Era un Viernes como cualquier otro en Forks. Una joven de cabello _____ y ojos color _____, se encontraba desempacando su equipaje. Su familia se acababa de mudar a una pequeña casa cerca del bosque.
- ¡Esto es horrible! - me quejé - me duele la espalda.
- Oye, no te quejes y termina rápido - dijo mi hermana mayor asomándose por la puerta trayendo lo que parecían ser más cajas.
- No es justo, acabamos de llegar de un larguísimo viaje - dije mientras me sentaba en la que sería mi nueva cama - Y encima es viernes por la noche, yo no quiero estar aquí encerrada deshaciendo cajas, quiero salir a pasear y tomarme un chocolate caliente o lo que sea - dije mientras me recostaba en la cama.
- Ya sé que esta no es tu forma de pasar un viernes por la noche - dijo mi hermana sentándose a mi lado - ¿Tú crees que la mía sí? Pues claro que no, peeero hay que recolocar todo nuestro equipaje. Así que arriba gandula - dijo poniéndose de pie e intentando levantarme.
- Vale, vale, ya me pongo enserio - dije - Pero si terminamos rápido, ¿podemos dar aunque sea un paseo cortito? - junté mis manos - por favor.
- Está bien, pero termina ya - dijo saliendo del cuarto - No me puedo creer que sea la mediana y que su hermano pequeño esté terminado y ella no - murmuró para si misma.
- Venga _____, termina rápido - dije poniéndome manos a la obra.
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- ¡Por fin he terminado! - dije cansada y feliz.
Bajé las escaleras, de la que a partir de ahora sería mi casa, y llegué a la cocina buscando a mi padre.
- Papá, ya he terminado mi cuarto, ¿puedo descansar ya?
- Vale - dijo terminado de recolocar unos cuantos platos.
- Gracias - dije dándole un rápido abrazo - Y ¿Puedo ir a dar un paseo?
- Es tarde.
- Lo sé, pero... y si me acompaña Sam - sugerí con la esperanza de que eso sirviera.
- Bueno... Si es con ella me quedaría más tranquilo, la verdad.
- Entonces está hecho, voy a llamarla ahora mismo - dije acercándome a la escalera.
- ¡Sam! - grité llamando a mi hermana.
- ¿¡Qué quieres!? - respondió de la misma manera.
- ¡Papá nos deja salir!, ¡¿Vamos?!
- ¡Voy a cambiarme!
- ¡Vale!, ¡Pregúntale a Evan si quiere venir!
- ¡Vale!
- Siempre gritando, ni aquí cambiáis vuestras ruidosas costumbres - dijo mi padre yéndose a la despensa.
Me quedé esperando a mis hermanos. Yo ya estaba arreglada cuando bajé. Llevaba unos vaqueros de tallo alto, con unas botas altas, un jersey rojo granate y una bufanda.
Después de unos largos minutos, bajó Sam, ya arreglada.
- ¿Y Evan? ¿No viene? - pregunté.
- No, dice que prefiere descansar y quedarse en casa.
- Entonces vámonos - dije cogiendo mi bolso.
El olor de lluvia inundaba las calles de Forks.
- Me encanta este olor- dije respirando profundamente.
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ONE SHOT CREPÚSCULO
FanfictionPequeñas historias e imaginas con tus personajes favoritos de esta saga.