Capítulo 12~

592 35 0
                                    

Algo en mi corazón se sintió morir al verlo con esa chica allí, frente a mí. Aquello probaba lo que ya sabía, yo había sido otra más de sus conquistas. Ignoré su presencia, aguantando el dolor que sentía e ignorando el nudo en mi garganta mientras hablaba con Mitsuya, pero mi amigo me distrajo con sus charlas. Agradecí eso, aunque algo me decía que debía irme, no iba a ser tan obvia, esperaría un rato al menos antes de marcharme.

Matsuno se sentó frente a Takashi y yo, uniéndose a nuestra conversación, por lo que me distraje lo suficiente para olvidarme de Keisuke un momento, pero él se unió también a nosotros, en silencio, pero solo.

- ¿Dónde estabas? - le preguntó Takashi - Luego de la reunión desapareciste.

Antes de que Keisuke responda moví a Mitsuya, poniéndome de pie. Los dejé hablando solos mientras iba por una cerveza, no quería escuchar nada de el.

Me paré junto a la pequeña nevera observando aquel lugar, era un bello claro en el bosque, dónde no había nada más que el silencio de la noche. Saqué mi cámara y caminé intentando buscar otro claro para sacar alguna fotografía a la luna nueva, que reinaba cual moneda de plata en el cielo, adornado completamente por estrellas.

Me alejé unos 300 metros hasta que encontré el lugar perfecto, dejé mi cerveza en el suelo y me dispuse a sacar alguna fotografía. Pude tomar algunas hasta que un sonido me sacó de mi trance, asustándome.

- Zoe, ¿Podemos hablar?

- ¡Idiota! ¡Me asustaste! - le grité a Baji enfadada al verlo junto a mí, dándole un golpe en el brazo.

- ¡Auch! - se quejó riendo - Golpeas fuerte.

- Sí... Bueno, déjame sola, por favor - continué con mi cámara.

- Necesito hablarte.

- Habla. Yo no tengo nada que decir - le dije cínicamente. El nudo en la garganta volvía.

- Ella es...-

- Keisuke no me importa a quién te cojas, asunto tuyo. Quedó claro hace una semana.

- ¡Idiota! Ella es una amiga de Draken, me pidió que fuera a buscarla.

- Ok - le respondí sin mirarlo, estaba un poco aliviada ante aquella confesión, pero no podía saber si era cierto, entonces continué - Entonces no engañas a Tina.

- Zoe, por favor... - tomó mi brazo - Mírame.

Volteé bajando mi cámara. Podía ver su rostro blanquecino bajo la luz de la luna, oculto en las sombras de su cabello, pero sus ojos, sus malditos ojos brillaban ante aquella luz, observándome.

- No quiero molestarte, sólo que sepas que Tina no es nadie en mi vida, no hay nadie en mi vida, lo-lo lamento...

- Está bien - le dije calmada, guardando mi cámara - No tienes que explicar nada, ¿Sí? Sólo hubiera deseado no quedar como una imbécil...

- Zoe, todo fue un mal entendido... - continuó disculpándose, no sabía por qué razón, pero ya no quería seguir revolviendo aquello.

- Debo irme Keisuke - sostuve, pero él tomó mi mano. Me quedé inmóvil ante su toque, sin mirarlo, estaba demasiado nerviosa como para hacerlo, pero él comenzó a acercarse, tomando mi barbilla con su otra mano.

- No quiero que te vayas de mi vida, no-no lo soportaría - levantó mi rostro y clavó sus ojos brillosos en los míos, explorando mis expresiones. No pude reaccionar al instante, pero internamente quería aquello, sí, lo deseaba tanto.

El silencio era abrazador, solamente podía escuchar nuestras respiraciones tan cerca, a demás de mi corazón palpitando fuerte, queriendo gritar, hasta que no pude más. Solté su agarre y salté sobre él en un violento beso, enredando mis manos en su cabello. Su cuerpo reaccionó rápidamente, pegándose a mí, besando mis labios con furia, entre lenguas y mordidas. Keisuke recorrió mi cuello con sus labios mientras me arrinconaba al árbol más cercano, adentrándonos en el bosque en un despliegue de pasión acumulada.

- Zoe, no quiero dejarte - susurraba en mi cuello mientras lo chupaba y mordía. Su pelvis hacía presión contra la mía, excitándome como la primera noche que tocamos nuestros cuerpos.

