Capítulo 16~

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Keisuke y yo dormimos hasta la madrugada, y volvimos a hacer el amor dos veces más hasta que la mañana nos descubrió en aquella habitación. Su cabello atado en una trenza tipo vikinga que le hice mientras mirábamos la luna estaba a un lado de su rostro mientras yo descansaba en su pectoral izquierdo. Podía verlo tan tranquilo, me apoyé en su pecho para admirarlo más de cerca y podía ver sus colmillos asomando de su boca entreabierta. "Mi Drácula" pensé y sonreí escuchando su respiración hasta que alguien llamó a la puerta.

Emma fue cerca de las 9 AM, avisando que papá había dicho que a esa hora empecemos a despejar el lugar, por lo que tuve que despertar a Baji, pero al hacerlo me abrazó y nos tapó a ambos con las sábanas blancas.

- Mnñ, quiero dormir - dijo sin abrir aún los ojos - Vamos a dormir más.

- Kei, tenemos que irnos de aquí, podemos ir a donde quieras.

- Oh... Bueno - abrió sus ojos - Podemos ir a casa y seguir durmiendo.

Comenzamos a reír y me senté sobre él para hacerle cosquillas, pero yo no tenía la fuerza que él y rápidamente tomó mis brazos para comenzar a besarme y colocarse sobre mí.

- Podría hacerte mía ahora mismo, ¿No? - susurró, mirándome a los ojos - Eres aún más hermosa al despertar...

Nos besamos por algunos minutos pero nada más sucedió, nos cambiamos tranquilamente y bajamos  con Emma que desayunaba con Draken.

- Hina duerme con Michi en el sofá de la sala, los demás quedaron cansados de bañarse en la piscina y duermen por ahí, hay que buscarlos

Después de tomar un café llamamos a los chicos de la ToMan para que se vayan, ya que mis compañeros de colegio se habían ido a sus casas en la mañana temprano.

- ¿Y Mitsuya? - pregunté a Mikey al no verlo.

- Oh, debió irse con tu amiga la pelirroja - respondió adormilado, mientras bostezaba y se estiraba.

Subí con Keisuke a su motocicleta y fuimos directamente a mi casa, donde me cambié de ropa rápidamente, alimenté a mi gato Vlad y partí con él a su departamento. Al entrar nos recibió Apestoso, maullando y enrollando su cola en mis piernas, pidiendo que lo alce, lo cual claramente hice.

- Keisuke, necesito ducharme.

- Ya sabes donde está todo, es tu casa Zoe - aseguró dándome un beso en la frente mientras buscaba algunas cosas en la cocina - Yo cocinaré algo, ¡Muero de hambre!

Me quité la ropa, abrí la llave de la ducha y me coloqué debajo del agua, relajándome. Mientras lavaba mi cabello escuché un golpe en la puerta.

- Zo, ¿Puedo entrar?

Baji dejó caer una a una las prendas de su formal vestimenta, soltó la trenza de su cabello y entró a la ducha conmigo, abrazándome por la cintura.  Me ayudó a terminar de lavar mi cabello y lo ayudé a lavar el suyo mientras le hacía raros peinados con el acondicionador, pero poco a poco estar desnudos allí fue muy tentador y cada beso fue tornándose más y más apasionado. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo, adoraba tocar su torso, pero mis manos comenzaron a tentarse a bajar y a acariciar su creciente erección.

Los jadeos de Keisuke ante mi toque se intensificaron, así como los movimientos de mis manos, tentándome a ponerme de rodillas bajo el agua cálida. Él tomó mi cabello y guío mis movimientos, suavemente, aumentando y disminuyendo, pero luego tomó su miembro con su mano derecha, estimulándose con su glande en mi lengua, para luego rozar mi rostro con él, dando leves golpes, haciéndome mojarme más y más.

