Capítulo 76

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—¿Por qué tienes esa cara larga? No te había visto así desde que cancelaron tu serie favorita —le comentó Adrien a una Clara decaída, mientras que ella solo suspiraba.

—No es nada, solo presiento que algo grande está a punto de pasar.

—¿Algo grande? —Adrien ladeó la cabeza.

—Mhm. Has notado que desde San Valentín la calidad de los villanos ha decaído, ¿cierto?

—Sí, cómo no hacerlo —Adrien era consciente de ese hecho. Él era, después de todo, uno de los encargados de combatirlos—. ¿Y eso qué tiene que ver con tu presentimiento?

—Creo que Hawk Moth podría estar armando un plan que le daría una victoria definitiva sobre los héroes. Si fuera Ladybug y Chat Noir, estaría más alerta que nunca en lugar de relajarme.

Clara miró por sobre su hombro a Marinette, quien escuchaba a escondidas la conversación. Ella entendió la indirecta de la castaña. Si Clara decía que debía estar alerta, era sinónimo de un peligro inminente, así que asintió con resolución y se preparó mentalmente para lo peor.

—De cualquier forma —Clara continuó después de un segundo, sonriendo un poco—, creo que debería volver a mi asiento, o Alicia comenzará a extrañarme.

—Ah, sí, deberías hacer eso —Adrien asintió. Además de las razones de la castaña, las clases estaban por empezar, y Miss Bustier pronto llegaría al salón—. Por cierto, estamos a principios de marzo. Sé que ya hablamos de esto, pero, ¿estás segura de que no quieres celebrar tu cumpleaños?

—... Recuérdame decirle a mi madre que no revele mi información personal a desconocidos —comentó Clara, con una pequeña mueca de resignación.

—¡Oye, no soy un desconocido! Nos conocemos desde hace seis años —Adrien le reclamó falsamente. En realidad, no estaba molesto por ser llamado desconocido—. Sé que no te gusta celebrar tu cumpleaños y por eso jamás me dijiste la fecha, pero deberías al menos aceptar un cupcake de mi parte ese día. Podría ponerle una vela y... entonces podría soplar la vela y robar tu deseo de cumpleaños.

La castaña miró con horror a los ojos verdes del rubio.

—¿Acaso eres un monstruo? —se levantó violentamente de su asiento y señaló a Adrien, mirándolo como si este dedicara a aplastar los sueños de los niños—. ¡Ese deseo solo me pertenece a mí! ¡De ninguna forma voy a dejar que te lo quedes! ... Hm, ¿sabes qué es lo que haré? ¡No te dejaré entrar a la mansión el resto del mes! Así no podrás robar mi deseo de cumpleaños.

Esbozando una sonrisa practicada, una que mostraba un cinismo característico de un villano, Adrien se levantó y se plantó frente a Clara con cierto aire de arrogancia. Los pocos estudiantes en el salón que conocían al padre de Adrien lo encontraron bastante parecido a la presencia que tenía Gabriel, aunque no se atrevieron a decirlo en voz alta y arruinar el acto entre el rubio y la castaña.

—¿Piensas que podrás evitar que cumpla mi objetivo? ¡Tengo el número de tu madre! ¿Crees que Nicole me rechazará si le pido estar presente en la mansión el día de tu cumpleaño!

—Bien jugado, Adrien —Clara puso los ojos en blanco, ya que Adrien tenía una expresión arrogante debido a su "victoria". Y sería todo un placer acabar con esa arrogancia—. Entonces no me dejas opción. Solo recuerda que tú te lo buscaste. ¡Desiste en molestarme en mi cumpleaños y no le diré a todo el mundo que tienes una almohada de cuerpo completo con la imágen de Ladybug!

El salón se volvió tan silencioso como un cementerio, y Adrien se hundió en su asiento con la cara roja de vergüenza. ¿Cómo pudo olvidarse, incluso momentáneamente, del terror que Clara representaba? ¡En un solo instante, perdió la cara ante sus compañeros de clase! Nada podría ser más humillante.

¡Reencarnada En Miraculous Ladybug! [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora