CAPÍTULO ONCE
Había bastante gente en el gimnasio para el desafío del entrenador, y no me lo esperaba. Era evidente que todos los clientes regulares, cada persona más en forma y más musculosa que la anterior. Reconocí muchas caras, y aunque me sonrieron, me dio la sensación de que veían a través de mí.
Después de toda la semana de sentirme bien, de pensar que había tomado pasos positivos hacia delante, aquí con todas estas personas en súper forma me sentí como un espantapájaros.
Yo era prácticamente la persona más grande de allí. Bueno, el menos musculoso, el más aficionado. Todos llevaban camisetas tipo singlet, y hay que reconocer que las llevaban bien. Había pasado las últimas cuatro semanas al abrigo de Jimin, haciendo clases individuales, y sin fijarme realmente en los que me rodeaban. Todos eran perfectos especímenes de salud y estado físico, y yo bien podría haber sido invisible. Todos llevaban las mejores marcas, como si hubieran salido de los anuncios publicitarios y hubieran atravesado las puertas.
Me golpeó como una tonelada de ladrillos que yo no encajaba aquí. Yo no era como ellos. No era lo suficientemente bueno, y me había estado engañando a mí mismo al pensar que incluso me podía comparar.
―¡Yoongi!― Dijo Jimin, al verme a través de la multitud. Se abrió paso y, cuando ya había sonreído y saludado a una docena de personas mientras se movía entre ellas, frunció el ceño. ―¿Hey, qué pasa?
―Nada ― mentí. Miré alrededor del gimnasio lleno de gente. ―Hay una gran cantidad de personas.
―Sí, todo el mundo viene a ver quién gana.
Asentí lentamente.
―¿Así que? ¿Estás listo para enseñarles una lección?
Él sonrió.
―Oh sí. Estoy emocionado por esto.
―Está bien― Kook llamó, rodó una pizarra fuera de la oficina. Tenía una especie de sábana sobre ella. ―Entrenadores al frente.
Jimin sonrió y se frotó las manos, y me dio una rápida mirada nerviosa, hizo su camino de regreso a través de la multitud.
Se unió a Emily y a otros tres entrenadores, hasta situarse en la parte delantera. Se volvió hacia la multitud, y los vítores y aplausos y mofas y burlas comenzaron, y tuve que admitir, que era un poco emocionante.
De todos los de la competencia del entrenador, Jimin era sin duda el más alto. Sin embargo, cualquiera de ellos podría ser un modelo de CrossFit. Las dos mujeres que eran entrenadoras, eran más ligeras en su construcción, pero todavía bien definidas e increíblemente fuertes, con músculos que sólo podía soñar. Los hombres, por su parte, tenían bíceps y hombros abultados, cinturas estilizadas y muslos fuertes. Cada uno de ellos llevaba su uniforme de gimnasia, y cada uno lo llevaba muy, muy bien.
Aunque Jimin era, por mucho, el más caliente.
Kook tiró de la sábana de la pizarra, y la habitación quedó en silencio por diez segundos, mientras que todos leían la rutina del desafío. Fue sobre todo un montón de siglas y números porcentuales al lado de los pesos que yo no comprendía muy bien, pero todo el mundo a mi alrededor soltó vítores y "oooohs" mientras que los cinco entrenadores del frente que estaban haciendo el desafío se lamentaban. Bueno, excepto Jimin. Él aplaudió.
Estaba empezando a cuestionar su cordura.
―Está bien, comenzamos en cinco minutos― dijo Kook. ―Hagan que su equipo esté listo.
Se pusieron a tomar pesas y barras y pesos que parecían ridículos, y cada participante tenía su propio espacio en la parte delantera. Para cuando tuvieron las pesas preparadas y todo listo, el público -incluido yo- estaba alineado a lo largo de la pared más lejana. Kook puso el reloj de pared a cero para empezar, cada entrenador se puso a punto, y con un ruidoso y emocionado "Go!" el reloj se puso en marcha.
ESTÁS LEYENDO
El contrapeso perfecto
FanfictionNo se trata de encontrar su peso ideal. Se trata de encontrar su contrapeso perfecto.