Desayunaron los cuatro en una cafetería cerca de donde quedaba su casa. La decoración era bastante romanticona, toda rosa y repleta de flores y sumado con el factor de que tenía a Jaehyun a un lado y a Taeyong en frente, Eunbi comenzaba a ponerse un poco ansiosa por llegar a casa.
Doyoung pagó todo y ante curiosas miradas de los dos mayores, volvieron a su cada caminando. Ella y Jaehyun, con las maletas, iban delante, manteniendo una distancia prudente entre ambos y Eunbi esperaba que la frialdad levemente notoria entre ambos no dejara entrever su mentira.
—¡Dallie! —El primero en salir a saludar fue el perro mediano, que se lanzó sobre Eunbi feliz de verla de vuelta. Poco después, las señoras Kim no tardaron en llegar y animarles a entrar en la casa, pues el patio estaba cubierto por algo de nieve y hacía un frio atroz en la calle.
—¡Vamos, vamos que os vais a congelar! —habló Danna. La señora morena de media melena abrazó a su hija en cuanto la tuvo cerca, a punto de derramar alguna lágrimas. —¡Eunbinie cariño! ¡Cómo te hemos extrañado! —La soltó de entre sus brazos y Miseo tomó el relevo al instante.
—¡Qué alegría que ya hayáis venido!
—¡Jaehyun-ssi! —Exclamó Danna. —¡Encantada de conocerte! Ven, cariño, Doyoung-ah te ayudará a subir el equipaje.
—Oh, no se preocupe yo puedo... —Doyoung le dio un apretón en el hombro y pidió que lo acompañase. Entre los dos y Eunbi atrás subieron las maletas que traían consigo por las escaleras.
En el pasillo de arriba, Doyoung anduvo directo hasta la habitación de su hermana y abrió la puerta. Estaba tal como la había dejado, con algunos caballetes, montones de arcilla y lienzos de su madre, pero igual que la recordaba.
Las paredes color crema con fotos del instituto y montones de fotos con Taeyong. Su cama, que era bastante amplia, en una esquina, con algunos de sus peluches sobre el colchón. Su escritorio ahora tenía materiales de su madre y las estanterías tenían algunos huecos donde faltaban los libros que había llevado con ella a Estados Unidos y otras tantas novelas de acción que había cogido Doyoung para leer en sus ratos libres.
Sus posters se notaban más deteriorados que antaño, con alguna esquina doblada o mal pegada, pero Eunbi lo recordó con nostalgia.
—Os dejo para que os preparéis, comeremos a las doce, pero solo seremos nosotros. —Dijo Doyoung junto al marco de la puerta. —Taeyong se irá a su casa para comer, pero tal vez venga después. También vendrán los tíos y los abuelos, para cenar todos juntos. —Eunbi asintió y el chico se marchó cerrando la puerta.
Se agachó para comenzar a sacar algunas cosas de su maleta como la ropa más delicada que dejaría estirada en el armario, pero no consiguió ni abrirla cuando Jaehyun, al lado suyo parado de pie, comenzó a hablarle.
—Eunbi.
—¿Qué? —Dijo mirando hacia arriba.
—No me habías dicho que había solo una cama. —Comentó. La rubia comenzó a sonrojarse, había olvidado por completo aquel pequeño factor.
—Eh... Sí, sí. Disculpa, olvidé mencionártelo. —Ahuecó su pelo algo nerviosa y vio aparecer sobre el rostro de Jaehyun aquella sonrisa de picardía. —No vayas a hacer comentarios porque...
—¡Vaya Eunbi! ¿Acostarnos juntos en casa de tus madres? ¿Es un poco violento, no crees?
—¡Jaehyun! —Se quejó. El chico caminó hasta sentarse en el colchón y dar un par de leves botes.
—Es muy cómodo. Podría estar aquí durante horas, ¿Cuánto aguantas tú? —Eunbi volteó la cabeza lentamente, dedicándole una mueca de asco y Jaehyun se carcajeó.
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Un mes por contrato. |Jung Jaehyun ;; NCT|
FanficEunbi tiene que regresar tras estudiar cuatro años en el extranjero a casa. Se muere de ganas de volver a ver a su familia y sobre todo, a su hermano mayor. Pero hay un factor que aun no sabe cómo sobrellevar: Les ha dicho a todos que tiene pareja. ...