𝐄𝐥 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐡𝐨𝐧𝐨𝐫

𝟏𝟎 - 𝐔𝐧 𝐝𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫

La gente solía decir: otro día, nueva felicidad. Pero para Liu era solo una cadena de palabras sin significado.

Esa mañana recorrió los pasillos de la residencia con expresión preocupada, no había visto a Xiang desde el cambio y no podía esperar ninguna información de Duona. La pava se frotó las manos nerviosamente, ella seguía preguntándose si todo estaba bien con él, pero eso no era lo único que la preocupaba, estaba mucho más preocupada por un hecho: hoy era el turno de Xiang de bañarse.

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Xiang todavía no tenía idea de cómo vengarse de la persona insolente. En cambio, se guardó todos los comentarios para sí mismo e incluso desayunó. Tan pronto como la osa desapareció de la habitación con la bandeja, el pavo real siguió reflexionando, hasta que regresó Duona.

-Bañarse - gruñó.

Pero esta vez, Xiang no estaba dispuesto a ceder. En cambio, se cruzó de brazos y giró la cabeza hacia un lado.

-No tengo ganas de tomar un baño hoy, me lo saltaré.

Hizo una mueca cuando la corpulenta enfermera dejó escapar un fuerte bufido. Xiang se tensó, pero se negó a ceder.

-¡Baño! - gruñó la osa, esta vez en un tono más amenazador.

Xiang levantó la cabeza - Dije que no estoy de humor ... ¡HEY!

La osa agarró al pavo real por el cuello, lo sacó de la cama y lo arrastró fuera de la habitación. El pavo real se retorció furiosamente en su agarre, pero la osa abrió la puerta del baño y puso al pavo real en el taburete con tanta brutalidad que le dolían las nalgas.

-¡No puedes esperar que me desnude! - Xiang protestó.

Nunca se había sentido inhibido por Liu, pero ahora de alguna manera estaba avergonzado de deshacerse de un completo extraño, incluso si sus plumas cubrían su cuerpo.

La osa se acercó a él, Xiang retrocedió.

-¡Fuera! Fuera de aquí ... ¡DEJAME IR!

Pero la osa volvió a agarrar al pavo real por el cuello, le arrancó la camisa y lo metió en la bañera como un perro sucio y barato el día de la colada.

Xiang volvió a la superficie con un bufido.

-¡HEY! ¡¿Quieres ahogarme o qué ...?!

Xiang no tuvo oportunidad de pedir ayuda a gritos. En el momento siguiente, la osa lo agarró y le metió la cabeza bajo el agua.

El pavo real pateaba y se agitaba tan salvajemente que el agua salpicaba en todas direcciones. Finalmente, Duona aflojó un poco su agarre para que Xiang pudiera jadear en busca de aire nuevamente. Pero solo durante dos segundos, luego lo volvió a sumergir en la bañera.

Xiang comenzó a entrar en pánico cada vez más y pensó que se asfixiaría en cualquier momento. Mientras tanto, alguien estaba frotando brutalmente su espalda. Finalmente, logró sacar la cabeza del agua nuevamente, tosiendo terriblemente. Le dolían los pulmones y se dio cuenta de que no era solo agua de baño en sus ojos, estaba a punto de llorar fuerte. A su alrededor había plumas que habían sido arrancadas de tanto fregar.

De repente, Duona lo arrastró fuera del agua y lo arrojó, empapado como estaba, al suelo. La tela voló inmediatamente después, Xiang no se mantuvo firme debido al agua resbaladiza. Se deslizó por el suelo y se estrelló contra un armario, dejando caer una cesta llena de artículos para el cuidado del cabello.

Xiang se enderezó con un gemido, temblaba en un charco de agua. Solo que ahora se dio cuenta de cómo le dolía la pierna izquierda, revisó su rodilla para ver que había cortado algo cuando cayó.