Capitulo 51

252 18 2
                                    

SAMUEL P.O.V

Cada día se estaba acercando la operación de Teo, aunque él debería temer, no lo hace, es más tranquilo que nunca.

¿Por qué será eso?

¿Acaso no le importa seguir viviendo?

- ¿Ya compraste el anillo? – cuestiona

-Mañana lo haré, necesito ayuda de Lu.

-Perfecto.

- ¿Tú estás bien?

-No importa, lo único que deseo es que hagas feliz a mi hija.

Cuando habla así presiento que algo malo va a pasar, ya me di cuenta de que no le importa mucho seguir viviendo por lo de operación.

-Teo...

- ¿Me lo prometes?

-Claro que sí, es mi único objetivo y te juro que Carla va a ser muy feliz a mi lado.

Tenía miedo de decirle a Carla que su padre no pinta nada bien, no podía romperle el corazón de esa manera.

Por eso pasé todo el día trabajando, durante mi camino a casa me di cuenta de que me olvidaba por completo que Carla preparaba la cena para que nos relajemos los dos.

Joder.

Soy tonto.

¿Cómo pude olvidarme?

¿En qué coño estaba pensando?

Últimamente, soy muy tenso e intranquilo, me estoy encargando de muchas cosas y ahora solamente estoy jodidamente agotado.

Entre adentro y vi luces apagadas, al entrar en nuestra habitación vi a Carla aún despierta leyendo un libro.

No sabía ni que decir, estaba enojada conmigo, evidentemente.

CARLA P.O.V

No puedo creer que se había olvidado de la cena, joder... lo estaba esperando toda la noche, al fin me sentía como una tonta.

Él me miraba con su cara de arrepentido, por un lado, quería abrazarlo y decirle que no pasa nada, pero no podía ceder tan fácilmente.

-Lo siento mucho – decía al quitar la ropa y meterse en la cama junto a mí

Yo seguía leyendo el libro, fingiendo ser fría por dentro.

-No lo hice a propósito – añadió

Yo seguía callada, pude notar que eso le molestaba.

-Joder, te pedí perdón, coño.

-Te estaba esperando toda la noche, Samuel.

- ¿Crees que no lo es?

-Pues, me parece que te habías olvidado.

Debería detenerme antes de que todo esto se vaya a la mierda, no quiero pelear con él.

-Sí, me había olvidado porque estoy muy cansado de todo, estoy trabajando y estudiando como un loco, además eso no es todo.

Me sentí mal porque lo vi y no se veía nada bien.

-Lo siento mucho por lo de la cena, pero joder... que estoy cansado mucho, de verdad.

-Está bien, Samuel.

-No sé, me parece que estás demasiado enojada.

-Olvídalo, no he sido justa contigo.

Samuel da vuelta hacia mí mirándome, luego sonríe.

-Estaba pensando en ti todo el día – decía

-Demuéstramelo, entonces.

-Ven.

Me acerqué abrazándolo y sintiendo sus labios sobre mi cuello, en vez de pelear hemos utilizado tiempo para algo mucho mejor, como de costumbre.

Un matrimonio sin amor - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora