Leah Clearwater

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Los rayos de luz comenzaron a molestarme. Abrí un poco los ojos acostumbrándome a esta. De repente comenzó a sonar un teléfono, pensé que era el mío, así que lo busqué. Cuando lo cogí vi que estaba apagado. Supuse que era el de Leah, esta estaba durmiendo a mi lado, tenía su brazo abrazando mi cintura. Se veía muy tierna. Me volví a tumbar pero esta vez mirándola a la cara. Recordé lo que habíamos hecho anoche y una sonrisa tonta apareció en mis labios.

- Leah, cariño - dije moviéndola un poco - Te están llamando - fue abriendo sus ojos poco a poco y gruñó.

- Pues diles que se vayan a la mierda - esta abrazó con más fuerza mi cintura para que no me levantara.

- Pero ¿Y si es importante? Es de la manada - Leah se estiró, alcanzando el teléfono. Yo me recosté en su pecho, el sonido de los latidos de su corazón me tranquilizaban.

- ¿Qué queréis? - contestó de mala gana, a lo que yo le di suave en el pecho. Esta me miró divertida y me dio un beso en la cabeza.

+ Buenos días a ti también - dijo Embry sarcástico.

- Embry, estaba junto a mi impronta, así que ya puede ser importante.

+ Sois como conejos, ¿Acaso no os cansáis? - dijo asqueado.

- Cuando encuentres a tu impronta me entenderás - sin querer se me escapó una risilla.

+ Bueno, hay reunión de manada así que ven ya y dale saludos a ______ de mi parte - Leah me pasó el teléfono.

- Igualmente Embry - le dije feliz - Leah volvió a cogerlo.

- Nos vemos luego - colgó. Esta suspiró y se volvió a acomodar en la cama.

- ¿Qué haces? - le pregunté intentando que se levantara.

- No quiero ir, quiero estar contigo - se quejó.

- Pero si es una reunión será importante, así que arriba - al levantarme caí en la cuenta que no llevaba nada puesto, a lo que me tapé rápida. Leah me miró y se rió.

- ¿Por qué te tapas cariño? No es la primera vez que te veo desnuda - dijo mientras reía.

- Ya lo sé, pero cuando me ves desnuda es cuando estamos...ya sabes - dije avergonzada.

- ¿Calientes? - dijo divertida.

- Sí - afirmé con un gran sonrojo - Ahora arriba.

- Vaaale, ya voy - se levantó, ella también estaba desnuda, y no pude evitar mirarla de arriba a abajo. Ella se dio cuenta y sonrió acercándose a mí.

- Eres una lujuriosa - dijo divertida rodeando mi cintura, a lo que rodeé su cuello con mis brazos.

- Tú también lo eres, es más, eres más lujuriosa que yo - Leah se fue acercando a mis labios, pero puse mi mano en medio parándola, a lo que gruñó - tienes que irte así que vamos - dije alejándome. Ella suspiró y yo me fui a cambiarme.

Cuando ya estábamos vestidas. Fui a prepararle algo rápido para que tomara antes de ir a la reunión. Leah se acercó y rodeó mi cintura, abrazándome por la espalda. Esta se acercó a mi nuca, a la cual tenía fácil acceso porque llevaba el pelo recogido, aspiró mi aroma y dejó un beso suspirando.

- Me encanta que huelas a mí - dijo sonriendo.

- Es lo que hay cuando no me dejas descansar ni un poco, aún noto mis piernas tambalearse.

- Oye, no es mi culpa que seas jodidamente sexy y me calientes - dijo mientras dejaba besos en mi nuca. Yo me reí.

- Anda, toma - me giré aún estando en sus brazos y le acerqué la tostada que le había hecho. Ella la mordió y se la comió.

ONE SHOT CREPÚSCULODonde viven las historias. Descúbrelo ahora