Una dama malvada y divorciada va a hornear pasteles

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* * * *

Erin caminaba bajo la lluvia con un paraguas. Shirin con un impermeable estaba a su lado y la siguió.

—¿Realmente no comes nada en todo el día?

—Si. Mi hermana está enferma. —asintió Shirin.

El dueño de la frutería que cuidaba a estos niños dijo que se había ido de viaje. No parecía haber nadie más que la pareja. Después de presenciar una niebla roja cerca del estómago de Shirin, Erin le contó a Melly las circunstancias y se dirigió a la tienda de frutas con Shirin.

La joven Shirin acariciaba una gran botella de leche debajo de su impermeable. Erin sostenía un paraguas en una mano y una canasta con algunas hierbas en la otra.

Pensé que habría sido bueno llamar a un médico más tarde, pero primero necesitaba asegurarme de que el niño estuviera bien. Erin preguntó mientras caminaban a través de la lluvia.

—Tu hermana... ¿Cuándo se enfermaron?

—Han pasado unos 5 meses.

—¿5 meses? ¿No estás enferma?

—Si, no me duele.

Ahora estaba oculto por una botella de leche, pero todavía había una niebla roja en el estómago de Shirin.

A primera vista, la ropa de Shirin era roja, así que no podía verla. Erin ni siquiera lo supo al principio. Al mirar esa niebla, estaba claro que Shirin también fue envenenada por algo.

Pero no le duele.

No sé qué veneno es, pero ni siquiera sé si los síntomas son lentos. Afortunadamente, parecía que era envenenada por un veneno relativamente débil. Existía la posibilidad de que la comida o el agua que comen los niños estuvieran mezclados con malos ingrediente o que alguien los diera intencionalmente.

Las calles lluviosas nocturnas estaban ominosamente silenciosas. Una neblina de agua se levantó en la calle iluminada por farolas. La frutería donde viven los niños estaba en el centro de Bayard Street.

Había tantas tiendas pequeñas y grandes que vendían comestibles, artículos para el hogar, etc. Ahora era demasiado tarde, y todas las tiendas estaban cerradas y las cajas se metieron dentro.

Shirin entró en una pequeña tienda a un lado de la calle.

Se instaló una carpa frente a la puerta para evitar la lluvia y la luz del sol, pero se amontonaron cajas de frutas debajo de ella. Después de pasar la tienda y entrar más, había una pequeña casa con una pequeña sala de estar y cocina. En el mismo edificio, era una estructura simple con una tienda al frente y una casa al fondo.

—Por aquí. —subió Shirin las escaleras junto a la cocina.

Mientras subía hasta el final, salió un pequeño ático donde podía sentir la humedad.

—Hermana.

Garnet yacía en una habitación iluminada por una pequeña lámpara. Shirin tomó una botella de leche y se acercó a su hermana.

Mientras tanto, Erin miró a su alrededor. Todos los lados estaban bloqueados por muros de piedra gris. Por cierto, la pequeña ventana en forma de punta de flecha en la pared era la única ventana al exterior.

El interior de la habitación era tan plano que resultaba triste. Dos viejas camas de paja, una pequeña mesa de madera, una silla y un espejo roto en la pared. Era un lugar pequeño y oscuro.

Ustedes dos están viviendo en un lugar como este.

Aunque estaba triste, Erin decidió comprobar primero el estado de Garnet.