Capítulo 3
Toda la comida estaba preparada, salvo el pescado, que haría dentro de un rato, así como el postre del que me encargaría justo antes de servirlo. Habíamos tomado otra ducha (por separado, porque oh, Dios mío, Jimin, no me tientes, que no tenemos tiempo), luego nos vestimos y habíamos dado los toques de último minuto a la decoración. Habíamos hecho todo lo que podíamos hacer.
Em y su novio, Christian, llegaron primeros. Solo llevaba una camiseta que decía "Estoy en la lista de los niños malos", mientras que Christian llevaba una luciendo "Lista de los niños malos" con una gran flecha apuntando directamente a su entrepierna.
¿Mencioné que había insistido para que el tema fuera camisetas humorísticas? Sí, los otros tampoco estuvieron sorprendidos.
Leí las inscripciones, exclamé, luego lloriqueé antes de preguntar a Jimin:
—¿Por qué no pensamos en eso?
Luego hice como que cuchicheaba con Em:
—Jimin tiene una enorme lista de niños malos.
Jimin hace girar los ojos, pero Em ríe y señala el muérdago que había puesto en una diadema, para que se encontrara encima de mi cabeza. Me meneo un poco, luego pongo morritos y Em planta un beso sobre mis labios. Me sonrojo y tengo que agitar la mano frente a mi cara con aire teatral. En cambio, cuando fue el turno de Christian, señalo mi mejilla.
—Hay reglas con respecto al muérdago.
Christian se vuelve rojo escarlata, pero me besa con sencillez mientras Em atrae a Jimin para besarle igualmente en la mejilla.
—Feliz Navidad.
—Feliz Navidad —responde sonriendo a su camiseta —Me encanta.
—Oh.
Ella se ríe y finge no estar avergonzada.
—Sabía que tenía que hacer algo para rivalizar con ustedes, chicos.
Luego ella se da cuenta de lo que Jimin llevaba y ríe aún más. Él llevaba un chaleco azul de punto, porque era Jimin y podía llevar todo lo que le diera la gana, viéndose siempre magnífico. Auncuando era verano él lo llevaba estupendo, y en el, se veían dos renos bordadosfollando.
—Me encanta —comenta Em.
—Gracias —responde él sonriendo —A mí también.
Luego Christian ve mi camiseta. Decía "Vengan, mi chimenea está siempre abierta". Era seguramente, un poco crudo, pero me había reído al verla por primera vez en línea. Christian pasa por todos los tonos de rojo y Jimin pone su brazo alrededor de mi cintura antes de reírse.
—Oh Dios mío, Yoongi —dice Em resoplando.
Ella observa el salón.
—Es increíble.
Tenía que admitir realmente, que mi casa daba la impresión de que un catálogo de decoración de Navidad de lujo, había vomitado sobre todos los espacios imaginables. Me había llevado semanas para que estuviera lo más cercano a la perfección y había añadido pequeños nuevos toques en el proceso. Jimin ni siguiera había llevado sus ojos al cielo con cada nuevo añadido. Simplemente había sonreído de oreja a oreja, y me había besado en la cabeza como si, a sus ojos, todo lo que yo hiciera fuera adorable.
Cualquier otro hombre habría huido gritando, pero él me apoyaba. Sin explicaciones.
Había partido de una idea de plateado y azul. El árbol de Navidad parecía el hijo nacido de la unión del árbol de Martin Place y el de la familia Griswold, de la película Vacaciones de Navidad.
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El contrapeso perfecto
FanfictionNo se trata de encontrar su peso ideal. Se trata de encontrar su contrapeso perfecto.