Echaba de menos a Dante.
Había desaparecido del mapa después del homenaje a Hannah. No me había llamado, no me había mandado ni un mensaje, ni tampoco un regalo. Incluso cuando pasaba un par de semanas sin verme solía dejar un mensaje a Selene dándome recuerdos.
Pero había desaparecido... al menos para mi. Ya que sabia que Daniel si le había investigado junto al resto de clientes.
Por primera vez un rechazo me estaba afectando. Había tenido clientes que me habían dejado de ver a lo largo de los años por diferentes motivos y nunca me sentí de esa manera. Tan desesperada, tan ansiosa por noticias suyas.
Era extraño.
Comprendía que mis sentimientos eran lo bastante intensos para afectarme a mi vida diaria. Había tenido pocas cosas estables en esos últimos años y una de ellas era ese hombre. Aunque no solo era estabilidad, sino también fidelidad. Cada semana mala, él había estado ahí para alegrarme. En cuanto mi animo decaía un poco solo tenia que mirar uno de los detalles que me había hecho desde que nos conocíamos para animarme.
Había vuelto de un viaje de negocios (seguramente muy importante) porque sabia que había asesinado a una de mis amigas. ¿Por qué ahora simplemente desaparecía? Me daba miedo plantearme la posibilidad de que él tuviera algo que...
¡No! Era imposible que Dante tuviera algo que ver con la muerte de Hannah. Él no estaba en el país, estaba segura de ello.
Puede que no quisiera verse envuelto con su asesinato o...
-Me voy a casa ya, Nyx.
Levanté la cabeza de los libros de cuentas abiertos en mi ordenador para mirar a Sebastián apoyado en el marco de la puerta.
-¿Ya habéis cerrado?-Pregunté con sorpresa mirando la hora en el ordenador.
Eran las cuatro y media de la mañana.
-Las chicas ya están saliendo-Me confirmó con un suspiro cansado-¿Vas a quedarte hoy también? Deberías descansar...
-Estoy bien-Le tranquilicé con una pequeña sonrisa-Tengo que terminar la facturación de este mes, organizar las horas, buscar otra chica... En fin, muchas cosas que hacer como de costumbre-Sebastián puso mala cara a la que le respondí con un resoplido-Es lo que me toca, no te agobies ¿vale? Me iré a casa en cuanto acabe y descansare todo el día. Puedes estar tranquilo...
Dio un paso dentro del despacho, evaluando el sofá con los labios apretados.
-Puedo quedarme aquí mientras. Echarme en uno de los sofás o...
-¿Y luego tener que soportar tus quejas porque te duele la espalda?-Inquirí alzando una de mis cejas-No. Vete a casa y descansa en tu día libre.
Iba a protestar, pero le silencié con una de mis miradas de advertencia de que podía meterse sus sugerencias por el culo.
-Esta bien-Cedió con un gruñido-Descansa Nyx, nos vemos pasado mañana. Cerraré todas las puertas.
-Gracias rubio. Descansa.
Con un asentimiento de cabeza se despidió, dejándome sola y tranquila en mi montaña de papeleo y deberes que hacer. Lo peor de ser encargada en el Edén era esa parte, ya que era la única que podía administrar toda esa información de todos los que trabajábamos aquí. Ni siquiera Seb conocía las fichas de los clientes.
Era una pequeña norma que me saltaba y que todos preferíamos obviar. Las chicas no podían saber nada de sus clientes, ni su nombre real. Cuando trabajaba con los míos me hacia la loca y fingía que no sabia nada, cuando en realidad... lo sabia todo.
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Edén
RomanceVive entre sombras, de noche y siempre encerrada en Edén. Es su hogar, su refugio, el lugar donde ella se encuentra a salvo y puede experimentar con su arte y con ella misma. No tiene pasado, tampoco tiene futuro, solo tiene el ahora. No puede sent...