Capítulo 15

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No quise asustar a Camille con mi vestuario de Domina más extremo, así que opté por un sencillo vestido negro ajustado de tirantes.

Mi mente había estado maquinando la sesión casi al milímetro, siendo algo extremadamente light para alguien que no sabía dónde se estaba metiendo.

Gael también tendría su papel, pero esa noche me ayudaría más a mí que aprender el.

Conocía a su mujer más que yo y le necesitaba para que nada la sobrepasara.

Haber quedado más tarde también era importante para que ellos hablaran y se aseguraran de lo que deseaban. El arrebato de Camille al besarme podría ser un error, un lapsus o algo de lo que se podría arrepentir.

De ser así, me olvidaría de ello y continuaría con mi vida.

Algo decepcionadla a decir verdad, ya que acostarme con una mujer no me había interesado hasta aquel día.

Fueron puntuales y eso les sumó bastantes puntos a la hora de complacerme.

La cara de corderito asustado de Camille me resultó adorable. Gael estaba en calma al pasar, con las manos metidas en los bolsillos y sus ojos curiosos buscando algo por la habitación.

No había demasiado a la vista, ya que no quería asustar a Camille en una primera sesión.

-Podéis sentaros para hablar antes de empezar-Les indiqué señalando los pies de la cama-Tenemos que aclarar ciertos puntos todavía.

Había girado la silla del tocador para ponerme frente a ellos. Me habría gustado tener una mesa o escritorio para hacerlo de manera más formal, pero la falta de tiempo no me había permitido hacer nada más elaborado y serio.

Camille se sentó con las rodillas juntas y las manos entrelazadas sobre sus rodillas fuertemente agarradas. Gael optó por desquiciarme, quedándose de pie apoyado en la cómoda, desde donde podía ver nuestro intercambio con una sonrisa divertida.

-¿Qué puntos?-Susurró Camille confundida-Pensaba que íbamos a...

-No tengas prisa-Le pedí levantando la mano para detenerla-Necesito saber con que te sientes cómoda y con que no. Lo que podemos hacer juntos o separados. Es la primera vez que estoy con una mujer, pero no la primera vez que estoy en un trío. Vosotros estáis casados y sé que hay límites que querréis imponer de los que deberíais hablar entre vosotros. -Cogí aire para aliviar el pequeño pinchazo en mi pecho-¿Has estado con mujeres antes?

Camille asintió con la cabeza, ocultando una sonrisa.

-Soy bisexual y he estado con mujeres desde los diecisiete. Esto no es tan... nuevo para mí.

Cuando me tocó en el despacho, estaba claro que tenía experiencia en tocar a otra mujer.

-¿Has practicado BDSM o alguna de sus variantes más light? Tal vez algo de Bondage...

Sus mejillas se encendieron, apretando los puños con nerviosismo.

-Nunca me han atado. Ni pegado, ni azotado.

Miré de reojo a Gael cuando percibí que se estaba removiendo en el sitio. Había perdido la sonrisa, tensando los labios.

-¿Algo que decir, Gael?

Sus ojos zafiro se dirigieron a mí, encogiéndose de hombros.

-Nunca le han hecho esas cosas porque no las ha pedido. Nunca le han atraído y no se si encajan con... lo que le gusta.

Camille rodó los ojos con dramatismo, poniendo cara de aburrimiento con su discurso.
Para que aquello saliera bien, necesitaba comunicación completa entre los tres. Nada de secretos, de medias frases.

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