Cerré el agua de la ducha y torpemente nos enredamos mientras caminábamos hacia la cama, completamente mojados, riendo ante algunos resbalones. Caímos juntos en el colchón y Keisuke se recostó sobre mí rápidamente, masajeando mi entrepierna mojada con su mano izquierda.

- Desde que despertamos quiero hacerlo, te lo haría todo el día - dijo en mi oído, abriendo mis piernas y colocándose en mi entrada. Sin más comencé a mover mi pelvis hacia él, estaba muy excitada, era increíble como Baji lograba encenderme con sólo unos roces o unas palabras.

- Hazlo ya y cállate - le respondí.

Su lengua comenzó a masajear la mía mientras lentamente Keisuke comenzaba a entrar en mí, delicadamente, acariciando mi cuerpo, soltando gemidos y callándolos con mis labios. Sus embestidas fueron suaves como intensas, estremeciéndome, recorriendo su espalda con mis uñas, marcando con desesperación su cuerpo.

Continuó embistiéndome suavemente  al notar mi pronto orgasmo, el cual llegó con su mirada clavada en la mía y sus dedos entrelazando los míos. Sentía explotar mi interior a la vez que el comenzó a morder mi cuello al verme arquear mi espalda por aquel éxtasis. Su mirada lujuriosa continuaba en mí, y lo sentí verterse dentro mío mientras separaba su torso, mirando hacia arriba, dejándome admirar su sensual y marcada manzana de Adán.

- Podría hacer esto toda mi vida, ¿Sabes? - soltó ya recostado en mi abdomen, dibujando figuras en mis pechos desnudos.

- Si te portas bien puedes hacerlo - sonreí e intenté levantarme, pero él me lo impidió.

- Hace algunos años estaba perdido, me costó mucho encontrar un camino...

- Está bien Keisuke, no hace falta que me hables de tu pasado.

- Quiero hacerlo Zoe, realmente fui un desastre, agradezco que he cambiado, todos lo hemos hecho, pero desde que te conozco quiero... - quedó dubitativo pero continuó - Quiero ser mejor para tí, para ambos.

Sus palabras eran hermosas, jamás creí que escucharía eso de alguien y mucho menos de un pandillero, pero él no era cualquiera, era el hombre por el cual comenzaba a sentir algo muy fuerte.

Nos levantamos a almorzar, bastante tarde debo decir, y luego daríamos un paseo en su motocicleta, pero primero debía avisarle a papá, por lo que tomé mi móvil y marqué al suyo sin éxito alguno.

- Papá no me atiende, es extraño eso. Tampoco me ha escrito.

- Podemos ir a ver si está bien si quieres.

- Mmm no, quizá está con Yuri, creo que hay algo entré ellos, vámonos.

Tomé mi bolso y partimos hacia varios puntos de la ciudad, compramos helado y volvimos a  observar el ocaso en la terraza del edificio de Baji, en el mismo sofá de la vez anterior.

- Es tarde, mejor te llevo, ¿Sí? - largó, preocupado - No quiero problemas con tu padre.

- ¿Quién eres y que has hecho con mi novio? - pregunté en broma y comenzamos a reír, pero tenía razón, a demás que no sabía nada de él.

Keisuke me llevó a casa y al llegar todas las  luces estaban apagada, como si nadie hubiera estado allí en todo el día. Prendí las luces de afuera y recorrí la planta baja sin éxito, por lo que Baji entró conmigo a ayudarme a recorrer la planta alta, pero fue en vano, papá no estaba allí. Incluso dudé de que haya estado cuando pasé a buscar mi ropa por la mañana.

Volví a intentar llamarlo y escuché su móvil sonar, el sonido provenía de su habitación, en la que entramos ambos a buscar, pero la sorpresa fue mayor cuando aquel aparato estaba asomando debajo de la cama, como si se hubiera caído.

¿Qué le había sucedido a papá?

BLACK🖤HEART//Keisuke Baji fanfic~Tokyo revengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora