11: El frío de la calle y las mejillas mojadas.

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—¡No es lo que parece! —Se apresuró a decir Eunbi. Miseo levantó las manos y encogiéndose de hombros, retrocedió.

—¡No me interesa! ¡No, no, no! Ya sois mayorcitos y todas sabemos lo que un novio y una novia hacen a veces. ¡Me voy y os dejo! —Eunbi trató de explicarse pero su madre ya había regresado al salón.

Al entrar la noche, sus abuelos fueron a dormir al igual que sus tíos y el resto de la familia. Miseo y Danna también se retiraron algo cansadas por el ajetreado día y se quedaron solos Eunbi, Doyoung, Jaehyun, Yerin y Taeyong, cuyos padres habían sido los primeros en marcharse.

Taeyong hizo el amago de irse cuando Yerin empezaba a quedarse dormida sobre Doyoung y Eunbi y Jaehyun se habían puesto a hablar de los trabajos que tenían que entregar en enero. Sin embargo, Jaehyun le dio un codazo a la chica interrumpiendo la única conversación trivial que se había dado entre ellos dos y con sutileza le señaló a Taeyong que recogía sus cosas de la mesa.

—Ey, oppa ¿te vas ya? —Dijo Eunbi.

—Sí, se está haciendo tarde. —El chico comenzó a ponerse la chaqueta y la rubia miró a Jaehyun en busca de ayuda, que volvió a hacer un gesto con la cabeza.

—Eh... ¡Te acompaño a casa! —Se levantó y se acercó al chico.

—Eunbi-yah vivo literalmente a dos casas de aquí. ¿Por qué vas a salir con el frío que hace? —Taeyong se rio y Doyoung puso un dedo sobre sus labios indicando que bajaran la voz porque Yerin se había dormido.

—¿Y por qué no? —Eunbi ya se estaba poniendo el abrigo. —Además, me despejará un paseo por la noche.

—Bueno... Está bien. Vamos. —Se despidió de los dos chicos y salieron juntos de casa.

El aire frío les azotó el rostro haciéndoles temblar y Taeyong frotó la espalda de Eunbi para hacerle entrar en calor mientras atravesaban el patio juntos sobre la nieve que quedaba sin derretirse hasta la verja de la entrada.

—Te dije que te tendrías que haber quedado, mira qué frio hace. —El chico abrió la boca y con su respiración, jugó con el vaho que le salía de la boca. —¡Qué frío!

—¡No seas un quejica Taeyong!

—¡Yah Eunbi! ¿Ahora te has vuelto tolerante al frío? Antes siempre te quejabas. —La chica sonrió a su lado.

—Han cambiado muchas cosas, Taeyong. Deberías haberte dado cuenta ya. —El castaño se detuvo en medio de la calle.

—¿Pero el frío? ¡En Phoenix seguramente no bajéis de los diez grados! —Protestó. —En el resto de las cosas, sí. Es inevitable que hayas cambiado. Han pasado muchos años Eunbi, y aun recuerdo cuando te fuimos a despedir al aeropuerto. —Recordó con nostalgia. —Te he echado tantísimo de menos, me faltabas en la universidad de Seúl, ¿sabes? —Eunbi se quedó estática ante sus confesiones. Ella también había echado de menos a Taeyong y también había necesitado más de una vez tenerlo a su lado. —No me malinterpretes, siempre me he alegrado muchísimo porque consiguieras matricularte en Estados Unidos pero... después de todo el instituto juntos, realmente pensaba que íbamos a estar juntos hasta que fuéramos unos viejos.

—¿Y por qué iba a ser diferente? —Dijo melancólica. —Yo también te he echado de menos, por supuesto. Y el principio de mi vida en Arizona no fue fácil, ¡no conocía a nadie! ¡Y no estabais ni tú ni Doyoung! —Taeyong se apoyó en la fría pared de la que era su casa, a unos metros de la puerta. —Pero eventualmente, volveré a Seúl. Todo puede seguir como antes.

—Eunbi, ahora tienes otros intereses, tienes más amigos y querrás pasar tiempo con ellos. —Habló. —El futuro es incierto y... Aunque me duela y aprecie todos los momentos en los que nos reencontramos, tú y yo hemos dejado de ser tan amigos. —A la rubia le partió el corazón oír aquello, aunque sabía en el fondo que era así. —Nunca te separarás de Doyoung porque es tu hermano, ¿pero de mí? Nadie sabe con seguridad qué pasara, ¿sabes?

Un mes por contrato. |Jung Jaehyun ;; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora