Las pastillas

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12:36

-Las cosas se hacen como yo digo.- le dije y lo jale de su camisa hacia mi, Sanzu se quedo sorprendido por un momento pero no tardo en seguirme el ritmo.

Cuando lo tuve cerca rose mis labios con los suyos mientras el solo me miraba sin hacer nada, lo lleve del brazo a la cama, el obedeció al seguirme pero algo no me cuadraba, este tipo parece ser peligroso e imponente, ¿Por qué hace un papel de sumiso?

Me senté en su regazo y junte mis labios con los suyos, lo bese en un ritmo lento y el me correspondía, me moví en circulos sobre el mientras el solo tomaba mi cintura, ¿Por que no me tocaba o tomaba iniciativa?

Aumente el ritmo del beso y correspondió de la misma manera, me quite la playera y con ella el sostén dejando mis pechos al descubierto para el, al mirarlos hizo expresiones jodidamente increíbles, tome sus manos y las coloque sobre ellos, el comenzó a masajearlos lentamente y suave, tenia una sonrisa preciosa mientras lo hacia, le desabotone la camisa dejando ver su abdomen marcado, quería más, quería más de Sanzu, me baje hacia sus pantalones y los desabroche, los baje junto a su bóxer dejando ver su miembro erecto.

-Espera.- me dijo, saco de su pantalón el mismo bote de pastillas y tomo una de ellas.

-¿No me darás una?- le pregunte.

-Tal vez puedas convencerme de hacerlo- me dijo con una sonrisa de malicia.

Comencé a lamer su miembro mientras veía sus expresiones y escuchaba sus gemidos de placer, justo cuando comencé a meterlo completamente en mi boca me tomo del cabello y me atrajo hacia el, me hizo acelerar la acción, lo acaricie con mi lengua mientras lo tenia adentro.

Sanzu comenzó a reír y no me dejo terminar, me empujo hacia la cama y me bajo las bragas, me beso fuertemente mientras acariciaba mis muslos, de un movimiento me coloco en 4 y no espero a que reaccionara, sentí la fuerte embestida, procuraba no hacer ruidos pero me era imposible, continuo entrando y saliendo de mi con más fuerza cada vez, lo estaba disfrutando demasiado, llevaba una vida de mierda pero esto compensaba todo.

-No me llames egoísta.- me dijo mientras seguía entrando y saliendo.- pero odio compartir, y no quiero matar a Ran.

-¿Como sabes lo que me dijo Ran?.- pregunte.

Me dio la vuelta dejándome de frente y siguió embistiéndome cada vez más fuerte.- Dime que eres mía.

-No soy un objeto.- tratando de ahogar mis gemidos.

-Dime que eres mía.- repitió.

-Dime tú, ¿eres mío? - le pregunte y me empuje hacia el cayendo al piso, el cambio su mirada por una molesta.

-Di que eres mío o no te dejare terminar.- su expresión se irrito más al escuchar esas palabras pero no dijo nada.

-Vamos Sanzu, di que eres mío..- repetí.

Me coloque sobre el apuntando su miembro en mi entrada.- Di que eres mío o no te dejare terminar.

Sanzu se quedo en silencio mirándome.

-Eso pensé.- le dije y me levante.- Deberías irte, más tarde iré con Ran al Jacuzzi.

El se levanto y fue hacia mi, tenia el rostro de un loco, una sonrisa que le daría miedo a cualquiera.

-Tu no iras a ningún lado con nadie.- levanto la voz

-Hare lo que yo quiera.

Sanzu saco 2 pastillas, se tomo una y se acerco a mi.

-Abre la boca.- me ordeno.

-¿Vas a drogarme?- le pregunte

-¿No era lo que querías?

Abrí la boca y trague la pastilla.

El tomo mi mentón y me beso, correspondí el beso.

No tardo en hacer efecto las pastillas, sentí una corriente de adrenalina por todo mi cuerpo, me sentía ansiosa, lo empuje hacia la cama y me siente sobre el, el comenzó a reír y masajear mis pechos.

-Di que eres mío, Sanzu.

-Di que eres mía, t/n.

El me levanto y me posiciono para volver a entrar en mi, me dejo caer sobre el al momento que que hizo una expresión de placer.

-Muévete para mi, preciosa.- dijo mientras tiraba su cabeza hacia atrás.

Obedecí y comencé a moverme en el, me sentía muy excitada después de probar aquella pastilla, era una sensación obsesiva, quería aún más, aún si mi cuerpo no lo resistiera lo quería, coger con Sanzu estando drogada era el puto cielo.

De la nada Sanzu rio, carcajeo como un psicópata en pleno acto, lo mire mientras lo hacia, esa expresión le quedaba de maravilla, solo me hizo querer aún más.

01:34

No tengo idea de cuanto tiempo llevamos así pero sigo igual de excitada que al principio, mis senos tienen marcas de mordidas al igual que mis muslos. Recuerdo ver su semen corrido por mis senos y mi abdomen pero ahora solo veo la bella imagen de Sanzu entre mis piernas y lo agradable que se sienten los movimientos de su lengua.

-Quiero oírte gemir más fuerte.- me dijo mientras aumentaba la velocidad de los movimientos, solaba pequeños gemidos pero trataba de bajar la voz, la opinión de la gente siempre me valió una mierda pero esta situación nunca la había vivido hasta ahora, estoy cogiendo con uno de mis secuestradores.

-Solo di que eres mía, maldita sea.- se detuvo molesto.

Me reí, no se por que lo hice, pero todo esta causándome risa.

El me tomo de los hombros y me levanto, me sacudió y me dijo.- Di que eres mía t/n, di que lo eres y mando todo a la mierda.

Seguí riéndome al punto de ya casi no entender lo que decía.

-Deja de ignorarme, puta madre.- me grito enojado.

Ni si quiera que demonios hago, pero marque mi mano en su cara de una cachetada, así como lo hice con Koko, el recuerdo me causo mucha gracia y la expresión que hizo también, era la misma que la de Koko después de dejar una marca temporal de mi mano.

Seguí riéndome, y en pocos segundo el volvió a besarme, me levando y me llevo cargando a la cama, me sentó sobre mientras seguía besándome.

-Di que eres mía, t/n.- susurro en mi oído.

Te llevare al cielo si mueresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora