Capítulo 75

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—¡Ah, no hay lugar como el hogar! —Clara cantó con alegría mientras se echaba sobre el sillón en la sala de estar de su mansión.

El día había sido, al menos para la mayoría de las personas, una montaña rusa de emociones. Como el "Día de los Corazones Rotos", hubo una cantidad no insignificante de akumas revoloteando por ahí, lo que causó algunos incidentes caóticos. Sin embargo, Clara estaba libre de todos esos asuntos. ¡Su madre la había castigado y revocado sus derechos de superheroína, así que no podía ir a ayudar a los héroes!

Aunque, en un principio, no es como si quisiera hacerlo. Su "trabajo" se superheroína era solamente un pasatiempo. Su verdadera pasión era divertirse de todas las formas posibles, comer cosas deliciosas, armar los artefactos más increíbles que su mente pueda imaginar, y pasar tiempo con Alicia. Había unas pocas cosas más, pero estaba en un rango de prioridades más bajo.

¡Solo intervendrá si la situación verdaderamente lo amerita! Por ejemplo, si un Hawk Moth de una línea de tiempo alternativa aparece y quiere robarse los Miraculous.

—¿Quién se cree ese Hawk Moth alternativo? ¡No puede invadir mi línea de tiempo y salirse con la suya! ¡¿Dónde demonios está Bunnix cuando se la necesita?!

—Clara, cálmate, una vez más te estás dejando llevar por los escenarios ficticios de tu mente —Alicia apareció desde un lado y la calmó con unas pocas palabras.

—Ah, perdón por eso —Clara asintió. Últimamente se estaba dejando llevar más de lo usual. Incluso su "sistema de moral" estaba descompuesto. Después de todo, el angelito sobre su hombro había reducido sus apariciones, y ahora solo aparecía el pequeño diablillo susurrando tonterías que no podía entender.

En ese momento, Kagami también apareció usando una de las tantas pijamas que Clara tenía guardadas y se negaba a usar. Esta era de color rojo con decoraciones doradas en los bordes y un kanji de "Ryū" bordado en su hombro izquierdo. Kagami fue prácticamente obligada por Clara a usarlo después de haber decidido pasar la noche en la mansión.

Alicia también traía puesto un pijama, uno rosa con dibujos de conejos. Clara, sin embargo, solo se despojó de toda su ropa y luego se puso una camisa varias tallas más grandes de la necesaria. Kagami ahogó cualquier comentario al respecto, sabiendo que sería ignorada o, en un caso mucho más probable, Clara se encargaría de refutar su comentario con un argumento totalmente razonable a la par de entendible. Y no tenía ganas de perder una discusión, o perder en cualquier área en general.

—¿Ya se decidieron por la película que veremos? —preguntó Kagami mientras tomaba asiento al lado de Clara en el sofá.

—No realmente. Alicia me ha estado preguntando los límites de los cupones que le dí durante los últimos quince minutos —explicó Clara con una expresión perezosa, tomando el control del televisor y pasando los canales con aburrimiento.

—No es mi culpa que tu regalo para mí sea un libro lleno de Clara-cupones —Alicia comentó con diversión, agitando una pequeña libreta con un dibujo de la cara sonriente de Clara en la portada. Luego lo abrió y buscó entre las páginas—. No entiendo bien el objetivo de este regalo. Soy tu novia, no necesito un cupón para que me des un masaje o un beso.

—¡Agh, mi corazón duele! ¡Mi novia rechazó el regalo que me costó tanto esfuerzo hacer! —Clara reveló un falso sentimiento de tristeza—. Si te parece que es tan inútil, ¡está bien! Puedes tirarlos o dárselos a alguien más. Estoy segura de que Kagami-chan se beneficiaría del cupón para un masaje de cuerpo completo de tanto estrés que tiene en ese cuerpo suyo.

Alicia apretó el libro contra su pecho, resguardando los cupones como si fueran un tesoro invaluable.

—¡No, eso no pasará de ninguna manera!

¡Reencarnada En Miraculous Ladybug! [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora