Capitulo 31

328 20 1
                                    

SAMUEL  P.O.V

No dormí en toda la noche, le había llamado tantas veces, le deje un mensaje de voz y eso es todo. Ya no sabía qué hacer, no se había ido a casa de su familia porque de seguro Teo me hubiera llamado.

No sabía qué hacer, no podía vivir sin ella, jamás.

-¿Cómo pudiste hacerme esto, Carla?

Quería seguir durmiendo para siempre, lamentando mi puto destino y el hecho que la única mujer que quiero me había dejado.

Pase todo el día emborrachándome y llorando, no tenía otra opción que lamentar que soy un imbécil y creía que realmente ese amor valía la pena.

No sé cómo ni cuándo volví dormir, pero me desperté en dos de la madrugada, me di cuenta que no puedo hacer esto, no puedo seguir llorando y seguir sin ella.

Sabía que Lu debía saber donde se fue, si Guzmán no me llamo es porque ella se lo impidió o igual no tiene idea de nada.

Tome el coche y me dirigía hacia casa de Guzmán, Lu y el estaban viviendo juntos y va tener que decírmelo todo, le guste o no...

-¿Qué haces aquí? – decía Guzmán aun dormido

-¿Dónde está Lu?

Guzmán tome el reloj y se sorprende al ver que es bastante tarde.

-¡Lu! – le llame

-Tío, hueles a alcohol a distancia, además esta durmiendo.

Dentro de poco tiempo Lu baja por escaleras acercándose a nosotros, tan solo verme sabía lo que estaba pasando.

-¿Dónde está ella? ¿Dónde se fue?

-Samuel, son casi tres de la madrugada, te estás pasando – decía Guzmán

-¡Que te calles! – le grito

En este momento lo único que me importa es saber donde esta Carla e ir para encontrarla.

-Yo te lo voy a decir, ven conmigo...

Lu me conto todo, especialmente la razón por la que Carla se había ido, era un razón que no tenía sentido, jamás habíamos hablado sobre el tema. Me dio dirección de la casa y decidí irme a casa, dormir, levantarme, duchar, preparar mis cosas e irme a Galicia.

CARLA  P.O.V

Ya me estaba olvidando de Samuel, no volvió llamarme en toda la noche y ahora tampoco, debe estar en brazos de otra mujer.

Ay, dios...

Estoy imaginándolo con otra mujer, acariciándola, besándola, diciéndola que es muy especial y todas esas cosas que sabe hacer.

No podía más, me estaba volviendo loca de celos de tan solo imaginar esa situación.

Tuve problemas con televisión, no sabía cómo arreglarlo, por eso decidí a tocar las puertas del vecino, no sé quién era, pero creo que era un hombre joven. El decidió ayudarme, se fue conmigo y así le ofrecí un café mientras arreglaba televisión.

-¿Hace tiempo que no venias acá? – cuestiona

-Necesitaba huir de algo... o alguien – respondí

El sonríe, me muestra que acaba de arreglarlo todo, es todo un genio.

-Por favor, siéntate, toma este café, me acabas de salvar la vida.

El sienta por la mesa conmigo, bebemos café en silencio, el sigue analizándome como lo hacen todos.

-¿Tu eres Carla? – decía

-¿Cómo sabes ni nombre?

-Soy Yeray – se presenta

Aun no responde mi pregunta, yo no conocía nadie con ese nombre y el sabia mi nombre, eso da miedo.

-Sabias venir acá cuando eras niña, estábamos jugando juntos aunque tú no te acuerdas.

-¿Yeray? ¿Ese Yeray?

Ahora estaba recordando a ese niño pequeño llorando porque le había tirado una bola en la cara.

-No puedo creer que volviste, estaba pensando mucho en ti...

-Salí de una relación que me estaba haciendo mucho daño y por eso llegue acá, no se por cuánto tiempo estaré aquí pero necesito alejarme de todos.

-¿Una mala relación?

No quería hablar de mi relación con Samuel, no era mala relación pero era algo que sigue haciendo daño.

-Gracias por el café, igual podrías pasar por mi casa para tomar unos tragos y hablar – decía al sonreírse

Con Yeray me pasa lo mismo que con todos, parece ser su manera de ligar y no estoy preparada para eso.

-Lo siento, pero de verdad en estos momentos necesito un amigo.

-Espera...

-Eres muy lindo y todo, pero no tenia en planes estar con otro para olvidarme de Samuel, de mi ex.

El empieza reírse, no entendía porque, espero que no sea un acosador o algo, me asuste mucho.

-No fue mi intención que lo malinterpretas, pero realmente estaba pensando en tomar unos tragos y hablar, lamentar sobre nuestros destinos porque yo también salí de una relación difícil. Además, a mi no me van las chicas... - decía entre risas

Soy tonta, de verdad...

Tuve un acuerdo con el de tomar esos tragos, necesitaba oír opinión de alguien más que no conoce a Samuel, no podía creer que sigo pensando en el.

Ya era la noche cuando oí toque de puertas, pensé que era Yeray ya que al fin decidimos que íbamos tomar esos tragos acá, en mi casa.

Salgo de cocina y los toques se hacen más intensos, dios...

-¡Voy!

Abro las puertas y veo a Samuel parado en frente de mi, mirándonos en silencio.

Un matrimonio sin amor - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora