Clara estaba en una posición que muchos matarían por tener, y aún así, estaba a solo dos segundos de destrozar todo el lugar y salir corriendo a tomarse su tan ansiada taza de café.
Por supuesto, solo podría soñar con hacerlo, porque su madre la había castigado.
Sin café, sin videojuegos, sin televisión, sin experimentos o artefactos.
En resúmen, sin nada que la divierta.
¡Era un sufrimiento total, y lo peor es que no podía quejarse, porque su castigo era totalmente merecido!
¿Cómo se le ocurre embriagarse y tratar de bombardear el mundo?
Es una de las cosas más estúpidas que ha hecho en todos sus años de vida, y eso ya es decir algo porque ha cometido gran cantidad de estupideces.
La mayoría de las veces no afectan a nadie más que a ella misma, pero ésta ocasión fue diferente y estaba pagando las consecuencias.
—Esto es aburrido... —suspiró con pesadez, mientras se recostaba en su asiento de primera fila.
Los asientos a su izquierda y derecha estaban desocupados, y para su desgracia, ambos tenían el apellido Bourgeois en ellos.
Gabriel de verdad era un aprovechado. Una cosa era darle un asiento de primera fila para el desfile de modas donde Adrien sería el protagonista, y otra completamente diferente era enviar al par de reinas insoportables a su lado sabiendo que está de mal humor.
Las cosas no terminarán bien para nadie si está de malas, y Gabriel sabe eso. Solo la está usando para causar un akuma, como ya lo ha hecho en el pasado. Aunque dada su molestia bien podría causar un súper akuma.
—¡Tiene que ser una broma! ¡¿Cómo es que estás aquí?!
Justo cuando la castaña había entrado en su lugar felíz, muy al fondo de su mente e imaginación, escuchó una voz cargada con tanta arrogancia y narcisismo que le fue imposible no reconocerla.
—Hola, Chloe —saludó sin mirar a la rubia—. Y para responder a tu pregunta, llevo años siendo amiga de los Agreste. No debería sorprenderte verme en esta clase de evento. Además, ¿no quieres sentarte y mantenerte callada durante el resto del desfile? La mitad de los aquí presente te lo agradecerían mucho.
—¡Hmph! Tus palabras son ridículas, totalmente ridículas.
La rubia, mirando con altivez a la castaña, ignoró por completo el insulto y se sentó a su lado. Una mujer parecida a ella, pero con su cabello rubio corto hasta los hombros, se sentó al otro lado de Clara, quien no pudo evitar suspirar. Otra vez.
Una Chloe Bourgeois era suficiente, y ahora había otra sentada a su lado. Esta era la versión original, mayor y más egocéntrica que la otra.
Audrey Bourgeois, madre de Chloe y la Reina del Estilo en el mundo de la moda. Su ego era tan grande que, si hubiera una máquina para medirlo, explotaría después de mostrar un número exorbitante. Seguramente más de nueve mil.
«Aquí vamos...», se dijo la castaña a sí misma. «¡Juro que si se burla de mi ropa, voy a hacerle sufrir un verdadero infierno!»
Con esa clase de pensamientos en mente, la joven científica castigada continuó sus actividades. ¿En cuanto al par de reinas? Para su sorpresa, la ignoraron gran parte del desfile.
Tal parece que Audrey Bourgeois era demasiado importante para hablar con plebeyos, y Chloe solo imitó su ejemplo.
Agradeció eso, solo un poco. No tenía ganas de discutir con nadie ese día, ni ningún otro hasta que termine su castigo y recupere sus cosas. Sin sus artefactos, solo era una humana común y corriente con inteligencia por encima del promedio.
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¡Reencarnada En Miraculous Ladybug! [Completa]
FanficUna chica, por contestar un extraño correo electrónico, termina reencarnando en un universo paralelo donde Ladybug y Cat Noir son reales, al igual que las amenazas que enfrentan. ¿Qué hará ella una vez conozca a sus héroes? ¿Intentará resolver sus p...