel cortando maderas que estaban en mi jardín.

¿Es otro de mis sueños que involucran a Samuel haciendo lo imposible para seguir de mi lado?

Y sin pensarlo salí de casa para ponerlo en su lugar, ni siquiera tome la chaqueta.

-¿Qué estás haciendo? – exige una explicación

El sonríe y sigue haciendo su trabajo.

-¿Samuel?

-Buenos días, te ves muy hermosa por las mañanas como siempre, pero deberías entrar adentro, te vas enfriar, además decían que nos espera nieve en estos días – responde con su puta sonrisa carismática

-No tengo tiempo para bromas, te dije que te vayas.

-Y no lo voy a hacer, vi que tenias maderas y es hace un frio, no quiero que te enfermas. Así no tienes que buscar a alguien que lo haga por dinero, lo hago gratis, preciosa.

¿Quién es cree que es?

¿De verdad cree que puede ganarme con estos gestos que le parecen demasiado románticos?

-¿Y qué vas a lograr con esto? – cuestione y me acerque a él al ver que tira hacha de al lado

-Ayudarte, ya te lo explique, yo lo hago gratis y tu no corras el riesgo de enfriarte, es justo – susurra

-Te conozco.

Se ríe.

-Entonces estás perdiendo todo tu tiempo haciendo preguntas, entonces sabes que lo hago para seguir de tu lado y para demostrarte que si vuelvas decirme que me vaya voy a seguir durmiendo en el coche.

¿Estaba durmiendo en el coche?

-Yo te amo y tú a mí, ahora voy a ver hasta cuando seguirá tu juego de hacerte la dura y mentirme en la cara diciéndome que no me amas.

-Fue alucinante lo que tuvimos, no voy a negar, era real y era bonito, pero ya término – dije con ojos llenos de lágrimas

No quería seguir viendo su reacción, di vuelta para entrar a la casa.

-Ya, pues no pienso moverme de aquí, no hiciste mucho esfuerzo para convencerme... - decía

Dios... esto es imposible, el jamás va entender nada y va seguir insistiendo.

¿Qué coño hago ahora?