Capitulo 46

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SAMUEL P.O.V

Cocine para los dos y nos quedamos acostados sobre la sofá, yo acariciando su pelo mientras ella aprieta mi otra mano.

-Se siente bien, ¿no? – dije

-De puta madre.

Todo el rato estaba pensando en cómo hacerla más feliz de lo que es ahora, quería alcanzar ese nivel que parecía muy lejano.

-¿Quieres me vaya por un helado? – pregunte al levantarme

-¿A dónde vas a ir?

-Que se yo... dime donde buscarlo, nunca venia a este pueblo.

-¿Y crees que acá hay un supermercado con los mejores helados del mundo? – decía sonriéndose

No entendí si se estaba burlando de mí o no, pero es tierna.

-Hay un helado en el congelador, ya te lo mostré donde está.

Fui a buscar el helado, me tarde un buen rato y cuando regrese lo traje a la cocina.

-¡Ya está!

Carla no venía de inmediato, eso me preocupaba.

-¿Carla?

De repente aparece llevando mi camiseta y solamente sus bragas, se veía tan sexi.

-¿Te gusta cómo me veo? – decía seductoramente

-Te estás todas robando mis camisetas, ya no se qué hacer contigo – fingí ser molesto

-Podrías castigarme, ¿no?

Algo en mi vuelve despertar cada vez que se comporta de esa manera, esa atracción combinada con amor seguía presente todos los días.

-No castigarte seria tu castigo – dije sonriéndome

Fingí ser bastante serio, abrí el helado y de repente sentí que Carla estaba haciendo algo detrás de mí.

Cuando di vuelta la vi sin camiseta, quedando en ropa interior.

Yo llevaba solamente un bóxer y era difícil de contenerme, esconder el deseo que le tengo de nuevo.

-Ven acá... - susurre

CARLA P.O.V

Estar provocando a Samuel siempre termina siendo mi mejor tarea, esta vez fue delicioso verlo fingir ser serio o molesto cuando en realidad es más cachondo que nunca.

Este embarazo me hace ser tener más ganas de tener sexo con él, no sé por qué.

-Ven acá... - decía

Me acerque a él, empiezo besarle en labios con locura, rodea piernas sobre su cintura y siento como él me voltea hacia otro lado.

Empieza besar mi cuello con mucha sensualidad que me hace gemir con tanta fuerza, por un momento estaba feliz que nos encontramos en el pueblo, la poca gente que viva aquí no podrá oírnos o no les importara que una pareja como nosotros dos quiera expresar el amor de esa manera.

-Ah, Samuel... - susurre al sentir sus manos sobre mi cuerpo

Pasaba con sus manos como si quería provocarme, solamente tocaba mi cuerpo y luego retira la mano.

-Odio cuando haces eso... - me queje al dar vuelta

-A ver, toma un poco de helado que lo habías buscado – dice

Tome un poco de helado y le doy un poco a Samuel, note una parte de helado que termina en su barbilla.

-Tienes un poco... - dije

-¿Qué?

Se da cuenta, pero antes de que él lo haga desaparecer intervine.

-Espera...

Empiezo lamer esa parte donde esta helado, al hacerlo veo a Samuel riéndose.

-Joder – decía

-No digas que no esperabas una cosa así de mi, mi amor...

-Espero eso y mucho más.

Lo acerque a mí, junta su frente con la mía, mirándome en los ojos seriamente, a veces odiaba cuando hace cosas como esas, me daba miedo... pero también me gustaba, me hipnotizaba.

Podríamos quedar así todo el día, mirándonos en los ojos sin pensar en ganas que nos tenemos de follar, somos así...

-Te amo mucho – susurra

Acaricia mi mejilla y siente como le doy un beso mas real, besando sus labios y hacerle saber que yo también siento lo mismo.

Un matrimonio sin amor - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora