Capítulo 53

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A las puertas de la Mansión Agreste, Clara acomodaba una y otra vez la falda de su vestido; uno completamente morado, sin mangas y con la falda llegando un poco por encima de la rodilla, junto con un cinturón dorado. Prefería no usar vestidos, ese era más el estilo de Alicia, pero como era una ocasión especial (y Alicia insistió en que lo usara) ella no tuvo más opción que aceptar.

Revisando por décima vez que traía puesto unos shorts debajo del vestido, Clara tocó un par de veces la puerta, esperando un par de minutos hasta que esta fue abierta.

—... ¿Cómo pasaste el portón? —le preguntó Nathalie apenas la vió, a lo que Clara se encogió de hombros.

—Le pregunté si podía pasar y amablemente se abrió para mí —respondió Clara simplemente.

Nathalie quería golpearse la cara contra la pared por haberle hecho esa pregunta. Nunca obtenía nada de Clara por más que le preguntara. Ella solo respondía con alguna tontería y la secretaria se quedaba sin saber qué decir después.

—Solo dime qué es lo que quieres para poder volver a mi trabajo —pidió Nathalie.

—Vengo a buscar a Adrien. Es el cumpleaños de una amiga nuestra y él prometió ir conmigo... Ah, y no tienes que preocuparte por Gabriel, él ya le dio permiso de ir.

Nathalie entonces recordó que Gabriel le había informado de esa salida que tendría Adrien, pero lo había olvidado entre todo el trabajo que tenía que hacer.

—Puedes pasar a buscarlo, tengo trabajo que hacer. Solo... asegúrate de regresarlo temprano, ¿quieres? La última vez Gabriel casi se da cuenta de su ausencia —explicó Nathalie.

—¡No te preocupes! Puedo ver todo lo que pasa en la mansión, y si el amargado de Gabs muestra señales de salir de su oficina volveremos en un parpadeo.

Para cuidar de su propia salud mental, la secretaria ignoró magistralmente las palabras de Clara sobre "ver todo lo que pasa en la mansión" y, cumpliendo su palabra, dejó entrar a Clara a la mansión para luego continuar con su trabajo.

En cuestión de minutos Clara ya había llegado a la habitación de Adrien, y sin pensarlo dos veces abrió la puerta de una patada y entró.

—¡Hola, Adrien! ¡¿Listo para la salida de hoy?! —gritó mientras se adentraba en el lugar.

Adrien dejó escapar un grito del susto que se llevó al ver entrar a la castaña de repente a su habitación, tomando lo primero que encontró para cubrirse (un cobertor en este caso).

—¡¿Por qué sigues entrando de ese modo a mi habitación?! —cuestionó el rubio, viendo a la castaña acomodarse en el sofá.

—Porque me da la gana —respondió ella—. ¿Y por qué aún no estás listo? Te dije que vendría por tí a esta hora.

Adrien contó hasta diez en su mente para intentar calmarse y, con suerte, comprender por qué Clara aún no se ha largado de su habitación aún cuando él estaba desnudo y recién salido de la ducha.

—Se me fue la hora en mis clases de chino, y cuando me dí cuenta de que era tarde me metí a bañar lo más rápido que pude —dijo él como excusa.

Claro que, en realidad, se la pasó viendo una serie de videos sobre las cien cosas que no sabías sobre Ladybug, y perdió la noción del tiempo, pero si Adrien le decía la verdad ella lo usaría para molestarlo.

Ella ya tenía suficiente material a la mano, y Adrien no quería darle más.

—Eso es una absoluta mentira, Adrikins, pero como soy tan fabulosa y para nada ridícula voy a fingir que te creo —dijo Clara, imitando a la perfección a la "Reina de París"—. Además, ¿por qué te cubres? No es como si pudieras ocultar algo de mí.

¡Reencarnada En Miraculous Ladybug! [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora