Capitulo 36

409 21 1
                                    

SAMUEL P.O.V

A pesar de estar adicto a hacer el amor con Carla a veces sabíamos quedar dormidos y sin hacerlo, anoche paso exactamente lo mismo. Me basta con dormir de su lado, son cosas que me parecían ridículo ahora tenían sentido, más que nunca.

-¿Quieres que volvemos a Madrid? - susurra

No sabía que estaba despierta, desde el día que decidimos quedar acá un rato va haciéndome la misma pregunta todas las mañanas.

-Sabes que no – respondí

Baje mirada y vi su sonrisa, sabía que quería verla así todos los días.

-¿Has hablado con tus padres? – pregunte al levantarme y quedar sentado

-No mucho, mi mama sabe que estoy aquí y eso es todo...

Si, no deberíamos perder tiempo en hablar sobre nuestras familias, eso aburre.

Se acerca a mí para besarme en labios, así da mucho gusto despertar.

-No has tenido pesadillas en estos últimos días – decía y empieza acariciar mi pelo con mucha ternura.

-Si, es verdad, no he pensado mucho en eso.

Tenía razón, no he tenido pesadillas, es gracias a ella.

Le devolví el beso, pongo mano sobre su nuca y le bese con muchas ganas, comiendo su boca desesperadamente.

-¿Quién es ese tipo que venía anoche? ¿El que quería prestar leche? – susurro, queriendo descubrir la verdad

El tipo parece ser soltero y eso me molesta, sabiendo que Carla había venido hasta acá para vacaciones.

-¿Yeray?

-¿Así se llama?

No quería hacer escenas de celos, pero necesito saberlo todo.

-No me miras con esa cara, Samuel... ese tipo no está interesado en mí, hay más posibilidades de que esté interesado en ti que yo – decía

No entendía si era una broma, pero al mirarla bien entendí que quería decirme que a ese tipo que no le gustan las chicas, eso me tranquiliza.

Ahora podríamos seguir disfrutando de estas vacaciones y de nieve también.

CARLA P.O.V

Samuel estaba celoso y no lo oculta, pero al saber que Yeray no esté interesado en mi le calma. Lo que nos sorprendió esta mañana era nieve, parece que Samuel estaba bastante feliz y alegre, como un niño, a mi no me fascinaba tanto.

-Vamos juntos, por favor... - me ruega

No sé que pretendía, quería que salgamos fuera de casa y hacer quien sabe que, realmente se comportaba como niño.

-¿Por qué te fascina tanto la nieve?

-¡Ven conmigo!

Joder...

-A ver, si me dejas ir solo igual podría perderme y entonces serás muy triste – decía coquetamente

-¿Dónde te perderías, amor? ¿En el jardín?

Samuel finge ser molesto, al fin acepte irme con él, solamente espero que no se le ocurra tirarme en la nieve porque no salgara vivo de esto.

-Ni se te ocurra hacer algo... - le dije en plan de amenaza al encontrarme en frente de la casa

El sonríe, estaba planeando algo.

-¿Samuel?

-¿Dime?

-No lo hagas...

-¿El qué? – se hace el tonto

Se estaba acercando a mí, me toma por la cintura tirándome en nieve y riéndose como un idiota, es un imbécil cuando se trata de cosas como esas, pero no se dio cuenta que va terminar llorando... le di un golpe en rodillas causando que caiga de mi lado, al fin los dos terminamos riéndonos.

-¡Eres una lianta!

-¿Te parece? – me reí

El se inclina sobre mí, empieza besarme y acariciar mi mejilla, tenía mucho frio pero por lo menos valió la pena.

-¿Ves que lo estamos pasando bastante bien?

-Supongo – respondí

-Contigo las cosas más simples parecen bonitas y reales, es lo más real que sentí en la vida – susurra al apretar mi mano

-Yo te amo – decía

-Y yo a ti, mi amor.

Samuel me vuelve besar en labios, todo eso era bonito, quizás romántico, pero también me pagara por lo que hico.

Un matrimonio sin amor - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora