03: Llamada de protección.

570 58 32
                                    

Estaba preparando su equipaje en último momento. La presión que estaba sintiendo esos últimos días era tal que no sabia qué hacer para desinhibirse del mundo entero. ¡Un día! ¡Quedaba un mísero día y no tenía novio de pega alguno que presentar a su familia!

Se sentó en la cama de su habitación, que compartía con Soyoung, abatida y sin ganas de absolutamente nada cuando su teléfono empezó a vibrar cerca de su almohada.

—Genial. —Suspiró tomando el teléfono. —Tenías que ser tú ahora... —Descolgó la videollamada que estaba recibiendo sin ganas algunas, pero pensaba que tal vez, podría tratarse de algo importante. —Hola oppa.

—¿Qué te pasa ahora? ¿Estás bien? —Preguntó el chico al otro lado de la línea.

—Sí, sí, ¿para qué me has llamado? —Frunció el ceño ante la cámara. —¿Qué cojones estás haciendo? ¿Por qué tapas la cámara? —Preguntó.

—¡Espera! ¡Espera! ¡Dallie se ha hecho caca, tengo que recogerlo! —Explicó su hermano. Eunbi puso la mirada en blanco aprovechando que Doyoung tenía el móvil en el bolsillo de la chaqueta y sabía con certeza que no iba a ser vista. —¡Ya está! ¿Ves? —Tomó el teléfono y apareció el perro negro de Doyoung en la pantalla, paseando por la calle alegremente. Envidiaba eso.

—Le echo de menos, qué grande está ya. —Comentó con nostalgia. La cámara volvió a girar y apareció su hermano en la pantalla. —Puaj, a ti no tanto, vuelve a enfocar a Dal, ¡vamos! —Doyoung chasqueó la lengua y decidió ignorar el comentario de Eunbi.

—El caso, te llamaba porque... ¿Qué te pasa? En serio Eunbi-yah, estás rarísima. ¿Has cortado con tu novio justo el día de antes de volver? —Preguntó. —No me extrañaría, nunca he visto que una relación te durase tanto.

—¿Qué insinúas? —Espetó molesta. —¡Por supuesto que no he cortado con nadie! —"Porque no salgo con nadie" pensó. —Es solo que... —La idea de decirle a Doyoung la verdad se le paso por la cabeza. Se ahorraría muchos disgustos, aunque ganase algunos nuevos, pero no sabría qué situación sería más fácil de sobrellevar.

—¿Ha pasado algo importante? Sabes que puedes decírmelo. —Eunbi se mordió la lengua unos segundos para pensar. ¿Desde cuándo era tan indecisa?

—Oye... Oppa... ¿Llevarás a Yerin-unnie a la cena del veinticuatro? —Preguntó.

—Has sonado como si hablaras de un complementó. —Respondió Doyoung. —Pero no, vuelve a Busan a ver a su familia así que pasaremos las navidades separados, por un año, las preguntas sobre novios y novias te las harán a ti todos y todas. —Bromeó.

—¡¿En serio?! —Se desplomó sobre el colchón. —¿No va a ir unnie? —Doyoung negó. —¡Ugh!

—¿Qué te pasa? ¿Por qué de repente te interesa tanto si viene o no? —La expresión confusa de Doyoung bajo aquel gorro de lana que les había tejido su abuela estaba comiéndole el cerebro. ¡No quería dar explicaciones! Pero quedaría raro que no le dijera nada a él. —Estarán nuestras primas, siempre vas con ellas. ¿Y no te caía mal Yerin? ¿A qué viene tanto interés en ella?

—¡Idiota! ¡No me cae mal tu novia! —Protestó la rubia.

—¡Que no somos novios! —Se quejó Doyoung. Eunbi había encontrado un nuevo motivo por el que meterse con su hermano.

—Ya, y por eso estás todo rojo.

—¡Es diciembre! ¡Estoy sacando al perro! ¡Y por si no lo sabías, estamos a menos siete grados centígrados! ¡Payasa!

—Sí... Seguro que te has puesto rojo justo ahora porque hace frio... ¡Si llevas más ropa que un esquimal! —Insistió.

—Bueno, pero ¿por qué tanto interés en: mi compañera de trabajo? —Dijo Doyoung enfatizando la última parte.

Un mes por contrato. |Jung Jaehyun ;; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora