Una dama malvada y divorciada va a hornear pasteles

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― ¿Sí? ― Erin se preguntaba por qué ir allí, pero Calix respondió seguro.

―  Vino al baile, así que vamos a tomar una comida simple y volver, ¿no?

― Sí, así es

Originalmente, cuando el baile termina, los nobles se reúnen para comer una comida sencilla y se separan.

En este tipo de comidas, los hombres beben alcohol, las mujeres beben té y postres, hablan de lo que pasó en el baile y luego se despiden. El tema central de esta noche seria Erin y Serena.

Calix agregó.

― Ordené que, en la mansión, se preparara una comida sencilla.

"Incluso preparaste eso para tu pareja."

Fue una actitud muy considerada y caballerosa.

Erin se dio cuenta por primera vez que Calix era un adulto. Siempre había pensado en él como un niño. Pero, Calix ya es mayor de edad.

Cuando Erin llegó por primera vez al Palacio Imperial, Calix todavía era un niño. Por eso hubo momentos en los que todavía lo sentía como un niño.

Después de un tiempo, el carruaje llegó a la mansión de Calix.

Esta era una casa adosada que él usaba cuando se hospedaba en la capital, en lugar de la casa solariega.

Calix tenía su propia ala en el palacio imperial, pero solía permanecer fuera de ese lugar y vivir en su propia casa fuera del palacio imperial.

Era una mansión magnífica y espléndida, acorde con el estatus de gran archiduque. El interior también era brillante.

"Es la primera vez que estoy aquí. Está muy bien decorado."

Erin pensó que Calix tenía un buen gusto.

― Su Majestad, por aquí. ― Los dos cruzaron el jardín guiados por un mayordomo.

El jardín a la medianoche estaba silencioso y oscuro. Lleno de árboles y flores en rosales, estaba cubierto por una tranquila oscuridad.

Mientras caminaba por el pasaje de flores, la luz comenzó a aparecer.

Esa luz se filtraba desde la terraza que daba al pequeño estanque.

―  Ah ...

―  Ven por aquí.

Calix se detuvo para ver la expresión de Erin y luego la guio a la terraza.

La terraza estaba llena de pequeñas y cálidas luces.

Cuando entré, pude ver, qué eran esas luces. Eran pequeñas velas aromáticas, estas tiñeron la blanca terraza con un tenue color amarillo.

También, había luces amarillas en el estanque junto a la terraza.

Las pequeñas velas perfumadas tenían una forma de loto que iluminaban tranquilamente la oscura superficie del agua.

La terraza de medianoche iluminada por velas creó un ambiente encantador.

― ¿Te gusta?

―  Es realmente bello.

―  No estabas preparada para ver esto.

Parecía lo suficientemente elaborado como para ser parte de la decoración.

Los dos se sentaron en una mesa preparada dentro de la terraza.

Erin miró a su alrededor admirada.