Ángel se había ido.
Tras haber pasado dos días recluida en mi habitación con él, huyendo de mi familia y los dolores de cabeza que me generaban, tuve que despedirme a regañadientes para dejar que volviera a su vida. Me consolaba saber que le vería en menos de una semana y por ello le dejé irse poniendo buena cara.
Echaría de menos su compañía constante y saber que le tenia ahí para hacerme más fácil mi vuelta al mundo real. Por ello el primer día me sentí extraña y sola, no salí de mi habitación, entrenando hasta el agotamiento a pesar del poco material disponible que tenia para ello.
El baile siempre fue mi vía de escape, la manera de alejarme del mundo a través de la concentración que debía emplear para no dañarme en alguna acrobacia.
Tenía un gimnasio en la mansión, pero realmente necesitaba bailar, no hacer ejercicio.
Mientras practicaba, le daba vueltas a la idea de pedirle a mi padre que montara una habitación con todo el material de entrenamiento. Era el segundo favor que le pedía, estando todavía pendiente el primero .
Los paquetes tendrían que llegar pronto, al día siguiente como tarde y ya tenia ganas de verlos.
" -Vendré en unos días, pero puedes llamarme cuando quieras -Dijo tras un ultimo beso de despedida.
Hice un ruido de asentimiento, cruzándome de brazos para no retenerle a mi lado, cubriendo mi corazón desbocado y dolido por su marcha.
-Lo hare, pero tienes cosas que hacer y ver a tu familia. No quiero molestarte...
-No molestas -Me interrumpió con tono serio -A mi puedes llamarme cuando quieras, sin preocupaciones a que este haciendo algo. Te responderé siempre.
Mi estomago revoloteo de ilusión, creyéndome sus palabras por lo seguro que sonó al decirlas. Ojala Gael me hubiera dicho que podía llamarle también, que le tenia ahí si le necesitaba.
Me estaba destrozado no saber nada de él, de como estaba o si había una posibilidad de que lo viera antes de la fiesta de presentación.
-Cuando vuelvas -Dije cogiendo aire en una pequeña bocanada -quiero darte algo.
Me miró curioso, frunciendo sus cejas.
-¿Por qué no ahora?
-Porque aun no lo tengo -Contesté con medio suspiro -Te lo daré antes de la fiesta.
Quería que fuera mi acompañante esa noche, algo a lo que no se había negado. Ya tenia encargado su traje a medida y todo, tras haber conseguido sus medidas a su sastre.
Moon lo sabia todo, incluso su talla de pantalón.
-No necesito nada -Contestó sujetándome de la cintura para acercarme a el, inclinándose para morder mi labio inferior de manera ruda -mientras de tenga a ti.
Le devolví el mordisco, haciendo que soltara un gruñido de deseo y se inclinara mas hacia mi, dejándose llevar por el tirón.
-A mi ya me tienes, mi Ángel -Susurré traviesa -Ahora vete o perderás el avión.
Me puso mala cara, resoplando.
-Es mi avión, Ciara, pueden esperar todo lo que les diga.
Lo sabia y la opción de que se quedara un rato mas me tentaba, pero debía dejarle ir. Le di un pequeño empujón para romper nuestro abrazo.
-Vete ya o no te dejare ir nunca"
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Edén
RomanceVive entre sombras, de noche y siempre encerrada en Edén. Es su hogar, su refugio, el lugar donde ella se encuentra a salvo y puede experimentar con su arte y con ella misma. No tiene pasado, tampoco tiene futuro, solo tiene el ahora. No puede sent...