BLACK🖤HEART//Keisuke Baji fanfic~Tokyo revengers

Capítulo 7~

El lunes por la mañana desperté con la alarma como cada día hábil pero extrañamente sentí que había dormido más horas por lo que me asusté un poco. Me duché, cambié con el uniforme del colegio y bajé a desayunar con papá.

- Zozo tengo que viajar a una conferencia en unos días, aún no me dicen donde. Tengo que cubrir un evento político con Yuri, ¿Quieres que hable con tu tía Susan para que venga?

- Ay papá, ya no tengo 10 años - le dije riendo - No necesito niñera.

- No quiero que estés sola, ya sabes...

-  Puedo decirle a Hina o a Emma que se queden conmigo, la tía Susan está un poco grande para estar al pendiente de mí.

- Como gustes, pero no estés sola - afirmó con seriedad y asentí - A propósito... - "Oh mierda mierda, sabía que vendría este momento" - Ese muchacho Keisuke parece agradable, quisiera invitarlo alguna otra vez.

- El no... No hace falta pa - respondí tartamudeando roja como un tomate, él sólo sonrió - Ya me voy.

- ¡Tengo buen ojo Zozo, no me lo niegues! - exclamó riendo mientras me veía salir por la puerta.

"Claro, te cae bien un pandillero papá" pensé, pero era cierto, siempre había tenido buena percepción con las personas, incluso con Takuia cuando comenzamos a salir, a quien odió desde el primer momento.

Tomé el bus junto con algunas otras compañeras de clase pero no tenía más relación que saludo con ellas. El transporte estaba atestado de gente por lo que me tocó ir parada al fondo, pudiendo escuchar chismes entre ellas, comencé a reír y a prestar atención a lo que decían.

- ¡Imposible!
- ¡Les digo que sí!
- Pero son pandilleros, ¡Delincuentes!
- Les digo que la ví ahí entre ellos.
- Seguro se acuesta con todos.

Aquello me dejó seria y empujé a algunas personas para escuchar mejor, hasta que oí "Es una maldita zorra" entre risas. ¿Acaso hablaban de mi? ¿Acaso Baji habría contado algo? No, no, no. Afortunadamente llegué a destino y bajé rápidamente, prácticamente corrí a clases, estando todo el día allí sin salir siquiera a los recesos.

- ¡Ey te busqué por todos lados! - dijo con preocupación Naoto, pero al verme recostada sobre mis manos corrió a sentarse junto a mí - ¿Qué sucedió? - preguntó preocupado, pero no podía contarle, eso significaría que se entere lo ocurrido en la fiesta y no quería ventilarlo más.

- Es lo de Takuia, ya sabes. Ayer volvió a llamar.

- Zoe, esta tarde vamos a la estación, ¿Sí? Sabes que estoy en contacto con muchas personas ahí mientras ayudo.

Naoto estaba empecinado en ser detective, por lo que estaba haciendo de voluntario por las tardes en la estación de policía, siendo muy apreciado gracias a su perspicacia. Fue por esto mismo que él supo que había algo más detrás de mi malestar.

-¿Qué caso tiene? Hay una orden de restricción pero no la cumple, nadie lo vigila y nadie me cuida.

- Zoe...

- Está bien, Naoto, no hay nada que puedas hacer. Papá ha mencionado mudarnos, pero no quiero que pierda su puesto de trabajo, le costó mucho llegar donde está...

El me abrazó y lloré un poco en su hombro en lo que duraba el último receso, pero tuvo que volver a su clase con la campana.

La semana fue así, triste, solitaria y silenciosa. En esos días no tuve noticias de Baji ni de Chifuyu, pero tampoco quise escribirles, preferí afrontar mi estado sola.

Papá viajó el jueves temprano a Osaka con su colega y algunos reporteros más en una traffic alquilada, que pasó a recogerlo ya que estarían visitando algunos lugares históricos en el camino.