No pude contener el deseo hacia Keisuke, mis manos fueron poseídas por el fuego que me recorría completa, comenzando a acariciar su cuerpo por debajo de su ropa. La gran dureza entre sus piernas me tentaba a gemir su nombre mientras mi sexo se sentía tan mojado que pedía a gritos que entre en mí.

Baji desabrochó mi pantalón y luego de bajarlo me dio vuelta, apoyando mis manos en el árbol, hundiendo su rostro en mi cuello, masajeando cada parte de mi, recorriendo mi espalda, mis pechos, mi cintura, yendo lentamente hacia mis bragas, las cuales bajó con su mano izquierda mientras acariciaba mi vulva con su mano libre mientras yo desabotonaba su pantalón y bajaba su bóxer. Al hacerlo su gran miembro salió rápidamente, urgido por mi cuerpo, completamente mojado.

- Quiero hacerte mía, necesito hacerlo - suplicó en mi oído mientras me besaba y apoyaba su falo en mi entrada.

- Keisuke, házmelo ya.

Una embestida fue suficiente para que un gran grito escape de mí, sintiéndolo por completo dentro mío. Keisuke sostenía mis brazos hacia atrás mientras me penetraba intensamente, ahogando sus jadeos en mi cuello.

- ¡Grita mi nombre! - exclamaba intentando bajar el volumen de su agitada voz.

- ¡Ke-Keisuke! ¡Ahg! ¡Así! ¡Más fuerte! - murmuraba en un intento de grito ahogado mientras sentía su pene latir dentro mío, tocando puntos sensibles en mí - ¡Estoy cerca!

Con su mano izquierda comenzó a estimular mi clítoris, acelerando mi orgasmo, que llegó sintiendo su agitada respiración en mí rostro mientras me besaba frenéticamente y acariciaba mis pechos con su mano diestra, presionando más y más mi cuerpo hacia el suyo. Me sentí explotar con Keisuke dentro mío, cuando sus embestidas comenzaron a acelerar y al instante sentí su miembro endurecerse más, descargando su secreción en mí, soltando un desgarrador gemido.

Baji comenzó a besar mis labios y mi rostro en un tono juguetón mientras acomodaba su ropa.

- Estoy sucia - le dije entre risas mientras me limpiaba con unas toallas húmedas que llevaba en mi bolso.

- Estás llena de mí, hermosa - soltó en tono burlesco, besando mi nariz.

- Ay, cállate - continué, y después de arreglarnos nos recostamos en el suelo, sobre la hierba, abrazados - ¿Qué demonios acabamos de hacer?

- Algo que deseábamos desde que nos conocimos - respondió él apoyando su fino mentón en mi hombro - Eres todo lo que quiero Zoe, realmente lamento  los malos entendidos...

- Sí, eres un gran Imbécil - le dije besando su mejilla - Me lastimaste mucho idiota.

- Lo sé y haré lo que sea para repararlo.

Nos quedamos unos minutos en silencio, dándonos cariño a oscuras, cuando mi móvil comenzó a sonar. Mitsuya me estaba llamando.

- ¿Qué sucede?
- ¿Dónde estás? No te vimos más, ¿Estás bien?
- Sí, encontré un buen lugar para tomar fotografías, ahora vuelvo.

Nos levantamos y volvimos hacia donde estaban los demás, intentando mantener distancia. No queríamos levantar sospecha hasta poder hablar bien de lo nuestro en otro momento a solas. Me quedé toda la noche junto a Takashi hasta que comenzó a aclarar y propusieron ir a otro lugar a ver el amanecer.

Subí a la motocicleta con Mikey y nos dirigimos juntos hacia algunos puntos de la ciudad, donde aproveché para tomar fotografías de los miembros de la ToMan, agregándolas a la anterior sesión.

Eran aproximadamente las 8 AM, ya era hora de volver a casa y algunos estaban yéndose también. Estaba en el puente de la vez anterior apoyada en la baranda, un poco alejada de los demás, cuando escuché una voz detrás mío que me estremeció mientras hablaba y se reía.

- Zoe Smith, la puta zorra que no atienden mis llamadas.

BLACK🖤HEART//Keisuke Baji fanfic~Tokyo revengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora